DOI:
https://doi.org/10.14483/25909398.13658Publicado:
2017-01-02Número:
Vol. 4 Núm. 4 (2017): Enero-Diciembre de 2017Sección:
EditorialIntroducción Vol. 4 Núm. 4
Introduction Vol. 4 Núm. 4
Introdução Vol. 4 Núm. 4
Palabras clave:
spaces, place, art, life (en).Palabras clave:
espacios, lugar, arte, vida (es).Palabras clave:
espaços, lugar, arte, vida (pt).Descargas
Referencias
Foucault, Michel. (2013). O corpo Utópico. Trad. Salma Tannus. São Paulo, N-1 edições.
Lapoujade, David. O corpo que não aguenta mais. https://pt.scribd.com/document/59207629/O-CORPO-QUE-NAO-AGUENTA-MAIS-David-Lapoujade
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Introducción
Elizabeth Garavito
Doctoranda de la Universidad Estadual Paulista “Júlio Mesquita Filho”, UNESP, Brasil
Profesora Asociada de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Colombia
Correo electrónico: elizagaravito@gmail.com
Renata Kely Da Silva
Doctoranda en la Universidad Estadual Paulista “Júlio Mesquita Filho”, UNESP, Brasil
Profesora de la Universidad Federal de Ceará, Brasil
Correo electrónico: renalemes.silva@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.14483/25909398.13658
Vivimos en un escenario de individualidad globalizada. Globalmente se imponen regímenes para nuestros cuerpos, formas de habitar el espacio, formas de vida… individualmente cada ser humano se debate en resolver su propia existencia en un constreñido marco de posibilidades. Los espacios actuales son un reflejo evidente de la dictadura de tales regímenes, sumado a esto, desplazamientos, desarraigos, fracturas del territorio han hecho que cada vez más seres humanos se vean abocados a permanecer a la deriva, en una búsqueda incesante de un lugar para la vida. La ciudad como el último lugar de destino, arrebata la conexión con los ecos del lugar simbólico, aquel hogar que añoramos siempre se desvanece en el bullicio y se funde en el incesante movimiento de las ciudades.
Quito... Sao paulo... son algunos escenarios para la reflexión que encontramos en este número de la revista Corpo-grafías, cuerpos del miedo y cuerpos anestesiados deambulando en espacios urdidos con invisibles hilos de poder, ciudades reflejo y nido para los discursos de la modernidad. Se analizan aquí algunas complejas tensiones de los espacios urbanos, dominación y resistencia inscritas en el entorno que toman forma en los cuerpos que habitamos y circulamos estos territorios. Nuestras experiencias sensoriales se empobrecen y recurren a formas automáticas para conocer y percibir estos espacios logrando paulatinamente normalizar e in-corporar las formas de habitar que nos determina el biopoder.
Cuerpos extraviados, errados, descaminados, dolientes, deshumanizados son expulsados a las fronteras de los espacios, en la supuesta búsqueda de un saludable cuerpo social que se vería reflejado en una aparente asepsia del lugar. Sin embargo, se dejan ver en las múltiples transacciones que subyacen en las dinámicas de los lugares, una serie de cuerpos, subjetividades y prácticas de los lugares que en muchos casos consiguen abrir brechas a la homogeneidad impuesta y se presentan como prácticas sociales de resistencia o disidencia, es este el punto al que llegan algunas de las reflexiones de la presente publicación.
El entramado urbano se rompe, florece desde sus propias entrañas y se concreta en nuevas formas de habitar el espacio, se bifurca, crece, expande y se deja atravesar por otras identidades, temporalidades y escrituras corporales. Aquí lo corporal va sumando nuevas significaciones y evidencia su contenido político, como agente operador se resiste a ser un cuerpo hegemónico, predefinido por los sistemas de poder, reinventándose permanentemente y visibilizándose como lugar fundamental en el cual operan batallas de poder, saber, deseo, placer… algunos de los asuntos a los que también se aproxima esta edición.
Proyectos políticos que inciden en lugares, cuerpos y prácticas que evidencian ideas hegemónicas sobre género, raza, etnia, nacionalidad son reflejadas en normas sociales que utilizan la cultura entre sus estrategias de manipulación social. Estas aspiraciones se consolidan en diversos escenarios, entre ellos las políticas culturales y leyes de incentivo que se promueven a través de convocatorias unificando una vez más la riqueza y diversidad de las expresiones culturales, encasillando lo diverso en estrechas fórmulas que priorizan unas prácticas culturales sobre otras, reducen a tiempos específicos la producción de las propuestas, delimitan los espacios de realización de las mismas y obligan a simplificar al máximo cada expresión. Todo esto basados en un discurso de democratización de los recursos que, al ser escasos, de manera obvia cumplen el objetivo de limitar lo cultural a su mínima expresión. Preocupaciones que son abordadas en este número.
En el contenido dolor de la fractura, donde se aloja lo humano más humano, cohabitan algunos pequeños agujeros que dejan escapar otras formas de existencia no registradas por los regímenes, pueden ser ellas un simple gesto, amistarnos desde lo imposible, desdoblar e invertir normas, sintonizar con otros diversos, caminar el mismo espacio con nuevos ojos, habitar el mundo desde una performatividad indefinida o encontrarnos en lo inesperado desde mundos imposibles tejiendo comunidades improbables. Son éstas, líneas de fuga que se deslizan por las grietas del sistema y plantean nuevas perspectivas, algunas de las cuales se exponen en este número.
