DOI:

https://doi.org/10.14483/25909398.13661

Publicado:

2017-01-02

Número:

Vol. 4 Núm. 4 (2017): Enero-Diciembre de 2017

Sección:

Sección Central

Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia

It is a container: the body of women in the United for Life Platform of Colombia

É um contêiner: o corpo das mulheres na Plataforma Unidos pela Vida da Colombia

Autores/as

  • Ximena Alexandra Correal Cabezas Pontificia Universidad Javeriana

Palabras clave:

body, performance, pro vida, sexuality, life (en).

Palabras clave:

cuerpo, performance, “pro vida”, sexualidad, vida (es).

Palabras clave:

corpo, performance, pro vida, sexualidade, vida (pt).

Referencias

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Cómo citar

APA

Correal Cabezas, X. A. (2017). Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, 4(4), 34–51. https://doi.org/10.14483/25909398.13661

ACM

[1]
Correal Cabezas, X.A. 2017. Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos. 4, 4 (ene. 2017), 34–51. DOI:https://doi.org/10.14483/25909398.13661.

ACS

(1)
Correal Cabezas, X. A. Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia. corpo graf. 2017, 4, 34-51.

ABNT

CORREAL CABEZAS, Ximena Alexandra. Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, [S. l.], v. 4, n. 4, p. 34–51, 2017. DOI: 10.14483/25909398.13661. Disponível em: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/13661. Acesso em: 9 dic. 2024.

Chicago

Correal Cabezas, Ximena Alexandra. 2017. «Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos 4 (4):34-51. https://doi.org/10.14483/25909398.13661.

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Correal Cabezas, X. A. (2017) «Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia», Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, 4(4), pp. 34–51. doi: 10.14483/25909398.13661.

IEEE

[1]
X. A. Correal Cabezas, «Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia», corpo graf., vol. 4, n.º 4, pp. 34–51, ene. 2017.

MLA

Correal Cabezas, Ximena Alexandra. «Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, vol. 4, n.º 4, enero de 2017, pp. 34-51, doi:10.14483/25909398.13661.

Turabian

Correal Cabezas, Ximena Alexandra. «Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos 4, no. 4 (enero 2, 2017): 34–51. Accedido diciembre 9, 2024. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/13661.

Vancouver

1.
Correal Cabezas XA. Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia. corpo graf. [Internet]. 2 de enero de 2017 [citado 9 de diciembre de 2024];4(4):34-51. Disponible en: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/13661

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Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la Plataforma Unidos por la Vida de Colombia*

 


It is a container: the body of women in the United for Life Platform of Colombia

É um contêiner: o corpo das mulheres na Plataforma Unidos pela Vida da Colombia


Ximena Alexandra Correal Cabezas**

Magistra Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia

Correo electrónico: ximena.a.correal@gmail.com

Revista Corpo-grafías: Estudios críticos de y desde los cuerpos / Volumen 4 – Número 4 / Enero – diciembre de 2017 / ISSN impreso 2390-0288, ISSN digital 2590-9398 / Bogotá, D.C., Colombia / pp. 34-51.

Fecha de recepción: 8 de octubre de 2016. Fecha de aceptación: 10 de noviembre de 2016. Doi: https://doi.org/10.14483/25909398.13661

Cómo citar este artículo: Correal, X. (2017, enero-diciembre). Es un contenedor: el cuerpo de las mujeres en la plataforma Unidos por la vida de Colombia. Revista Corpo-grafías: Estudios críticos de y desde los cuerpos, 4(4), pp. 34-51 / ISSN 2390-0288.

*Artículo de investigación: este artículo presenta algunos de los hallazgos y conclusiones principales sobre la categoría “cuerpo”, que deja la tesis de maestría “El caso Unidos por la Vida” presentada ante la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

 

** Investigadora independiente. Magistra en Estudios Culturales. Especialista en Gerencia y Gestión Cultural. Comunicadora social con énfasis en Comunicación Educación. Activista, feminista, con amplia experiencia en materia de derechos humanos de las mujeres.



Resumen


Este artículo presenta algunos de los hallazgos y conclusiones principales sobre la categoría “cuerpo”, que concluye la tesis de maestría “El caso Unidos por la Vida. Una plataforma de creencias y verdades absolutas sobre la vida, el cuerpo y la sexualidad”. El artículo reflexiona sobre las formas en que redes “pro vida” como Unidos por la Vida, reproducen el bina- rismo, la heteronormatividad, e intervienen en la sociedad y en la familia conformada por un hombre y una mujer (familia con fines unitivos y procreativos). Su discurso se enfoca en la defensa de la vida, pero a través de ella despliega un proyecto político de país que apela a la administración del cuerpo y la sexualidad de las mujeres, y por ende, a la reproducción y legi- timación de un modelo de sociedad conservador y heteronormativo, que da predominio a unas vidas y cuerpos sobre otros.

 

Palabras clave: cuerpo, performance, “pro vida”, sexualidad, vida.


Abstract


This article presents some of the main findings and conclusions about the “body” category, which leaves the master’s thesis “El caso Unidos por la Vida. Una plataforma de creencias y verdades absolutas sobre la vida, el cuerpo y la sexualidad”. The article reflects on the ways in which networks “pro life” as Unidos por la Vida, reproduces binarism, heteronormativity, and intervenes in society and in the family formed by a man and a woman (family for unitive and procreative purposes). Its speech focuses on the defense of life, but through it deploys a political project of country that appeals to the adminis- tration of the body and the sexuality of women, and therefore, to the reproduction and legitimation of a conservative and heteronormative model of society, that gives predominance to some lives and bodies on others.

