Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas

GEA-R7 Weavers: Networks, territories and new aesthetic views Tecedoras

GEA-R7: redes, territórios e novos olhares estéticos

Autores/as

  • Mónica Cecilia Suárez Arteaga
  • María Camila Assad Marín
  • María Cristina Tamayo Castaño

Palabras clave:

territorio, sororidad, red colaborativa, experiencia cultural, glocalidad (es).

Palabras clave:

territory, sorority, collaborative network, cultural experience (en).

Referencias

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Cómo citar

APA

Suárez Arteaga, M. C., Assad Marín, M. C. ., y Tamayo Castaño, M. C. (2021). Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, 8(8), 161–175. https://doi.org/10.14483/25909398.19083

ACM

[1]
Suárez Arteaga, M.C. et al. 2021. Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos. 8, 8 (ene. 2021), 161–175. DOI:https://doi.org/10.14483/25909398.19083.

ACS

(1)
Suárez Arteaga, M. C.; Assad Marín, M. C. .; Tamayo Castaño, M. C. Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas. corpo graf. 2021, 8, 161-175.

ABNT

SUÁREZ ARTEAGA, Mónica Cecilia; ASSAD MARÍN, María Camila; TAMAYO CASTAÑO, María Cristina. Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, [S. l.], v. 8, n. 8, p. 161–175, 2021. DOI: 10.14483/25909398.19083. Disponível em: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/19083. Acesso em: 23 nov. 2024.

Chicago

Suárez Arteaga, Mónica Cecilia, María Camila Assad Marín, y María Cristina Tamayo Castaño. 2021. «Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos 8 (8):161-75. https://doi.org/10.14483/25909398.19083.

Harvard

Suárez Arteaga, M. C., Assad Marín, M. C. . y Tamayo Castaño, M. C. (2021) «Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas», Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, 8(8), pp. 161–175. doi: 10.14483/25909398.19083.

IEEE

[1]
M. C. Suárez Arteaga, M. C. . Assad Marín, y M. C. Tamayo Castaño, «Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas», corpo graf., vol. 8, n.º 8, pp. 161–175, ene. 2021.

MLA

Suárez Arteaga, Mónica Cecilia, et al. «Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, vol. 8, n.º 8, enero de 2021, pp. 161-75, doi:10.14483/25909398.19083.

Turabian

Suárez Arteaga, Mónica Cecilia, María Camila Assad Marín, y María Cristina Tamayo Castaño. «Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos 8, no. 8 (enero 1, 2021): 161–175. Accedido noviembre 23, 2024. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/19083.

Vancouver

1.
Suárez Arteaga MC, Assad Marín MC, Tamayo Castaño MC. Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas. corpo graf. [Internet]. 1 de enero de 2021 [citado 23 de noviembre de 2024];8(8):161-75. Disponible en: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/19083

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Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas

Tejedoras GEA-R7: redes, territorios y nuevas miradas estéticas

GEA-R7 Weavers: Networks, territories and new aesthetic views Tecedoras

GEA-R7: redes, territórios e novos olhares estéticos

Mónica Cecilia Suárez Arteaga
Corporación Grupo Gestión Estratégica en Acción (GEA)., Colombia
María Camila Assad Marín
Corporación Grupo Gestión Estratégica en Acción (GEA)., Colombia

Recepción: 24 Marzo 2019

Aprobación: 24 Marzo 2020



Resumen: Este artículo tiene como objetivo dar a conocer al lec- tor una estrategia de trabajo en red y formativa, que ha permitido la continuidad de dos colectivos en el tiempo, mediante la interacción con medios tecnológicos que su- peran la barrera del cuerpo. Para ello se pretende recono- cer los conceptos fundamentales que dan forma a dicha interacción y son: el territorio, la sororidad y la configura- ción de red. Posteriormente, se dará un breve recuento de las organizaciones y la forma de trabajo, para al final rela- cionar algunas de las experiencias de los participantes de las organizaciones de GEA y R7, su sentir pensar, recono- ciendo sus voces sobre el trabajo con las organizaciones.

Palabras clave: territorio, sororidad, red colaborati- va, experiencia cultural, glocalidad..

