EditorialMedio Ambiente y Recursos Naturales

Revista Científica, 2006-08-00 vol: nro:8 pág:93-110

Efecto de la fertilización con calfos, malezas acuáticas y gallinaza en la adaptación de seis especies pioneras para revetalización de zonas erosionadas del municipio de Bojacá, Cundinamarca

PARTE I: Análisis de crecimiento con información primaria

Jaime A. Pedroza-Manrique

pedrozagudistrital.edu.co

William Donado-Novoa

Resumen

La utilización del calfos, maleza acuática y gallinaza, al momento del establecimiento, Baccharis bogotensls, Dodonea viscosa, Lantana camara, Bacchads Myrica parvifoliay Hesperomeles goudotiana, en la vereda Cubia del municipio de Bojacá, Cundinamarca, muestra, a través del análisis de crecimiento con información primaria, que la fertilización con gallinaza esel mejor tratamiento en la adaptación de la mayoría de las especies evaluadas. B. bogotensis fue la especie que mejor se adaptó a la zona de estudio, superando, hasta cuatro veces, a las demás especies en los incrementos en biomasa y área foliar. M. parvifolia fue la especie que mostró los más bajos incrementos en biomasa y área foliar, en los tres tratamientos. H. goudotiana no respondió a los tratamientos analizados, indicando así su nula adaptaCión a las condiciones de la zona de estudio.

Palabras claves:

Revegetalización, Análisis de crecimiento, Fertilización orgánica.

Abstract

The use of iron slag, aquatic weeds and hen droppings, at the time of the establishment of Bacchará- bogotensis, Dodonea ijscosa, Lantana. carnara, Baccharis latifolia, Myrica parvifolla and Hesperomeles goudotiana, in Bojacá, Cundinamarca, shows, through the growth analysis with primary information, that the fertilization with hen droppings is the best treatment in -the adaptation of these evaluated species. B. bogotensá was the best adapted species to the zone of study, surpassing, up to four times, to the other species in the biomass and leaf area increases. M parwfolia showed the lowest biomass and leaf area increases, in the three treatments. H gobdotiana did not respond to the analyzed treatments, thus indicating its null adaptation to' the conditions of the zone of study.

Keywords:

Growth analysis, organic fertilization.


1. INTRODUCCIÓN

En el planeta, los países ecuatoriales como Colombia, realizan su proceso de fotosíntesis de manera directa e intensa durante todo el año. La tendencia natural ecuatorial es cubrir el suelo con árboles, con selvas y bosques para proteger el suelo del sol, del aguacero y de. los vientos (Care, 1998; Wais, 1998; Díaz, 2002; Díaz, 2003). Si el ecosistema pierde sus árboles y plantas corta vientos, el viento se convierte en un gran enemigo del ecosistema, porque se lleva la humedad ambiental que debe envolver o rodear a las plantas (Hansen y Harris, 1975; Birk, 1991; Cancino, eta/., 1999), mientras que las pocas plantas que se mantienen, transpiran y pierden agua por la acción del viento, trayendo consigo la pérdida de agua del suelo, que la raíz extrae para suplir la disminución de la humedad que se lleva el viento. De esta manera, el viento se convierte en un factor de erosión en suelos sin cobertura (Gutiérrez, 1993; Darwich, 1998; López 2000).

Por esta razón, en los últimos años se han desarrollado programas tendientes a revegetalizar las zonas que muestran riesgos de desequilibrio ecológico, teniendo en cuenta que el fertilizante que se utilice al momento de la siembra, es uno de los factores determinantes en la adaptación de plantas pioneras, que alcanzan su adaptabilidad con gran éxito (Muñoz, 1965; Medina, 1977; INFORAGRO, 1996; Olivera, 1998; Cruz, 2002). En este orden de ideas, y buscando contribuir con la recuperación de áreas que se encuentran en avanzado estado de erosión, este trabajo presenta una alternativa de evaluación del desempeño fisiológico de plantas pioneras en procesos de revegetalización, donde una de las formas que ofrece una adecuada caracterización fisiológica, al momento de evaluar el efecto de la adaptación de material vegetal promisorio, es el análisis de crecimiento, mediante la obtención de la biomasa seca y el área foliar, indicadores del funcionamiento vegetal.