 

Keywords: body, performance, “pro life”, sexuality, life.


Resumo


Este artigo apresenta alguns dos principais resultados e conclusões sobre a categoria “corpo”, que deixa tese de mestrado “El caso Unidos por la Vida. Una plataforma de creencias y verdades absolutas sobre la vida, el cuerpo y la sexualidad”. O artigo reflete sobre as maneiras em que as redes “pró-vida”, como Unidos por la Vida, reproduzem binarismo, heteronor- matividade, e intervir na sociedade ea família formada por um homem e uma mulher (família com fins unitivo e procriati- vo). Seu discurso centra-se na defesa da vida, mas através dela implanta um projeto político para o país que apela para a administração do corpo e da sexualidade das mulheres e, portanto, a reprodução e legitimação de um modelo de socieda- de conservadora e heteronormativa, que dá predominância de algumas vidas e corpos dos outros.

 

Palavras-chave: corpo, performance, “pro vida”, sexualidade, vida.


Introducción


Como un cuento que tiene un inicio, un nudo y un desenlace, el momento en que inició esta investigación tuvo un origen, uno en la calle y en un escritorio, con mujeres grandiosas movidas por una causa, un origen en la vida misma que me llevó por ciertos rumbos.

 

Fue en 2013, año en el que trabajaba en La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres (La Mesa), administraba sus redes sociales y diariamente me enfrentaba a comentarios (tuits o posts1) en los que tildaban lo que hacíamos como ‘asesinatos’, nos decían ‘perras, cerdas asesinas’, y cuanto calificativo horroroso se pueda imaginar. Así mismo, era acusada en la calle de ‘abortista’ y de ‘delincuente’, por el simple hecho de defender maternidades libres y seguras.

 

¿Quiénes eran esas personas acusadoras? ¿Por qué reaccionaban y nos atacaban de esa forma tan visceral y violenta? Comprendí que la vida y la sexualidad encarnadas en el cuerpo son categorías objeto de debates frente a lo que implican, a quien tiene la autoridad para definirlas, superando el campo discursivo y materializándose en experiencias y en cuerpos que responden a estos intereses.

 

De esta manera, el presente artículo plantea los principales hallazgos y reflexiones desarrollados en la tesis que adelanté para la maestría de Estudios Culturales, tesis cuyo nombre fue “El caso Unidos por la Vida. Una plataforma de creencias y verdades absolutas sobre la vida, el cuerpo y la sexualidad”2. El objetivo principal de la investigación fue identificar las nociones de cuerpo y sexualidad en las estrategias empleadas para defender y promover la familia y la vida humana, de la Plataforma Unidos por la Vida en Colombia.

 

Este artículo hace énfasis en el cuerpo y los intereses que despliega para redes “pro vida”3 en Colombia como Unidos por la Vida.


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  1. Entradas en Twitter y Facebook, respectivamente.
  2. Para consultar la tesis completa: http://bit.ly/2ntnLUp
  3. La nominación “pro vida” tiene que ver directamente con la promoción y defensa de una noción de vida que va desde la concepción hasta la muerte natural, en esa medida, quien se ubica bajo esta categoría defiende la vida del feto/bebé/no nacido, está en contra del aborto y de la eutanasia, se opone al uso de métodos anticonceptivos modernos y de alguna manera, concibe que el único tipo de relaciones admitidas son aquellas con fines procreativos. Está en contra del matrimonio y de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Importante resaltar que en este marco, son diferentes los matices que personas, grupos y organizaciones que se nombran “pro vida” adoptan o han adoptado frente a estos temas. En la investigación y en este artículo se utiliza el término “pro vida”, entre comillas, como una manera de destacar que es un término altamente cuestiona- ble y sugiere rigurosidad y debate su uso. Se emplea como sustantivo o adjetivo, siempre destacando que es una autodenominación, no una cualidad o nombre que se asigna o una forma personal de describir de manera precisa y exhaustiva a estos sectores (Morán, 2014, p. 61).

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Estudio fotográfico documental “Abuela” Colectivo Audiovisual Caja de Espejos.

Lesly Segura, Fabio Medellín, Edna Higuera, Michels Manchego y Llerly Darlyn Guerrero.


Encuadre metodológico


La investigación se enmarcó metodológicamente en los estudios culturales, empleó el método hermenéutico y tomó insumos de reflexiones políticas de los estudios feministas.

 

Los estudios culturales reconocen la cultura como un entretejido de relaciones de poder que no es ajena al contexto social y que, por ende, no deja de estar influenciada por intereses políticos, económicos y religiosos. Esta tesis le apostó a comprender las estructuras de poder que se tejen alrededor del cuerpo y de la sexualidad en contexto, “este esfuerzo por hacer un trabajo radicalmente contextualista –por llevar ese contextualismo no sólo al objeto, sino también a la teoría y la política, por resistir el universalismo epistemológico de la ciencia– es el corazón mismo de los estudios culturales” (Grossberg, 2009, p. 26).

 

A ello se sumó la mirada feminista que fortaleció los cuestionamientos y análisis frente a la situación y representación de las mujeres en contextos específicos y frente a las relaciones de poder que se tejen para construir feminidades y masculinidades hegemónicas. Mirada que me permitió preguntarme por las categorías de interés (incluyendo la de cuerpo), desde un abordaje analítico que reconoce las discriminaciones que a lo largo de la historia han vivido las mujeres, así como también, cuestiona la construcción y reproducción del binarismo: “la teoría feminista está involucrada en un proyecto antisexista que implica desafiar y desconstruir discursos falocéntricos, así como en un proyecto positivo de construir y desarrollar otros modelos, métodos, procedimientos, discursos, etc.” (Gross, 1986, p. 91).