Abstract: The aim of this article is presenting the reader how a networking strategy that has allowed to keep alive two groups over time, through interaction of technological media that overcome the body’s barrier. For this, the aim is to recognize the fundamental concepts that give shape to this interaction and are: the territory, the soro- rity and the network configuration. Subsequently, a brief account of the organizations and way of working will be given, to finalize by relating some of the experiences of the participants of the organizations of GEA and R7, their feeling, thinking, recognizing their voices on working with the organizations.

Keywords: territory, sorority, collaborative network, cultural experience, glocality..

Resumo: Este artigo tem como objetivo definir um parceiro para uma estratégia de trabalho em vermelho e formativo que tenha permitido a continuidade de grupos no tempo, a partir da interação com os meios tecnológicos que superam a barreira do cuerpo. Para definir se deseja reconectar os conceitos fundamentais que formam e interagem com o filho: o território, a irmandade e a configuração do vermelho. Posteriormente, selecione um breve retorno das organizações e forma de trabalho, para relacionar as algas com as experiências dos participantes das organizações de GEA e R7, no sentido de pensar, reconectando os vocais sobre a organização com as organizações.

Palavras-chave: território, sororidade, rede colaborativa, experiência cultural, glocalidade.

Ya nos hemos convocado bajo el principio del reconocimiento de la diversidad entre nosotras ahora hace falta reivindicar el principio de igualdad.

Pacto entre mujeres y sororidad. Marcela Lagarde (2006, p. 129)

Del territorio físico al territorio deslocalizado

La noción de territorio en esta reflexión se configura como un espacio que se construye desde lo vivencial como acción estética y como foco de las experiencias de un grupo de artistas, investigadoras y gestoras culturales, que se han tejido en red, para plantear un nuevo territorio que transita de lo físico (contexto local) a lo virtual networking (nacional e internacional) configurando así una nueva cartografía fundada en el trabajo colaborativo entre mujeres, que abren caminos para establecer nuevas vías de intercambio cultural.

Esta deslocalización no se da necesariamente desde el punto de vista del mercado, donde las empresas trasladan su sede para disminuir costos, se da desde la perspectiva del aprovechamiento de múltiples contextos locales para aumentar el margen de beneficios colectivos en el entorno global.

La perspectiva de lo femenino nos ha llevado a reflexionar y repensar el territorio para entenderlo como un espacio que se abre y flexibiliza, expandiendo las posibilidades para la creación estética desde la cooperación entre mujeres. Esto nos orienta a asumir una postura política hacia el reconocimiento mutuo entre nosotras, que valora los conocimientos, los saberes, los valores, las formas de producción, la participación en la reproducción, la estética, los conceptos filosóficos, los cuerpos y las sexualidades, las concepciones del mundo, las posiciones políticas, en fin, hacia todas las expresiones de las mujeres en términos de ser y hacer que, aún hoy, son desconocidas, ignoradas, silenciadas u omitidas en cualquier aspecto de la vida humana. (Castañeda, 2006, p. 41)

Figura 1
Figura 1

Fotografía por Mónica Cecilia Suárez, Cahuil, Chile Montaje fotográfico de María Camila Assad Marín

Para trazar nuestro territorio, se han abordado algunos conceptos, es así como nos encontramos con Deleuze (2014), cuando afirma que el mapa no es el territorio, e introduce la noción del rizoma:

El rizoma abre posibilidades, su forma se opone al sistema mismo de clasificaciones pues estas son de carácter estable. El mapa como forma de clasificación establece divisiones sobre el territorio, pero esta representación no es real. Cuando voy al territorio mismo, no veo estas divisiones. (Ojeda, 2018)

Así pues, en la representación gráfica del mapa como idea unificada, se confunde lo que yo trazo con lo que realmente es. Para Deleuze (2014), escapar de la idea estable de estas líneas, requiere de una apertura mental que permita entender el territorio como lugar con múltiples dimensiones, diferentes entradas, salidas, movimientos y fugas. Esta mirada en sí misma la presenta como una forma de resistencia. Esto desde una lectura de género, nos permite ubicarnos desde nuestra alteridad para ejercer miradas diferentes y ponerlas en práctica.