2. MATERIALES Y METODOS

2.1 Material vegetal

Se seleccionaron 324 plantas de cada una de las siguientes especies: Ciro (Baccharls bogotensis), Hayuelo (Dodonea viscosa); Chilca pacchafts latifolial. Laurel (Myrica hparvifolia); Mortiño (Hesperomeles goudotianal); Sanguinaria (Lantana camaral).

2.2 Plantación y diseño experimental

Se sembraron 1944 plantas por el sistema de plantación en cuadro, a una distancia de 2.5 m, plateo de 80 cm. de diámetro con un hoyo de 30 x 40 cm., bajo un diseño de bloques completos al azar, en las fincas la Yerbabuena y La Vuelta del Cerro de la vereda Cubia, municipio de Bojacá, Cundinamarca, localizada a 4° 44'0.5" de latitud norte, 74°20'41" de longitud oeste y 2.600 m.s.n.m, comunicada por carretera destapada, con la cabecera del municipio de Bojacá, a una distancia aproximada de 4 km. Esta zona corresponde al bosque seco - montano bajo y registra una frecuente ocurrencia de heladas (Holdridge, 1979; Carrera, 1980; DAMA, 1995). Cuando las plantas tenían seis meses de edad, recibieron una doble fertilización. La primera fue inorgánica, aplicada antes de ser transportadas al área de siembra, y la segunda fue orgánica, una semana después de sembradas en el sitio de estudio.

2.3 Análisis de crecimiento con información primaria

Se seleccionaron 3 plantas al azar por especie y tratamiento, cada quince días, durante seis meses, para un total de once muestreos destructivos. En cada muestreo se determinó el peso seco por órgano y por planta, con la ayuda de un horno de secado, a una temperatura de 80°C, durante 48 horas, determinando la biomasa de cada órgano en cada planta, por especie y tratamiento. De igual forma, se halló el área foliar total por planta y especie en cada tratamiento. Esta información, que es un requisito importante en el análisis de crecimiento vegetal, muestra las dimensiones del aparato fotosintetizador, a través del área foliar, y la acumulación de biomasa, expresada por el peso seco de las plantas en cada tratamiento a través del tiempo (Hunt, 1978; Hunt, 1982).

2.4 Análisis estadístico

Los resultados son evaluados y presentados, según Steel y Torne (1985) en un diseño de bloques completos al azar con submuestreo e igual número de repeticiones bajo un análisis de varianza (ANAVA), según el siguiente modelo:

Donde, Yiijk es la variable respuesta correspondiente al i - ésimo tratamiento (Tratamiento 1: Fertilización con calfos; Tratamiento 2: Fertilización con maleza acuática; y Tratamiento 3: Fertilización con gallinaza), j - ésimo bloque (3 bloques por tratamiento) y k - ésima muestra (11 muestras por tratamiento); i es la media general;Ti es el efecto del i - ésimo tratamiento; βj el efecto de j - ésimo bloque; εij es el error experimental, variación debida al azar; ηiijk es el error experimental debido al muestreo.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

3.1 ACUMULACIÓN DE BIOMASA

La acumulación de Biomasa señaló diferencias estadísticas altamente significativas (P<0.01) entre los tres tratamientos evaluados, durante las once lecturas, que a continuación son analizados.

3.1.1 Fertilización con calfos (Tratamiento 1)

Durante las primeras siete lecturas, las seis especies evaluadas mostraron incremento de biomasa similar con pocas variaciones; sin embargo, a partir de la lectura siete, B. bogotensis presenta un significativo incremento en la acumulación de biomasa, comparado con las cinco especies restantes, con una fuerte tendencia de incremento (Figura 1). Este comportamiento durante las primeras siete lecturas, evidencia posiblemente una adaptación similar en las especies evaluadas, aunque H goudotiana muere entre las lecturas tres y cuatro. Las plantas que se mantienen vivas en este periodo, reflejan morfológica y fisiológicamente las condiciones estresantes por el ambiente, que no les permite crecer y desarrollarse, teniendo en cuenta el estado fenológico que presentaban. Precisamente, en la época de muestreo sucedió una fuerte disminución de la

precipitación e incrementos marcados en la temperatura durante las horas del día, mientras que en horas de la madrugada fue ostensiblemente baja la temperatura. Esta situación ocasiona las heladas y genera, de forma directa, disfunciones en el metabolismo normal de las plantas como por ejemplo desordenes enzimáticos, aumento en la transpiración y lo más importante, la ruptura de tejidos producida por la condensación del agua durahtelos periodos de heladas (Lao eta!, 1996; IDEAM, 1998; Salisbury y Ross, 2000; Azcon y Talon, 2001).