 

El feminismo desde el que me ubiqué reconoce que siempre se habla y se produce desde un lugar en el mundo, desde una posición de sujeto4, desde un conocimiento situado, o desde intereses y voluntades específicas, nada ingenuas.

 

Teniendo en cuenta este marco, para adelantar la tesis apliqué diferentes instrumentos de investigación. La fase de campo la realicé principalmente durante 2015 e incluyó una revisión documental de archivos públicos de Unidos por la Vida (principios, comunicados, videos y artículos de su autoría); notas de prensa publicadas sobre la plataforma y notas en las que se enunciara o citara a alguien de la plataforma. Este material fue recopilado de distintos medios de comunicación, como El Tiempo, El Espectador, ACI Prensa y Voto Católico. El monitoreo se hizo desde 2006 (año en que se constituyó Unidos por la Vida), con el objeto de indagar sobre su historia y su posición oficial frente a temas de interés para la investigación.

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4  “La crítica a la categoría de sujeto unificado, y el reconocimiento de la dispersión discursiva en el interior de la cual se constituye toda posición de sujeto […] son la condición sine qua non para pensar la multiplicidad a partir de la cual los antagonismos emergen en sociedades en las que la revolución democrática ha traspasado un cierto umbral” (Laclau y Mouffe, 1987, p. 275).


El trabajo de campo también implicó profundizar en los discursos y prácticas de la plataforma. Para tener mayor acercamiento a esta red5 acudí a la observación participante en eventos públicos, haciendo énfasis en el día del no nacido (evento de la Iglesia católica que generalmente respaldan), y la marcha por la vida (su evento público principal cada año). Durante estos eventos, llevé diario de campo y registro fotográfico. En total, asistí a la eucaristía del día del no nacido el 25 de marzo de 2014 y el 25 de marzo de 2015, a la Marcha por la Vida el 17 de mayo de 2014 y el 23 de mayo de 2015, y al Plantón en contra de la adopción igualitaria el 11 de noviembre de 2015, espacios en los que pude recabar información clave.

 

Paralelamente, en 2015 empleé la etnografía virtual haciendo seguimiento a su web, twitter y fanpage (incluyendo la de Jóvenes Unidos por la Vida), centrando la atención en los posts, tuits y las interacciones que se relacionaran o dijeran algo directamente sobre las categorías claves. Me enfoqué en los posts e interacciones durante las fechas emblemáticas y momentos claves en los que aumentó la información.

 

Adicionalmente, hice entrevistas semiestructuradas a personas relacionadas directamente con Unidos por la Vida, y para fortalecer el marco de análisis y de contexto, hice algunas entrevistas a académicos y representantes de ONG que tuviesen algún tipo de relación con los “pro vida” o los activismos cristianos.

 

Finalmente, obtuve los insumos para realizar un mapeo de los actores sociales principales (políticos y religiosos) con quienes la red ha entablado alianzas, esto lo tomé de su web y del monitoreo a medios nacionales.


Resultados


Para dar contexto a la investigación, es clave destacar que la emergencia de los grupos autodenominados “pro vida” en Occidente se dio en la década de los 60 como respuesta a transformaciones jurídicas y sociales que marcaron claramente el dominio del cuerpo y la vivencia de la sexualidad; cambios como la pastilla anticonceptiva, el consumo de marihuana, la despenalización del aborto, la creación de unidades de planificación familiar, la introducción de la educación sexual y la visibilización de formas alternativas a la familia tradicional, fueron motivos suficientes para que estos grupos surgieran.

 

El 22 de enero de 1973 hubo un hito importante en Estados Unidos, luego de emitida la sentencia Roe versus Wade, del Tribunal Supremo de este país. La sentencia legalizó el aborto y en lugar de referirse al feto como persona, se refirió a este como niño por nacer. Antes de la sentencia, estos grupos consistían en personas (en su mayoría


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5  No fue fácil obtener entrevistas, así que otra forma de acercarme a este colectivo fue en los eventos referenciados.

 

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Estudio fotográfico documental “Abuela” Colectivo Audiovisual Caja de Espejos.

Lesly Segura, Fabio Medellín, Edna Higuera, Michels Manchego y Llerly Darlyn Guerrero.


católicas) de diferentes disciplinas que promovían la defensa del no nacido. La movilización de los “pro vida” a gran escala comenzó después de la sentencia.

Las primeras organizaciones autodenominadas “pro vida” en América Latina aparecieron, sobre todo, a finales de los 70 e inicio de los 80, sosteniendo una agenda vinculada con la sexualidad que transmitía al mismo tiempo la experiencia y principios cristianos católicos. En Colombia, su surgimiento se ligó principalmente a intentos por despenalizar el aborto en el país que iniciaron en la década de los 70 y que, según el recuento histórico de Morán (2014) estuvieron marcados por una tendencia asistencialista y preventiva. Las organizaciones “pro vida” más antiguas en el país son Derecho a Nacer (inició en septiembre 15 de 19756) y Vida Humana Internacional cuya filial en Colombia, según su web, es la Fundación Cultura de la Vida Humana7.