Desde otra perspectiva la territorialidad, como la definen los etólogos, es una conducta instintiva del reino animal. Sin embargo, el ser humano, por su capacidad de generar relaciones y símbolos comunes, ha instaurado diferencias de territorio que se dan no solo por una distribución geográfica, sino también por sus prácticas culturales (Suárez, 2016, p. 551). Solo cuando la sociedad humana comenzó significativamente a incrementar su escala y complejidad, la territorialidad se reafirmó como un poderoso fenómeno de organización y conducta.

Pero se trata de una territorialidad simbólica y cultural, no de la primitiva territorialidad de los primates y otros animales (Soja, 1971, p. 30). Según, el mismo autor, la territorialidad específicamente humana tiene tres elementos: el sentido de la identidad espacial, el sentido de la exclusividad y la compartimentación de la interacción humana en el espacio. Proporciona, entonces, no solo un sentimiento de pertenencia a una porción particular de tierra sobre el que se tienen derechos exclusivos, sino que implica un modo de comportamiento en el interior de ese espacio. Involucra unas formas de relación, unos acuerdos verbales o físicos, y una serie de valores que permitan la regulación en la diferencia.

Es entonces como este concepto humano migra a una nueva concepción del significado de territorio, que no es solo físico geográfico, o de apropiación, sino que está determinado también por territorios que, aunque habitan en el cuerpo y requieren del cuerpo no son altamente presenciales, y los encontramos en los avances tecnológicos visibilizados a través de las redes sociales, las cámaras, las aplicaciones de celulares, las plataformas y el software.

Esta territorialidad implica novedosas formas de interacción, conceptualización, y comunicación, que implica un cambio en la noción del tiempo en tanto los recursos hipermedia pueden funcionar de forma sincrónica y asincrónica, desnaturalizando la concepción del tiempo, que no cumpliendo con el conducto regular del empleado, o con un horario simultáneo entre países y regiones en cada contexto geográfico permite la comunicación e interacción de distintas formas simbólicas y conceptuales en un tiempo no lineal.

Por otra parte, y como ya se venía dilucidando en los años setenta la territorialidad, tal y como la define Sack (1986, p. 19), es una conducta humana que intenta influir, afectar o controlar acciones mediante el establecimiento de un control sobre un área geográfica específica. Para él la territorialidad humana cumple cuatro funciones básicas: fortalecer el control sobre el acceso al territorio, rectificar el poder por medio de su vinculación directa al territorio, desplazar la atención de la relación social de dominación y actuar como contenedor espacial de hechos y actitudes.

Esta territorialidad, así entendida, nos acerca entonces a los privilegios y beneficios y, por supuesto, a las desventajas o postergaciones que da, el pertenecer y no pertenecer a un espacio geográfico y simbólico. Para nosotras esta definición ha implicado hacer un proceso de distanciamiento del control, el poder, la dominación y el espacio ya que estas relaciones, que son a distancia, presenciales y semipresenciales, se instauran más que como una relación y un modelo vertical como una noción de comunidad; entendida en nuestro contexto como una unión de personas, de forma libre, con propósitos comunes, en las que se entretejen relaciones afectivas, creativas, académicas, políticas y sociales a través de diferentes canales.

Por ejemplo, el uso de los videos en distintas plataformas como medio de información, permite en la actualidad la expresión de la diversidad, de las múltiples identidades, de la reasociación y el surgimiento de comunidades emergentes, incluso dentro de nuestros grupos, que se asocian libremente creando nuevas formas de ser y de relacionarnos con los colegas o habitantes del planeta, aunque estén en otro continente.

Pero, además de comportarnos como comunidad, las organizaciones nos vemos fortalecidas por el concepto de comunidad de la comunicación, que bajo la influencia del pensamiento mexicano propicia espacios para que la comunidad cultural esté abierta al cambio y a la transformación, incita hacia lo nuevo que nos trae la globalización y las formas de comunicación tecnológicas; creando vínculos y relaciones de una calidad distinta a lo conocido entre nosotros mismos, en la sociedad y en la relación con el ámbito internacional que además propende por un pueblo culturalmente más activo, donde la comunicación es la médula de la sociabilidad y el núcleo de la cohesión del grupo (Suárez, 2016, p. 16).