A partir de la lectura 7; el incremento de biomasa en B. bogotensis, de tres veces por encima del alcanzado por las demás especies, indica una mayor adaptabilidad a la zona de estudio, presumiblemente como consecuencia del suministro de calfos, fertilizante rico en fósforo y calcio, elementos que estimulan la absorción en suelos ácidos. Esta situación sugiere que, a pesar de que las condiciones hídricas y de temperatura eran extremas, esta especie pudo no solamehte aprovechar los nutrientes del suelo sino además manejar una adecuada tasa transpiratoria, que le permitiera una mejor fijación del dióxido de carbono, materia prima en el incremento de biomasa (Amo, 1993; Mosquera y González, 1999). Las cuatro especies restantes, aunque se mantuvieron vivas, su lento crecimiento es una posible manifestación de las condiciones adversas para su adecuado desempeño fisiológico. Además, el fertilizante calfos, a pesar de que favorece las condiciánes edafológicas apropiadas para la absorción de nutrientes por parte de las plantas (Rubio, 1974), muy posiblemente las temperaturas extremas y la baja disponibilidad de agua restringieron, por un lado, la absorción de nutrientes y además una adecuada tasa de fijación de carbono. De otra parte, es importante resaltar que el calcio, un elemento que contribuye a estimular el desarrollo órganos, activa sistemas enzimáticos, neutraliza los ácidos orgánicos, reduce la acidez del suelo y es requerido por las bacterias nitrificantes -(Helyar y Andersson, 1974; Liebman; 1989; López, etal., 1999; Rigueiro et al, 1999); Por esta razón, se presume que su papel en la composición del fertilizante calfos fue primordial para la respuesta que presentaron las especies sometidas a este tratamiento (Cargill, 1988).

3.1.2 Fertilización con malezas acuáticas (Tratamiento 2)

El comportamiento de adaptabilidad de las seis especies analizadas, es muy similar, e incluso H. goudotiana, una vez más, muere entre las lecturas 3 y 4, mientras que L. carnara se ve favoreCida en la acumulación de materia seca, comparada con las demás especies, durante las seis primeras lecturas (Figura 2). A partir de la lectura 7, las 5 especies sobrevivientes presentan una tendencia similar en la acumulación de biomasa seca, mostrando que las condiciones ambientales favorecen por igual su adaptabilidad, a pesar de que las malezas acuáticas, como fertilizante orgánico y suministrador de agua al momento de la adaptación de las plantas, mejora las condiciones de adaptabilidad de L. camara, durante las primeras 6 lecturas. Es posible que las 5 especies se vean igualmente favorecidas por el suministro de nutrientes generados de la descomposición microbiana que sufrieron las malezas acuáticas durante los primeros 60 días del estudio. Esto significa que las malezas 'acuáticas, como fertilizante a mediano plazo, podrían ser un adecuado recurso al momento de la adaptación de material vegetal y un sistema que puede ser funcional en la utilización de plantas acuáticas que ofrecen problemas ambientales (Whitehead, 2000). Sin embargo, las malezas acuáticas no controlaron el estrés hídrico en las seis especies evaluadas, dado que se esperaba que

este material sirviera no solo como fuente de nutrición sino también como un reservorio de agua, teniendo en cuenta la baja disponibilidad hídrica en la zona de estudio. Sin embargo, es claro que los requerimientos de agua en las plantas se deben parcialmente a necesidades metabólicas, obligándolas a adoptar condiciones de adaptabilidad, bien sea presentando periodos de vida cortos, almacenando agua en grandes reservorios, aprovechando toda la disponible y regulando la transpiración (Pierzynski eta/., 1994; Jardón, 2000). En este sentido, las especies que sobrevivieron utilizaron, muy seguramente, como recurso regulador hídrico la disminución de la tasa transpiradora. Además, la erosión hídrica, que es la pérdida de suelo superficial fértil por la acción del agua lluvia, es la principal responsable de la degradación progresiva de los suelos (Fuentes, 1994). Esta erosión, es causada por el escurrimiento superficial del agua que no se infiltra;si se logra minimizar la escorrentía, se puede aumentar la infiltración durante las lluvias y, con ello, disminuir o anular el riesgo de la erosión (Duchaufour, 1984). Actualmente, la mayoría de regiones sufren avanzados procesos de erosión, salinización, desertización, falta de vida en el suelo. Muchas regiones son "desiertos verdes", mientras dura el agua, cada vez más escasa, que extraen del subsuelo para regar las tierras(Isherwood, 1998; Mosquera, 2001).