 

En este contexto se enmarcó el surgimiento de Unidos por la Vida, una plataforma constituida en 2006 que reúne diferentes organizaciones y personas interesadas en la defensa de la vida y la promoción de un tipo de sexualidad específico: “La plataforma surge como un hijito de esta Red Futuro Colombia […] lo que buscaban sobre todo era ser una plataforma donde se asocian varias organizaciones para poder liderar acciones de incidencia cívica e incidencia política”8).

 

Unidos por la Vida realiza incidencia política en contra del aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario y la adopción de niñas/os por parejas del mismo sexo, sin embargo, su énfasis está en los temas relacionados con la defensa de la vida del no nacido. Ha sido reconocida en medios de comunicación como la plataforma promotora del “referendo por la vida”9 y en ella convergen creyentes de diferentes vertientes del cristianismo, como el catolicismo.

 

De esta manera y de acuerdo a los objetivos que me propuse en la investigación, dos temáticas permitieron evidenciar de manera clara el lugar que ocupa el cuerpo para esta plataforma, estas fueron la cultura de la vida y al performance que se plantea la red.

 

La categoría cuerpo fue fundamental en la tesis porque entrecruzaba ese lugar de lo íntimo (lo considerado tradicionalmente como “privado”) con el lugar de lo público o aquello que se disputa en las decisiones legislativas, en las iglesias, en las plazas, etc. El cuerpo se asumió como territorio, como lugar social construido en el que se


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  1. Surge ante la presentación en el Senado en 1975 de un proyecto de ley para despenalizar el aborto. Fue creada por iniciativa de Astrid Tamayo de Bayer, “desde entonces viene ayudando a las mujeres que, a causa de un embarazo no esperado, se encuentran en conflicto y en busca de una solución” (Web oficial de Derecho a Nacer) (Consultado el 11/07/16).“existe para dar gloria a Dios defendiendo la Vida, la Fe y la Familia. Fue fundada en 1981 y es la mayor organización internacional provida, con afiliados y asociados en más de 100 países en seis continentes. Como apostolado educativo y sin ánimo de lucro, HLI da un enfoque global a la cuestión de la vida, desde el momento de su concepción hasta el momento de su muerte natural” (Web oficial de Vida Humana Internacional) (Consultado el 04/04/16).

    8 . D. Cardona, comunicación personal, 23 de febrero de 2016.

     

    9.  El 21 de marzo de 2014, el comité promotor del referendo contra el aborto presentó dos millones de firmas ante la Registraduría de la Nación como respaldo a la iniciativa que pretendía modificar el artículo 11 de la Constitución colombiana para prohibir el aborto en todas sus formas. Esta iniciativa no pasó por faltas en la recolección de firmas.


depositan no sólo la idea de un sexo/género, la pertenencia a una raza, la filiación a un grupo étnico, la generación o nacionalidad; sino también, se asocia a normas sociales que responden a contextos e intereses específicos: “El cuerpo constituye un concepto central para comprender el ordenamiento social y simbólico de la sociedad porque en él confluyen y se realizan intenciones diversas” (Pedraza, 2007: 13).

 

El cuerpo de las mujeres cobró un significado preponderante en cuanto “dador vida”, en cuanto albergaba cigotos, fetos o “no nacidos”10. Pero este mismo dejaba de tener importancia, cuando empezaba a plantearse y reiterarse insistentemente la superioridad moral y la inocencia de la vida de aquello que albergaba la mujer en el vientre.

 

La centralidad de los cigotos, embriones y fetos se efectiviza dentro de la cultura popular a costa de un consecuente proceso de resignificación del cuerpo de las mujeres bajo la idea de un “medio” o “contenedor” de donde surge la vida. Como señala Nathan Stormer (2003), la mujer y el feto no son representados como personas iguales, sino más bien como una matriz biológica y su producto, respectivamente (Morán, 2014, p. 40).

 

1. La cultura de la vida

 

El cuerpo es un lugar de inscripción del poder, del saber y del placer, “cada sociedad esboza, en el interior de su visión del mundo, un saber singular sobre el cuerpo: sus constituyentes, sus usos, sus correspondencias, etcétera. Le otorga sentido y valor” (Le Breton, 2002, p. 8). El cuerpo es situación y puede ser interpretado desde diferentes significados culturales (Butler, 2007, p. 57). En el caso de Unidos por la Vida, la idea y experiencia del cuerpo se han enmarcado en los mandatos que da la cultura de la vida a partir de los cuales se incorporan ciertos “ideales de femineidad y masculinidad, ideales que casi siempre se relacionan con la idealización del vínculo heterosexual” (Butler, 2002, p. 325).

 

Estos han depositado expectativas en los cuerpos sexuados, las cuales reproducen estereotipos de una feminidad y una masculinidad tradicional. Estos ideales, junto con los saberes y tecnologías de control, han permitido ver/valorar/interactuar con cigotos, embriones y fetos, figuras que cada vez más, ocupan un papel protagónico en la sexualidad y en la vida, por encima de los cuerpos, de la vida y de la misma sexualidad de quienes los conciben.

 

La cultura de la vida es una expresión con raíces religiosas, fue acuñada por el Papa Juan Pablo II en una gira por Estados Unidos en 1993 y desarrollada posteriormente en la Encíclica Evangelium Vitae. La cultura de la vida está enfocada en promover valores que exaltan a la persona, apelando a una sociedad particular que enaltece la vida humana desde la fecundación11 hasta la muerte natural12.


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10 . Término que emplea la Plataforma Unidos por la Vida para referirse al feto.

Los términos fecundación y concepción fueron empleados indistintamente por la plataforma en el material recolectado.