Estas formas de comunicación nos exigen que seamos cada vez más abiertos, con las maneras de pensar, con la disponibilidad de tiempo, con el lenguaje, con las formas de relación por los distintos canales de comunicación. Nos exige que además de física, seamos una comunidad virtual, que respete la diversidad cultural y que priorice lo que nos une desde el cuerpo y desde el corazón.

 Fotografía de Mónica Cecilia Suárez
Fotografía de Mónica Cecilia Suárez

Mujeres en acción sorora

Mujeres en acción sorora

El segundo concepto relevante ha sido la incorporación de la sororidad como perspectiva de género y como la posibilidad para la configuración de un nuevo campo para la creación estética, la circulación y la formación artística, entre otras cosas, porque visibiliza a las mujeres como: “sujetas con vida propia y con una participación determinante en la producción de la cultura” (Castañeda, 2006).

Dolores Juliano, por ejemplo, sugiere entender que las mujeres constituyen un sector subalterno y que, como tal, tienen la capacidad de “renegociar o impugnar su situación” por lo que “son sujetos activos en el campo de las relaciones sociales…” que, desde esa posición desigual de poder, elaboran estrategias para romper su invisibilización, revertir su situación de subalternidad y lograr el reconocimiento de sus obras (Castañeda, 2006, pp. 38, 39). La autora, Marcela Lagarde(2006), introduce también:

Una pedagogía entre mujeres en la que cada una puede ser maestra de otras y a la vez ser discípula de otras maestras. Esta visión en que se reconoce la posibilidad de aprender algo de las otras, tiene por lo me- nos dos bases: una consiste en reconocer los saberes de las mujeres y los saberes concretos de cada una; la otra consiste en conceder rango de autoridad a las mujeres por su sabiduría intelectual, sus conocimientos, sus habilidades subjetivas para vivir, sus hallazgos y sus descubrimientos. Implica también visibilizar de los aportes de cada mujer a su propia vida y a su mundo. Como el esfuerzo es grupal y colectivo, al valorar y reconocer a cada mujer y sus aportes, contribuimos a crear la autoridad de las mujeres: dimensión simbólica legítima de identidad, cimiento de autoestima personal y colectiva. (p. 39)

La sororidad la incorporamos desde la perspectiva del apoyo entre mujeres, en la que se gesta la colectividad de lo femenino, considerando que la posición de la mujer tiene un débil tejido en términos del desarrollo en nuestro entorno, en aspectos como el económico, debido a las condiciones de pobreza, así como desplazamiento, responsabilidad de los hijos y acceso a la neducación.

Las mujeres sobresalen en esta historia de resiliencia, se hacen cada vez más autónomas, se toman espacios, son protagonistas, líderes, gestoras de muchas iniciativas desde los diferentes ámbitos de la red; forman colectivos, corporaciones, comunidades, fundaciones, movimientos políticos y distintas organizaciones por todo el territorio colombiano (Red Feminista, Vamos Mujer, GEA, Estamos Listas, entre otras), donde se vislumbra la gran fuerza que van tomando los diferentes feminismos y las variadas formas de la sororidad.

Con respecto al trabajo en R7 y GEA podemos decir que aunque en un principio fue una cuestión del azar, comprendimos que reunirnos en género ha sido una estrategia de apoyo político y social en nuestro entorno, especialmente en el trabajo realizado en el municipio de Sopetrán (Antioquia), en el que al desarrollar proyectos nos vimos en la necesidad de vincular organizaciones de mujeres tanto en la contratación como en la ejecución de actividades, promoviendo de esta manera el acceso al trabajo, la disminución de la pobreza, la participación femenina, el disfrute del manejo del tiempo libre de las mujeres urbanas y rurales, y en especial el trabajo con las adolescentes y niñas que se han acercado a las Corporación Grupo GEA, y observan un liderazgo distinto y una oportunidad para desarrollar sus talentos.