El otro gran responsable de la degradación es el desequilibrio del balance nutricional: extraer, más que reponer. El sistema para lograr la infiltración de las aguas y el mantenimiento del equilibrio nutricional nos lo enseña la vegetación natural: cobertura permanente del suelo y reposición de nútrientes a través de los vegetales o sus restos (Romero, 1989; Rigueiro, etal., 2000). Las tecnologías de cualquier sistema sostenible del uso del suelo tienen que apuntar hacia esos principios (Rigueiro, 1985; Labrador, 1996; Olivera, 1998; López, etal., 2002; Mosquera, 2002).

Por esta razón, en la fertilización con malezas acuáticas, es importante destacar el comportamiento fluctuante en la acumulación de materia seca, desde los primeros muestreos, evidenciando que las plantas posiblemente se encuentran en unos periodos en activa respiración de crecimiento y en los otros en respiración de mantenimiento (Liebman, y Robichaux, 1990; Pedroza etal., 1997). De esta forma, cuando suceden los incrementos de biomasa, las plantas se encontrarían en la fase de respiración de mantenimiento, acumulando la materia seca sintetizada, mientras que cuando ocurren los descensos en la acumulación de biomasa, sucedería la respiración de crecimiento, momento el cual se utilizan las reservas almacenadas en los periodos precedentes (Hunt, 1982). Sin embargo, a partir de la sexta lectura (día 75), el comportamiento de las 5 especies sobrevivientes es similar, aunque es importante señalar que las plantas no encontraron la disponibilidad suficiente de nutrientes dadas las condiciones en que se desarrollan las malezas acuáticas, con bajas concentraciones de nutrientes, razón por la cual los aportes de nutrientes fueron probablemente pocos e insuficientes (Rojas. 1993; Agila y Enríquez, 1999).

3.1.3 Fertilización con gallinaza (Tratamiento 3)

Desde la tercera lectura (día 30), la mayoría de las especies analizadas en este tratamiento inician un crecimiento con una pendiente muy constante, alcanzado a doblar el incremento de biomasa a las plantas que fueron tratadas con malezas acuáticas. H. goudotiana, al igual que en los tratamientos 1 y 2, muere entre las lecturas 3 y 4 (30 y 45 días) indicando su baja adaptabilidad a la zona de estudio. De igual forma, es evidente que M. parvifolia no se ve favorecida por este fertilizante en su crecimiento, mientras que B. latifolia, L. camaray B. bogotensisson las que al final de la evaluación muestran una mejor adaptabilidad (Figura 3).

En este tratamiento, se evidencia que la inversión en la producción de biomasa fue mayor, posiblemente, gracias al aporte constante de nutrientes por parte de la gallinaza, favorecida por la acción de los descomponedores, actividad que ayuda al mantenimiento de un flujo heterogéneo de material orgánico; enriqueciendo el suelo y, de esta forma, contribuyendo con la formación de coloides que brindan un reservorio de nutrientes y de agua (Domínguez, 1984; Escudero y Espinosa, 1990). De otra parte, es de señalar que, bajo condiciones de sequía, la gallinaza es muy eficiente en la situación climatológica presentada en la zona de estudio, porque permite una eficiente acción descomponedora de los microorganismos (Wade, 1983; Rojas, 1993).

3.2 AREA FOLIAR

Efecto de los tratamientos de fertilización en el incremento de área foliar. Se presentaron diferencias estadísticas significativas (P<0.05), entre los tres tratamientos estudiados, indicando que las diferentes especies evaluadas respondieron de forma diferente a los tres tipos de fertilizantes evaluados.

3.2.1 Fertilización con calfos (Tratamiento 1)

La presencia de calfos favorece hasta cuatro veces más, comparado con las demás especies, el incremento del área foliar de B. bogotensis(Figura 4). En esta especie, es claro observar que el incremento de área foliar está relacionado con los incrementos de biomasa, en la medida en que a mayor área foliar, mayor es la oportunidad de fijar carbono y en consecuencia, sintetizar mayor cantidad de compuestos carbonados, expresados en biomasa. De igual forma, se muestra que las plantas de B. bogotensilsno regulan la pérdida de agua disminuyendo su área foliar, como lo hacen las especies sobrevivientes en este tratamiento, porque muy probablemente la presencia de calfos previene, en esta especie, no solo la pérdida de láminas foliares sino que por el contrario favorece su crecimiento y desarrollo (Mombiela, 1983; Cargill, 1988; Fernández, 2001).