Entrevista D. Cardona, comunicación personal, 23 de febrero de 2016.

 

 

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Estudio fotográfico documental “Abuela” Colectivo Audiovisual Caja de Espejos.

Lesly Segura, Fabio Medellín, Edna Higuera, Michels Manchego y Llerly Darlyn Guerrero.


A la cultura de la vida se le asocian valores como la solidaridad, la caridad (que se manifiesta en diferentes formas de voluntariado y compromiso político), el amor propio y la castidad, que reflejan su particular comprensión de la sexualidad. Apelando al compromiso de todos: “En la movilización por una nueva cultura de la vida nadie se debe sentir excluido: todos tienen un papel importante qué desempeñar” (Encíclica Evangelium Vitae).

 

Desde la cultura de la vida se busca proteger el derecho a la vida y sensibilizar, humanizar y evidenciar que “por fines egoístas” se está cambiando “el principio natural de protección a la vida”13. En la plataforma se destaca que madre e hijo son dos seres distintos y que “estar al interior de algo no es lo mismo que ser parte de algo […] los seres humanos no deberían ser discriminados por su lugar de residencia” (Fanpage Unidos por la Vida, 15 de abril de 2015). En esa medida, se reconoce que embriones y fetos son seres humanos en otras etapas de desarrollo, y que el aborto significa terminar con una vida.

 

La cultura de la vida es discurso y práctica para Unidos por la Vida, “La denominación es a la vez un modo de fijar una frontera y también de inculcar repetidamente una norma” (Butler, 2002). Esta cultura genera identidad en un grupo de personas que se sienten congregadas por la defensa de esta noción particular de vida y produce al mismo tiempo una que se le opone, es decir, la cultura de la muerte, en la que ubican los valores y personas que defienden el aborto y prácticas alrededor de las familias homparentales14.

 

Desde la cultura de la vida se defiende la maternidad como absoluto (cargada de valores como la felicidad, la bondad y la esperanza), y la dignificación de la mujer por su capacidad de dar vida, de reproducirla, pero no como individuo que puede tomar otro tipo de decisiones15.

 

La maternidad es entonces el fin “natural” de las mujeres y se hace necesario controlar con quién y cómo deben relacionarse no solo ellas, sino también, cada individuo de la sociedad16. Entonces, las mujeres importan en cuanto cuerpos, en cuanto son seres “que pueden amar diferente”, que pueden procrear y permitir que la sociedad se mantenga. Se reproduce así el estereotipo de una feminidad tradicional resaltada por la capacidad y el don de la mujer de “dar vida” y “ser madre”: “puesto que las normas heterosexuales de género producen ideales que no pueden alcanzarse plenamente, podría decirse que la heterosexualidad opera a través de la producción regulada de versiones hiperbólicas del “hombre” y la “mujer” (Butler, 2002, p. 333).


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13 . Entrevista líder pro vida de la plataforma, comunicación vía skype, 27 de febrero de 2016.

 

14 . “Bajo esta retórica, la idea de la “cultura de la vida” es asociada al sostenimiento de una verdad moral que se pretende universal y objetiva, mientras que la “cultura de la muerte” es inmediatamente relacionada con el avance de una cultura que pone en cuestión dichos principios fundamentales, asociándola con la idea de un “relativismo moral”” (Morán, 2014, p. 207).

 

Pareciese que estos grupos no comprendieran, como lo decía Butler, que los cuerpos nunca acatan enteramente las normas mediante las cuales se impone su materializa- ción (Butler, 2002). Los cuerpos, las personas, no siempre siguen los mandatos establecidos por la sociedad.

Entrevista C. Melo, comunicación personal, 22 de enero de 2015; Entrevista S. Mazo, comunicación personal, 14 de julio de 2015; Morán, 2014.


Por otro lado, la cultura de la vida involucra también la noción de una ‘sociedad civilizada’, asunto que penetra las políticas de Estado y la conservación de la estructura social tradicional. Las sociedades civilizadas son para la plataforma, aquellas que “deben acoger, proteger, promover y celebrar la vida desde el momento de la fecundación […] Acogemos nuestra identidad cultural colombiana, rica en valores que exaltan la vida, la familia y la paz”17.

 

Entonces hay unos cuerpos que importan más que otros, son cuerpos con nuevos significados atribuidos por los desarrollos tecnológicos, que les han dotado de nuevos sentidos, sentimientos y “vida”.

 

En este marco, siguiendo a Irma van der Ploeg (2004), la materia viva se convierte en el centro de la gestión política, produciendo una perspectiva que no solo afecta la comprensión de nosotros/as mismos/as o la estructura de las relaciones sociales, sino que produce nuevas ontologías del cuerpo (Morán, 2014, p. 34).

 

La cultura de la vida constituye entonces el esquema temático, conceptual y práctico que sustenta el quehacer de Unidos por la Vida. Desde ella enmarcan gran parte de sus discursos y acciones por la defensa de la vida de los no nacidos, porque ¿Quién estaría en contra de la vida si no aquellos que no la defienden desde la fecundación hasta la muerte natural? Se evidencia así una noción de cultura como paquete o sistema hermético en el que no se puede intervenir, que es inamovible, ya que reúne características y valores que le son propios.

 

La cultura de la vida afianza una moral sexual cristiana que controla el cuerpo y la voluntad, que incita a una revisión permanente de sí mismo, y que se hace cuerpo, carne, sexualidad, se naturaliza, se oculta, es decir, se materializa (Butler, 2002, p. 65).