Por otra parte, el hecho de que las profesionales que estamos en las redes seamos del género femenino nos ha evocado preguntas sobre nuestra labor en los municipios y en el contexto latinoamericano. Reflexiones sobre la mujer en distintos lugares geográficos nos han hecho replantear la forma en que instauramos equilibrios en los sistemas de trabajo, la manera en que podemos empoderar a las mujeres más jóvenes permitiendo que asuman responsabilidades y roles, no sobre el género masculino, sino haciendo énfasis en la importancia de que como mujeres tenemos valores competentes, y resaltando que aunque somos diferentes es posible integrarnos a distintos grupos religiosos, políticos, económicos con las cualidades implícitas que trae estar contenidas en un cuerpo femenino. De igual manera, existen grandes retos frente a los aspectos de la identidad, en especial al trabajar la danza con los jóvenes, el tratamiento del cuerpo, la valoración de la diferencia en la comunidad LGTBI, el enfoque creativo más allá del cuerpo-género, han sido puntos de reflexión sobre la creación y las prácticas de vida saludables tanto físicas como mentales que han sido necesarias para el desarrollo del trabajo creativo y de gestión cultural.

Sistema de red colaborativa

Trabajamos en un tercer concepto: la Red, y esta noción abre una nueva posibilidad de configurar ese nuevo territorio desde el que estamos trabajando, ya no desde la dimensión geopolítica, en donde las fronteras fungen no solo como la representación gráfica de un espacio físico dividido, o solo sobre la dimensión simbólica y cultural sino también como un borde invisible pero inviolable que se construye desde la centralidad de múltiples regiones, múltiples realidades, disímiles contextos, distintos lenguajes, diferentes horarios, opuestas realidades, ahí donde asumir la responsabilidad cumplir con los objetivos, las tareas, las actividades, las propuestas se convierte en un acto de compromiso a través de la distancia. Cada una de las personas en el trabajo en red, asume responsabilidades según sus fortalezas, su formación, su tiempo disponible y su capacidad de respuesta. En nuestro sistema intentamos que la veracidad de la palabra esté asociada a las acciones, y cada año nos enfocamos al logro de pequeñas y grandes metas comunes.

Figura 4.
Figura 4.

Póster realizado por Marcela Paz Fernández, Buenos Aires, Argentina, 2016

Figura 5.
Figura 5.

Póster realizado por Paola Andrea Ospina y Oscar Cortés, Buenos Aires, Argentina, 2015

En el año 2015 nace R7 Pulsaciones en Red, como un espacio de tejedoras de la cultura, cuyas fundadoras son: Lina María Beltrán (Colombia), Miriam Gómez (Colombia), Campanita tilín tilín (Colombia), Katherine Laiton (Colombia), Marcela Paz Fernández (Chile), Mónica Cecilia Suárez (Colombia), Natasha Álvarez (Ecuador) y Paola Andrea Os- pina (Colombia), acompañadas por Rozo Prada (Colombia). Este proyecto de R7 nace en Buenos Aires, Argentina. Las integrantes colombianas en su mayoría son egresadas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Facultad de Artes-ASAB, la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad de Antioquia, y Rozo Prada de Estudio XXI, en los programas de Artes Escénicas, pero que por distintas circunstancias migraron a otros países. La organización inicial- mente se configura como una red de creación, investigación y gestión de las artes escénicas, para hacer actividades conjuntas que visibilicen el arte y la gestión cultural, ya que cada integrante trabajaba en organizaciones diferentes tales como teatros, compañías, instituciones educativas o realizaba trabajo autónomo como artistas independientes.

Figura 6.
Figura 6.

Fotografía por Mónica Cecilia Suárez, Medellín y Bogotá, Colombia, 2019

Con el tiempo la red migra al concepto de lo femenino y la identidad latinoamericana, con la inclusión de Brasil y el foco de las actividades desarrolladas, entre las que se resaltan creaciones colectivas desarrolladas por internet en distintos países y de forma simultánea, un ejemplo de ello es la experiencia de creación virtual “Ha- bitando la casa”, donde cada integrante, en proyección simultánea entre países, realizó un performance en un espacio de su propia casa. Y, posteriormente, la primera parte de “Sacbé, el Camino de la Serpiente”, una pieza sobre el cuerpo, patrimonio y teatro, cuyo proceso comienza en México, se trabaja en modo virtual por distintos medios y se realiza en Chile.