A partir de la lectura 6 (día 75), ocurren incrementos de área foliar similares en D. viscosa, L. camaray B. latifolia, mientras que M. parvifolia mantiene un comportamiento regular de presencia y pérdida de láminas foliares, a lo largo de los 11 periodos evaluados. Estos incrementos alcanzan a doblar, en la lectura 11, los alcanzados en la lectura 6. Este comportamiento indica que las especies D. viscosa, L. camaray B. latifolia, responden de forma similar, no solo a las condiciones extremas de la zona de estudio, donde la erosión eólica juega un papel importante en el suministro de agua desde el suelo a la planta, generando un déficit nutricional de macro y micro elementos presentes en forma de coloides, que son imposibles de incorporar por las raíces de las plantas, debido a la baja disponibilidad de agua, sino también a la adición del calfos (López, 1995; García, eta!, 2000).

Con respecto a los factores ambientales de la zona de estudio, la temperatura, la humedad relativa, la velocidad del viento, el contenido de agua en el suelo y su salinidad, fueron los factores que en conjunto, probablemente, afectaron la transpiración del material vegetal evaluado (Reeve y Doering, 1965); Sin embargo, la presencia de calfos favorece el incremento de área foliar y biomasa, únicamente en B. bogotensis. Además, de acuerdo con los resultados de los análisis de suelos en el área de estudio, el contenido de aluminio intercambiable, calcio, fósforo e hierro son extremadamente bajos, que junto con un pH neutro, evidencia la necesidad de hacerle más aportes de materia orgánica que abonos químicos al suelo, porque los orgánicos, además de aportarle los elementos necesarios para las plantas, también contribuyen a retener la humedad de forma considerable.

Por otra parte, según los datos de la estación Acapulco, ubicada en el municipio de Bojacá, los aguaceros son intensos, de poca duración y poca frecuencia, en promedio llueve 95 días al año, por lo tanto este tipo de precipitación favorece los procesos erosivos. De igual forma, la evaporación promedio anual fue de 678.9 mm, que se ve favorecida por la intensidad de los vientos, que favorecen la erosión y dificultan los programas de revegetalización.

Es importante destacar el efecto benéfico de las aplicaciones de altos contenido de fósforo en el suelo, y además es notoria la diferencia entre fuentes de alta solubilidad en agua, tipo superfosfato y fuentes de lenta solubilidad tipo rocas fosfóricas y calfos (Tran y N Dayegamiye, 1995; Fernández, 2001). El factor solubilidad es muy importante en el caso de los fertilizantes fosfóricos. En general, la investigación ha demostrado que la eficacia de la fertilización fosfatada aumenta en la medida en que se incrementa la solubilidad del fósforo en el producto, salvo en el caso de suelos fuertemente ácidos (con valores de pH inferiores a 5), en los cuales las fuentes fertilizantes de baja solubilidad, tales como . el calfosy la roca fosfórica pueden igualar en eficacia a las de alta solubilidad (Patterson, 1965; García, etal., 1986; SARH, 1988; Mosquera, etal., 2000).

Los suelos que presentan grandes procesos erosivos ocasionados por acciones antropogénicas y condiciones bioclimáticas, como los que se presentan en la vereda la Cúbia, requieren de recuperación ambiental a través del mejoramiento del suelo, utilizando diferentes alternativas como la utilización del calfos; que es un reservorio de compuestos fosforados y de calcio para una utilización a mediano y largo plazo. La implementación de acciones para garantizar la restauración y recuperación de suelos y vegetación es una acción benéfica en la recuperación de ecosistemas fuertemente afectados (Simpson, 1986; Piñeiro y Pérez, 1988; Musiera, 1991; Garro, 1997; Larcher, 2000).

3.2.2 Fertilización con malezas acuáticas (Tratamiento 2).

A partir de la lectura 4, se inician los incrementos de área foliar en las especies sobrevivientes, aunque L. camara, desde la tercera lectura ha empezado con este proceso de forma continua y ascendente, hasta la sexta lectura, donde esta especie al igual que B. latifolia presentan una ligera disminución y reinician su incremento a partir de la séptima lectura, aunque muy por debajo del observado en D. viscosay B. bogoterisis (Figura 5). D. viscosa, en estos últimos periodos bajo este tratamiento, es favorecido en el incremento del área foliar, situación que está correlacionada con los incrementos de biomasa en esta especie, dado que a mayor área foliar, mayor será la oportunidad de fijar carbono y en consecuencia, incrementar su biomasa (Ramírez, 1987; Neilsen etal., 1992; Beets 2001).