3. El performance


Unidos por la Vida reconoce la importancia que tiene la forma de ponerse en escena ante el público, esto incluye cómo hablan, lo que dicen, cómo visten y los símbolos que utilizan, entre otros elementos. Su performance empieza con la manera de autodenominarse, de llamar su causa y a quienes se oponen a ella, de tal forma que se autodenominan “pro vida” y llaman a esos otros que están en contra de sus principios “asesinos”, “abortistas” o “pecadores”, por ejemplo.


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  1. Unidos por la Vida, Manifiesto de principios de la plataforma ciudadana Unidos por la Vida, Referendo por el derecho a la vida.


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    e. Tuit Unidos por la Vida.

     

    En sus manifestaciones, comunicados y acciones la plataforma tilda de “lobby gay” o “lobby abortista” a quienes defienden los derechos sexuales y reproductivos, de manera que algunas de sus respuestas buscan atacar y desinformar sobre la postura de sus “enemigos” (Video: Alientan a firmar a favor de referéndum para revertir aborto en Colombia, 3 de julio de 2013; Líder pro vida de la plataforma, contacto vía skype, 27 de febrero de 2016). De esta forma, se definen por abanderar la causa de la vida mientras que esos otros (otras), que ubican en el lugar de una “minoría”, desde su perspectiva, están del lado de la muerte.

     

    Con respecto a los sujetos de esta causa, tienden a usar términos como “no nacido”, “el bebé”, “aquel que no tiene voz”, “los seres más indefensos”. En el caso de las mujeres (gestantes), las llaman “madres” o “mamitas” así no se reconozcan como tal. Pareciese que el hecho de quedar en embarazo estuviera ligado indiscutiblemente con la maternidad, aun cuando muchas mujeres no se reconocen en ese papel.


    De otra parte, ese “bebé” o “ser indefenso” es importante desde la concepción (cigoto, embrión, feto): “Tal como los términos bebé que empieza a andar y adolescente, los términos embrión y feto no se refieren a no humanos, sino que se refieren a humanos que se encuentran en etapas específicas de desarrollo” (Fanpage Unidos por la Vida, 15 de abril de 2015).

     

    La puesta en escena de Unidos por la Vida involucra atuendos específicos según la delegación u organización de la plataforma. En el caso preciso de su uniforme, consta de una camiseta roja con su logo, es decir, el nombre de la plataforma y una mano con un corazón, esto va sumado a un corazón que se pintan en sus manos y que “hacen latir” en las marchas y espacios en los que quieren visibilizarse.

     

    Así, usan también camisetas que dicen No al aborto, Sí a la Vida, botones con imágenes religiosas, globos en la barriga, cruces y rosarios que emplean indistintamente; ello evidencia la diversidad de personas que reúnen, que sobrepasan la edad, el sexo, la geografía y que pareciese unificar el sentimiento de lucha y unidad en contra de asuntos como el aborto (Comunicado Unidos por la Vida, 19 de mayo de 2014; Comunicado Unidos por la Vida, 5 de junio de 2015).

     

    Toda construcción de una “nación” es imaginada como una entidad limitada, con fronteras finitas, soberana y asociada a una comunidad. La comunidad, en este sentido, no representa una unidad “verdadera”, sino que es igualmente imaginada y producida como una entidad limitada y uniforme. De este modo, como señalan Michael Hardt y Antonio Negri (2006), la construcción de la nación tiende a borrar las desigualdades y el pluralismo vivo en el interior de sus límites discretos, produciendo la ilusión de una unidad homogénea (Morán, 2014, p. 192).

     

    Cuando acuden a medios de comunicación, una figura “política”, “médica” o más cercana a las personas es quien presenta la posición de la organización desde un discurso de experticia médica, política o testimonial18. En todos sus mensajes no importa la procedencia, el sentimiento de indignación, rechazo y aversión con respecto a esos otros, es claro. Aquí hace presencia la cultura de la vida versus la cultura de la muerte, su performance viste cuerpos específicos para lucir como autoridades o testimonios y legitimar sus discursos.

     

    El testimonio juega también un papel clave, le da cuerpo e historia al aborto, a lo grave que puede ser tomar la decisión de llevarlo a cabo. El testimonio es muestra clara de que la cultura “pro vida” debe asumirse y el derecho al aborto rechazarse. Un ejemplo son las voces y cuerpos que “ponen la cara” en debates y marchas: mujeres que han abortado, niños y niños con síndrome de Down, curas, pastores, entre otras personas (Registro de campo 8va y 9na Marcha por la Vida promovida por Unidos por la Vida, mayo de 2014 y 2015 en Bogotá).


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  2. Muestra clara es el material recopilado en el que Jesús Magaña, Danelia Cardona o Amanda Rodríguez se pronuncian frente al aborto, por ejemplo: Unidos por la Vida, entrega de firmas y radicación del Proyecto de Acto Legislativo Por el Derecho a la Vida, 3 de agosto de 2011; Catholic.net, ‘En el Congreso de Colombia Proyecto de Acto Le- gislativo por el Derecho a la Vida, 3 de agosto de 2011; El Espectador, Cruzada católica contra el aborto, 4 de septiembre de 2012; Gaudium Press, Arquidiócesis de Barranquilla, en Colombia, realiza conversatorio para promover la defesa de la vida, 17 de abril de 2013; HSB Noticias, En Pasto marcharán en contra del aborto, 1 de mayo de 2014; Unidos por la Vida, 8MARCHA PROVIDA!!, 25 de abril de 2014; Unidos por la Vida, Pacho Santos se convierte en el candidato a la alcaldía de Bogotá que luchara vs. el aborto y dará opciones a las mamás en problemas durante el embarazo, 10 de septiembre de 2015.