Actualmente, aunque el grupo inicial se ha modifica- do se han vinculado a R7 Pulsaciones en Red, artistas como Fanny Maritza Montoya (Colombia) y María Camila Assad Marín (Colombia), y otros artistas internacionales que han apoyado los eventos realizados.

En el presente, en Colombia existe un nodo local-nacional del cual hacen parte algunas de estas tejedoras, y profesionales interdisciplinarias como María Cristina Tamayo y Lina María Arteaga Baena. Es así como estás mujeres, bajo el sustento de una organización local: la Corporación Grupo GEA: Gestión Estratégica en Acción, cuya directora ejecutiva y representante legal es Mónica Cecilia Suárez, han podido dar continuidad y servir de apoyo a los procesos de intercambio internacional. Considerando que para que exista dicha actividad internacional es necesario agruparse en el contexto local-nacional, ya que es ahí donde se da el primer fortalecimiento. La corporación tiene su domicilio principal en el municipio de Sopetrán (Antioquia), en medio de las montañas andinas, es una entidad conformada por mujeres: artistas, gestoras culturales, sociólogas, pedagogas, contadoras y comunicadoras, que reflexionan en torno a problemáticas sociales y usan el campo cultural como una herramienta para la búsqueda de transformaciones sociales.

Desde la legalización en el 2013, la organización viene trabajando en temas como la violencia, la diversidad étnica y poblacional y la ruralidad, atravesados por estudios locales y territoriales, y fortalecidos por la cooperación internacional. Ha desarrollado proyectos locales en el occidente antioqueño: Sopetrán, San Jerónimo y Olaya; en el suroeste: en los municipios de Andes y Jardín; en el norte: Belmira; en el oriente: Guarne; en el Área Metropolitana: Medellín en el corregimiento de Santa Elena y en la comuna 10, de Prado Centro.

En el campo del arte la corporación desarrolla puestas en es- cena integradoras los lenguajes del teatro, la danza con- temporánea, la danza folclórica, las artes visuales y el diseño como herramienta expresiva y de comunicación, así como procesos terapéuticos de arte terapia, sistemas de comunicación visual con señalética rural y gestión cultural a una variada escala.

En su trayectoria, GEA ha logrado consolidar un programa de formación artística para jóvenes del municipio de Sopetrán, ha desarrollado publicaciones internacionales, participaciones en congresos internacionales tales como el Congreso de Patrimonio Rural que se realiza cada año en un país diferente, así como procesos de investigación-creación a nivel regional con organizaciones gubernamentales de Antioquia, pero quizá uno de sus más importantes logros ha sido establecer y mantener nuevas rutas de intercambio cultural entre gestoras, aristas y organizaciones culturales en Chile, México, Brasil, Canadá, Alemania, Estados Unidos y Argentina.

Este esfuerzo local-internacional se da gracias a que Fanny Maritza Montoya y Lina María Arteaga dinamizan los procesos de formación local con los jóvenes líderes del municipio de Sopetrán, y Paola Andrea Ospina ha liderado y sostenido los procesos en R7 desde la perspectiva internacional; es decir, que a través de la corporación y de la red se hace una apuesta para el funcionamiento glocal, concepto que utilizamos en este contexto porque dichos intercambios a la vez que nos permiten el fortalecimiento de aspectos locales, tales como la identidad, las tradiciones folclóricas, el reconocimiento de las manifestaciones locales, la potencialización del discurso regional, la valorización de la nacionalidad, nos permite reconocernos ante lo diferente, ampliando la mirada de lo que hay fuera del territorio geográfico nacional, y desde lo global nos deja entrever y crear nuevos enlaces para identidades regionales dentro del contexto latinoamericano, tales como la relación entre los países a partir de las cordillera andina, las identidades basadas en los mares: como la identidad del Caribe o del Pacífico; los intercambios a través de rutas comerciales tradicionales y no tradicionales; la identidad como mujeres latinas; las experiencias del patrimonio colectivo: tales como el patrimonio intangible y el patrimonio natural, para luego intercambiarlos en eventos y participaciones internacionales y ponerlos en diálogo con las experiencias desde el cuerpo y la creación.