Estas múltiples reflexiones, dejan ver con claridad unas políticas del cuerpo que regulan la vida a través de espacios y normas, pero también unos cuerpos políticos que interrogan dichos preceptos. Es importante en este punto resaltar la importancia de las investigaciones que encontramos en este número de la revista Corpo-grafías, que aportan a despejar y entender las estructuras hegemónicas de poder mediante las cuales se crea mundo, así como las contribuciones que apuntan en dirección a comprender otras posibles formas de existencia.
De otro lado es fundamental volver a preguntarnos sobre la forma de operar la individualidad globalizada como única alternativa para vivir la vida, con el fin de intentar agrietar estos sistemas universales, entendiendo cómo lo político podría radicar justamente en instituir nuevas formas de relación entre comunidades que construyan diferentes posibilidades de ser en un panorama global, donde lo individual no sea ya el formato que nos subyuga en función de una aparente sincronía universal, sino la fuerza que nos permite crear y recrear comunidades permanentemente, en este punto vale la pena recordar la invitación que nos hacía Cortázar en su Rayuela: “Puede ser que haya otro mundo dentro de este, pero no lo encontraremos recortando su silueta en el tumulto fabuloso de los días y las vidas, no lo encontraremos ni en la atrofia ni en la hipertrofia. Ese mundo no existe, hay que crearlo como el fénix”1.
Inventar outros modos de corporificar e construir corporeidades vem sendo um grande desafio para o campo da educação. Os espaços formais de ensino – escolas e universidades- desde projetos macropolíticos conformam práticas discursivas, cujos dispositivos atuam diretamente sobre e para a produção de corpos. Desde a construção de leis, passando pelas diretrizes curriculares, até o modo de organizar e dividir o ambiente, modos de modular e constituir o corpo vão sendo articulados, cerceando cada vez mais as possibilidades de invenção e diferenciação de si. Sob as práticas discursivas pedagógicas subjaz uma política onde o saber próprio do corpo é constantemente capturado pelo saber sobre o corpo. Em tempos biopolíticos a educação é um dos campos onde mais se investe o silenciamento do corpo. Daí a necessidade de pensarmos - em diálogo com Foucault que afirmava a intrínseca relação entre poder e resistência - compreendendo assim que a resistência nasce da tensão entre o poder que modula a vida e a vida mesma - interrogamo-nos sobre quais modos de resistir travaremos nesse campo. Por dentro da experiência institucional, no entanto,movimentam-se corporeidades insistentes que emergem de um saber de corpo desobediente e profanador. Neste sentido por esta edição perpassam corpos menstruantes que problematizam a partir do ciclo menstrual os estigmas construídos com fins de dominação sobre as mulheres; corpos insípidos como possibilidade de aberturas e devires corpóreos; corpos grotescos contestadores de padrões estéticos e comportamentais, estes que atuam como controle dos processos biopolíticos; corpos eróticos e performáticos que apostam na experiência sensorial onde a performatividade pessoal transgrida a performatividade social estabelecida.
Desse modo a presença de tais corpos articula políticas que investem na problematização do normativo, do visível, do aceito e do próprio instituído. O desenho que se mostra é disforme. Sua unidade dar-se-á na criação de pedagogias que se fazem consistir em resistências preocupadas por afirmar experiências locais e coletivas que se deslocam na contramão de uma globalização generalizante. Em nosso cenário contemporâneo, refletir sobre produção de saberes implica dar lugar a singularidade dos corpos em seus contextos locais, já que historicamente as corporeidades foram sendo diferenciadas/produzidas a partir de uma perspectiva eurocêntrica que pretendia universalizar os modos de sentir, perceber e constituir o corpo.
Daí que esses corpos que ora “professam” suas diferenças apartadas enfrentam no tecido biopolítico processos colonizadores, patriarcais e capitalistas que atravessam os espaços mais ínfimos da vida. Há em cada uma dessas experiências um profundo sentido de contestação nascido da carne, pois é o próprio corpo que se rebela e que como nos lembra Lapoujade resta um “corpo que não aguenta mais”, este que em face ao excesso de organização, controle e subjetivação encontra uma potência que lhe é própria. É assim que dos corpos que restam se levanta o grotesco como força, renovação e afirmação humana; se levantam os sentidos esquecidos que cheiram, tocam, ouvem e degustam; faz correr o sangue escondido do feminino e vicejam os afetos sutis e invisíveis ali, onde nosso corpo se põe a existir, esse espaço que como nos diz Foucault, é o ponto zero do mundo.
1 Cortázar, J. (2008). Rayuela. Madrid: Letras Hispánicas, Pág. 540
Referencias:
Foucault, Michel. (2013). O corpo Utópico. Trad. Salma Tannus. São Paulo, N-1 edições.
Lapoujade, David. O corpo que não aguenta mais. https://pt.scribd.com/document/59207629/O-CORPO-QUE-NAO-AGUEN- TA-MAIS-David-Lapoujade
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