    Además de los testimonios son los cuerpos que se unen a un cuerpo colectivo que creen en la causa “pro vida”, “que prestan sus piernas para caminar por los que no pueden caminar (gritos), que está prestando su voz por los que no pueden hablar (gritos)” (Registro de campo 9, Marcha por la Vida, discurso Jesús Magaña, mayo de 2015).

     

    La puesta en escena también está en las redes sociales a través del lenguaje, las imágenes y los sonidos. Es común ver fetos descuartizados o fetos “con vida y nombre” que hablan a la mujer o a la sociedad y que levitan en un lugar desconocido (el vientre de la mujer), el feto adquiere entonces una voz, personalidad, vida. “La estrategia de lucha antiabortista es hacer la personalidad del feto una profecía auto-cumplida, haciendo del feto una presencia pública” (Petchesky, 1987, p. 264)19.

     

    Las imágenes se encargan de recordar que, según ellos y para que nadie lo olvide, el aborto es un crimen, un genocidio, un pecado. Digitales o impresas y a diferentes tamaños las imágenes muestran el “horror” del aborto a partir de fetos intervenidos con pinzas, “destrozados” y “aniquilados”. Además, estas han sido un producto estratégico a partir del cual han creado un símbolo de gran impacto para su lucha: un feto que suelen llevar a cada marcha, conversatorio o evento al que son invitados. Pareciese que fuese una evidencia con la que prueban la magnitud o “el tamaño” que tiene la decisión de abortar. Aquí un claro ejemplo de lo anterior:

     

    Les voy a entregar un molde de un bebé de 8 semanas, no sé si se pueda ver en las cámaras, pero vemos que está completamente formado, su cabeza, sus manos, sus piernas y su corazón están latiendo y este ser humano que está vivo, que está creciendo en el vientre de su mamá lo único que está esperando es ser protegido y cuidado. Este bebé con un nombre propio está esperando que nosotros como sociedad protejamos el derecho a la vida y resulta que por el aborto, este niño no tiene forma de protegerse y de defenderse y está siendo asesinado de la forma más brutal […] resulta que por alguna ideología empezamos a escuchar que se promueve el falso derecho al aborto, lo que sí existe el derecho a vivir (Programa Veredicto, Aborto, 1 de diciembre de 2015).

     

    La imagen es además fragmento, a través del cual cosifican y reducen el cuerpo de las mujeres a una parte de ellas, es decir, a su vientre, vientre que en algunos casos es invisible, desaparece al convertirse en ese no espacio indescriptible en el que “vive” el feto, “Estar al interior de algo no es lo mismo que ser parte de algo”, “Los seres humanos no debieran ser discriminados a causa de su lugar de residencia” (Fanpage de Unidos por la Vida, 15 de abril de 2015). Adicional a ello, los vientres de las mujeres son mostrados en estados gestacionales avanzados, estrategia para reafirmar la idea de que toda la que aborta lo hace durante esa etapa.

     

    Otro elemento clave de su performance es la apelación a la patria a partir del uso de símbolos nacionales como la bandera y el canto del himno nacional. En el trabajo de campo durante la Marcha por la Vida de 2014 y 2015 algunas personas de la plataforma usaban la bandera en sus hombros, la llevaban en sus manos, o cantaban el himno nacional, tal como sucedió en el acto inaugural de las marchas. En el caso de la misa del no nacido, “La parte delantera de las sillas estaba ocupada por las madres o embarazadas, que se ubicaban como en 2014, por colores (amarillo, azul o rojo según la edad del bebé (ya nacido) o las semanas de gestación)” (Registro de campo, misa del no nacido, 2014).


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  3. TrTraducción propia.

Ello se relaciona con ese modelo de país que proponen y que se evidenció en la investigación, un país de símbolos nacionales, de valores tradicionales, de diferencias asentadas no en el marco de la autonomía o del derecho, sino de la exclusión social. Un modelo de país que lucha por la vida del no nacido mientras que invisibiliza las muertes de los que ya nacieron, que legitima los horrores de la guerra bajo discursos de seguridad nacional amparados en el lenguaje de los derechos, un país que da vida a unos y la quita a otras.

 

A manera de conclusión

 

Para cerrar, es clave resaltar que el cuerpo y la sexualidad juegan un papel importante para grupos conservadores como Unidos por la Vida, les atraviesan como instrumentos que hacen parte de una causa (la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural), la cual termina sumando respaldos a intereses políticos que superan el campo de la sexualidad, “En las relaciones de poder la sexualidad no es el elemento más inerte, sino, más bien, uno de los que están dotados de la mayor instrumentalidad: utilizable para el mayor número de maniobras y capaz de servir de apoyo, de bisagra, a las más variadas estrategias” (Foucault, 2005, p. 97). Estas categorías son parte preponderante en cuanto su control garantiza la reproducción de la familia como institución en la que se transmiten valores, nociones de verdad, y la cual mantiene y reproduce el sistema social tradicional.