En red extendida a escala nacional por la movilidad que tienen hoy sus integrantes, se sigue oxigenando a partir de un foco contenedor local, que en este caso es la Corporación GEA:

Hoy somos mujeres y jóvenes vivenciando la oportunidad de conocer y trabajar con personas muy diversas, creativas, empoderadas en todo su potencial fe- menino/masculino – transformador; experimentando desde las artes y las ciencias sociales, investigando, creando, dando lugar a que continúe el tejido en re- des con la población a quien nos dirigimos, a través de talleres, seminarios, y variadas propuestas artísticas. GEA, propone una metodología de “Coolaboratorios”, los cuales son un espacio para informar, nutrir e intercambiar conocimientos; también, donde se gestan múltiples iniciativas que impulsan el trabajo colaborativo e interdisciplinario proponiendo una plataforma integradora con impacto positivo sobre las miradas del contexto local. Los temas sociales, ambientales y culturales, motivan el diálogo interdisciplinario y la producción de conocimiento. En las redes, hacemos alianzas con otras organizaciones, trabajamos desde la diferencia de cada persona, aceptándose como una riqueza, en un intercambio de saberes. Enseñamos desde la subjetividad, integrando la lúdica, el patrimonio, la literatura, el arte corporal y las artes visuales. Las acciones propuestas de este tejido producen reacciones sobre todo en lo que pensamos y hacemos con respecto a variados temas que, por supuesto nos conciernen, como lo son lo cultural, lo social, lo político y ambiental. Para este trabajo en red lo importante es cuestionar al sistema, a nosotras mismas y a la gente, sobre qué estamos haciendo, cómo, por qué, qué lugar queremos ocupar, para así llegar a reconocernos. Desde la red que somos, pretendemos articular las innovaciones en la enseñanza, sacando las mejores capacidades y conocimientos en cada uno de los campos que abordamos para im pactar y generar transformación en la sociedad. Entre nuestras fortalezas están, la convicción por el arte, la educación, la capacidad crítica, el liderazgo hacia la justicia y el cambio social.

El trabajo en redes también es reconfortante, porque se logra en conexión con los demás, nos pensamos como conjunto, todas y todos somos importantes en este proceso, tenemos una voz y una acción para aportar; cuestionamos nuestros propios valores aprendidos y naturalizados en un entorno y contexto específico, buscamos que cada uno de los territorios desde donde hacemos acciones se transformen en un territorio sagrado, valorando la herencia de nuestros ancestros, donde cada uno de nosotros y la comunidad construimos proyectos de vida. A nivel nacional estamos ubicadas en Sopetrán, Medellín-Corregimiento de San Antonio, Envigado, Bogotá, Granada, Anolaima, Mosquera, y a nivel internacional en Chile y Estados Unidos1.

En el trabajo con red es fundamental que se respete la identidad de cada contexto local y que existan garantías para habitarlo, es por eso que se le apuesta al desarrollo sostenible, en el que se viva en paz, aportando una formación integral, incluyente y de calidad. Es importante entregar el conocimiento de una manera asertiva y con clara y amorosa comunicación para que sea rotatorio en las nuevas generaciones, y que perdure en el tiempo, por ello se trabaja actualmente con jóvenes desde los 12 años; se invita a los padres de familia y a la comunidad para que sean partícipes de los procesos y sobre todo se genera confianza para que crean en sus capacidades, y todas y todos las aprovechemos en función del trabajo colectivo.

Este proceso de GEA no solo ha logrado la configuración, construcción y discusión de nuevos saberes y comunes experiencias locales, sino que también articulado a R7 Pulsaciones en Red ha permitido conectar con otros nodos y canales de trabajo colaborativo e interdisciplinar, construyendo así vínculos significativos para ir encontrando las convergencias, las narrativas y experiencias, que nos conectan y nos permiten transitar entre las fronteras para recorrer el continente latinoamericano desde los peregrinajes estéticos en red, hasta la producción intelectual.

Figura 7.
Figura 7.