De otra parte, el incremento del área foliar en las especies sobrevivientes, en este tratamiento, a partir de la lectura 7, sugiere que se presentó mayor utilización de los

nutrientes suministrados por las malezas acuáticas utilizadas como fertilizante. Es importante destacar que, las malezas acuáticas, además de proveer nutrientes, a corto y mediano plazo, almacenan agua, contribuyendo, de esta forma, con la absorción de macro y micronutrientes disueltos en el suelo para su utilización por parte de las plantas (Rigueiro eta/., 1998). La fertilización con malezas acuáticas, permite que las plantas que,clan cobertura en el suelo den una amplia variedad de usos como son el control de la erosión, el manejo de plagas mediante la atracción de insectos benéficos y la alteración del ciclo vital de las plagas, el mantenimiento y el aumento de la fertilidad del suelo y el manejo de las malas hierbas (Elton, 1958; Fox, M. y Fox, B., 1986; Urbano, 1988; Altieri, 1999), como también el mantenimiento y el mejoramiento de la estructura del suelo, al aumentar la capacidad de retención de humedad y facilitar la disponibilidad de nutrimentos para las plantas (Garcidueñas, 1993; Hauggaard etal., 2001).

3.2.3 Fertilización con gallinaza (Tratamiento 3).

En este tratamiento se evidencia el inicio de los incrementos en área foliar a partir de la tercera lectura (día 30), en B. bogotensis, D. viscosa, B. latifoliay L. camara, a diferencia de H gouatiana que, una vez más muere entre la tercera y cuarta, lectura, mientras que M. parvifolia presenta un comportamiento uniforme, con pocas variaciones a lo largo de las 11 lecturas y menor rendimiento comparado con la fertilización con calfos y malezas acuáticas (Figura 6).

M. parwfolia, a pesar de que presentó los valores más bajos en los tres tratamientos, con la gallinaza disminuyó aun más su rendimiento en área foliar. Se podría afirmar que las especies que mejor respondieron a este fertilizante, desde el punto de vista adaptación, fueron D. viscosa, Z. carnaray B. latifolia, posiblemente porque la gallinaza suministró los nutrientes necesarios para la inversión en área foliar por planta.

Las aplicaciones de gallinaza incrementan la fertilidad del suelo y el rendimiento de las plantas que son fertilizadas con esta fuente nutritiva (Smith, 1996; Valarezo, 2001). La aplicación de gallinaza incrementa significativamente el pH, la materia orgánica, el P (Olsen), y Ca, Mg y K intercambiables del suelo. El mejoramiento de la fertilidad del suelo se logra principalmente como consecuencia de la aplicación de gallinaza. Los efectos acumulativos de este tratamiento se perciben principalmente en el incremento del pH, P Ca, Mg y K intercambiables del suelo y en la disminución del Al intercambiable (Pérez y Casanova, 1982; Pool eta/, 2000).

4. CONCLUSIONES

La fertilización con gallinaza favoreció tanto la acumulación de materia seca como el incremento de área foliar, mientras que la fertilización con calfos y malezas acuáticas logran valores inferiores en las variables evaluadas, con un comportamiento similar entre estos dos fertilizantes, evidenciando, de esta forma, que la gallinaza como sustrato adicionado en el momento de la instalación de las plantas en la zona de estudio, es el fertilizante orgánico más adecuado en la adaptación de las especies que puedan sobrevivir en condiciones extremas. B. bogotensis fue la especie que mejor se adaptó la zona de estudio, cuando fue fertilizada con calfos. D. viscosa es favorecida por la fertilización con maleza acuática tanto en incrementos de biomasa como en el área foliar. M. parvifolia fue la especie que mostró los más bajos incrementos en biomasa y área foliar, en los tres tratamientos. H goudotiana no respondió a los tratamientos analizados, indicando así su inadaptación a las condiciones de la zona de estudio.

Agradecimientos

Este trabajo fue financiado por la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los ríos Bogotá, Ubaté y Suárez (CAR).

5. BIBLIOGRAFÍA


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