 

En redes o grupos como Unidos por la Vida los cuerpos importan y ocupan jerarquías específicas. El cuerpo del feto (bebé, no nacido), mide el avance y progreso de la sociedad o el retroceso a tiempos no civilizados. El feto adquiere personalidad y con ello, nombre, sentido, dimensiones y valor. Los cuerpos de las mujeres importan en cuanto contenedores de “esa vida”, su lugar se reduce al vientre y es allí donde el feto navega y “vive” casi en un espacio aislado. De esta forma, las mujeres y sus cuerpos adquieren preponderancia cuando se acogen al mandato establecido, cuando reproducen una noción de vida (como la de Unidos por la Vida), y cuando legitiman el modelo tradicional de sociedad, un modelo heteronormativo, conservador y no cuestionador del statu quo.

 

Así, como feminista, como defensora de derechos humanos y como investigadora social, creo que en el antagonismo hay posibilidad de construcción colectiva y de sentido, creo también que esto debe lograrse bajo apuestas políticas transparentes y liberadoras, sin máscaras escudadas en la defensa e imposición de una noción de la vida, del cuerpo y de la sexualidad; apuestas que permitan a quien quiera involucrase en una lucha, saber a qué se enfrenta y que lo haga desde la certeza de que los absolutos son peligrosos y la desinformación una mala artimaña.


Referencias

 

Butler, J. (2002). Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos de “sexo”. Buenos Aires: Editorial Paidós. Butler, J. (2007). El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad. Barcelona: Editorial Paidós.

 

Foucault, M. (2005). Historia de la sexualidad. 1. La voluntad del saber. México D.F.: Editorial Siglo XXI. Galán, C. (2011). Hermenéutica y artes visuales. Recuperado de http://bit.ly/29Y9Xua el 21/07/16.

 

Gross, E. en Paterman, C. (1986). Feminists challenges, social and political theory. Boston: Northeastern University Press.

 

Grossberg, L. (2009). El Corazón de los Estudios Culturales: Contextualidad, Construccionismo y Complejidad. Tábula Rasa. (10), 13-48. Laclau, E., y Mouffe, C. (1987). Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia. Madrid: Siclo XXI.

 

Le Breton, D. (2002). Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva Visión.

 

Morán, J. M. (2014). “De vida o muerte. Patriarcado, heteronormatividad y el discurso de la vida del activismo “Pro-Vida” en Argentina”. Tesis doctorado en Estudios Sociales de América Latina. Mención en Sociología. Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba.

 

Pedraza, Z. (comp.). (2007). Políticas y estéticas del cuerpo en América Latina. Bogotá: Ediciones Uniandes.

 

Petchesky, R. (1987). Fetal Images: The Power of Visual Culture in the Politics of Reproduction. Feminist Studies, (2), 263-292.

 

Fuentes primarias

 

Aci Prensa. (2013, julio 3). Video: Alientan a firmar a favor de referéndum para revertir aborto en Colombia. Recuperado de http://bit.ly/1SBouf7

 

Canal YouTube. (2015, diciembre 7). Veredicto NTC Aborto-Veredicto-Diciembre 7 de 2015. Recuperado de http://bit.ly/1rpPl3O

 

Catholic.net (2011, agosto 3). En el Congreso de Colombia, Proyecto de Acto Legislativo por el Derecho a la Vida. Recuperado de http://bit.ly/29LL30G

 

El Espectador. (2012, septiembre 4). Cruzada católica contra el aborto. Recuperado de http://bit.ly/21cH1zV

 

Entrevista Carolina Melo, coordinadora de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres para la fecha, oficina de La Mesa, 22 de enero de 2015.

 

Entrevista Danelia Cardona, ex asesora Unidos por la Vida, Oficina de la Conferencia Episcopal, 23 de febrero de 2016. Entrevista líder pro vida de la plataforma, vía skype, 27 de febrero de 2016.

 

Entrevista Sandra Mazo, directora Católicas por el Derecho a Decidir-Colombia (CDD), oficina de CDD, 14 de julio de 2015. Fanpage Unidos por la Vida. 15 de abril de 2015. (10/05/16).

 

Gaudium Press. (2013, abril 17). Arquidiócesis de Barranquilla, en Colombia, realiza conversatorio para promover la defesa de la vida. Recuperado de http://bit.ly/1ZFttN5

 

HSB Noticias. (2014, mayo 1.) En Pasto marcharán en contra del aborto. Recuperado de http://bit.ly/29OZJxj Registro de campo 8va y 9na Marcha por la Vida promovida por Unidos por la Vida, mayo de 2014 y 2015 en Bogotá. Registro de campo, misa del no nacido, 2014.

 

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Unidos por la Vida. (2014, abril 25). 8MARCHA PROVIDA!! Recuperado de http://bit.ly/26uzsZV

 

Unidos por la Vida (2011, agosto 3). Entrega de firmas y radicacion del Proyecto de Acto Legislativo Por el Derecho a la Vida. Recuperado de http://bit.ly/1SR0Aev

 

Unidos por la Vida. (s. f.). Manifiesto de principios de la plataforma ciudadana Unidos por la Vida-Referendo por el derecho a la vida. Recuperado de http://bit.ly/1VV8GGx

 

Unidos por la Vida. (2015, junio 5). Comunicado oficial de la IX Marcha Nacional por la Vida. Recuperado de http://bit.ly/29PXcEw

 

Unidos por la Vida. (19 de mayo de 2014). Multitudinaria viii marcha nacional por el derecho a la vida. Recuperado de http://bit.ly/1Nb8fVQ

 

Vatican. (1995). Carta Encíclica Evangelium Vitae del Sumo Pontífice Juan Pablo II. Recuperado de http://bit.ly/1FUCw4U

 

Web oficial Derecho a Nacer: http://fundacionderechoanacer.org/

 

Web oficial Vida Humana Internacional (en español): http://vidahumana.org/

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