Fotografía por, Paola Andrea Ospina, Sopetrán (Antioquia), 2019

Voces de nuestros jóvenes

Este grupo está conformado por 12 jóvenes, 4 viven en la zona rural y 8 en la zona urbana. Ubicados en el municipio de Sopetrán son jóvenes que se destacan por su liderazgo, sobresaliendo en la comunidad por los diferentes grupos juveniles y participación políticas (representantes estudiantiles, líderes del grupo juvenil parroquial, la plataforma juvenil, candidatos al Concejo Joven Municipal, entre otras actividades). Son alegres y extrovertidos. Todos vienen de familias trabajadoras y donde se les han inculcado grandes valores, los padres de familia son partícipes del trabajo artístico y desde la Corporación GEA se han creado estrategias informativas para que ellos conozcan el proceso de sus hijos. Estos jóvenes han ido desarrollando diferentes habilidades y han mejorado su técnica y su talento demostrando respeto, amor y pasión por las artes escénicas, son muchachos muy respetuosos que sueñan en ser grandes artistas, aportar y fortalecer la cultura colombiana día a día.

Figura 8
Figura 8

Fotografía por Juliana Ríos Quinchía, Teatro Berta- Santa Fe de Antioquia, 2019

Para ustedes ¿qué significa hacer parte de los pro- gramas de formación de Gea?

José David Uribe Restrepo, 17 años

Hacer parte de los programas de formación de la Corporación Grupo GEA ha significado un gran privilegio para mí porque aparte de que influencia en mi vida personal, espiritual y profesional, me ayuda a tener un panorama más extenso sobre los beneficios que le proporcionó a la sociedad, bien sea por medio de una muestra escenográfica o mi simple presencia, asimismo contribuyendo a la adquisición de un círculo social más amplio con el que comparta gustos y experiencias. Me motiva seguir siendo parte del grupo, el hecho de que veía la necesidad de adquirir más formación en cuanto a la danza. Con el transcurrir de mi paso en el grupo se manifestaron otras formaciones como la teatral, hecho tal me impulsó a tener más gusto y pasión por todo este cuento escénico, del cual deseo seguir siendo parte y lo proyecto a futuro de manera profesional.

Estar en el grupo ha influido positivamente en mi vida, ya que me ha ayudado a ser más humano, a concientizarme de los hechos que acarrean para con los otros y conmigo mismo, mis comportamientos. Me ha ayudado a ser consciente de mi corporalidad, mis movimientos, mis pensamientos, mis comportamientos, el grupo ha contribuido a que yo me sepa escuchar y aprender a escuchar de todas las formas posibles a los demás...

Laura Tobón Arteaga, 15 años

Siempre he estado rodeada de proyectos artísticos en donde he aprendido y conocido personas con mucho talento, pero algo que destaca la Corporación GEA es que en ella se formó una familia, es maravilloso saber que estás rodeada de personas que te quieren y viceversa, sientes confianza y no solo de contar algo si no de equivocarse sabiendo que no se burlaran, al contrario, te ayudarán y aconsejaran, vale la pena estar allí, como todo grupo hemos tenido problemas, momentos estresantes y demás pero lo hemos sabido manejar y a pesar de esto seguimos juntos. GEA me abrió las puertas para conocer a más personas, puedo decir que mis amigos los conocí en esta corporación, si estoy, triste, feliz, etc., acudo a ellos, tenemos una relación muy fortalecida, también me aportó en el saber, algo que me encanta es que no solo te enseña a cómo hacer un paso de baile, sino que también te dan a entender por qué debe ser así y como se creó.

Figura 9.
Figura 9.

Fotografía por María Camila Assad Marín, Sopetrán (Antioquia), 2019

Yenifer García Paniagua, 15 años

Para mí ser parte de los programas de formación de GEA ha sido muy fructífero ya que al principio solo ingresé por estar, pero ahora estoy muy comprometida con la corporación y sé que todos esos proyectos me ayudan a mejor cada día más y ser una persona razonable, ya que no solo se basan en lo artístico, si no en lo personal, y nos enseñan cómo ser mejores cada día. Al principio no me motivaba nada, solo quería invertir mi tiempo libre en algo, ahora me motivan los aprendizajes que vamos adquiriendo poco a poco, los grandes amigos que quedan, y conocer a fondo mis capacidades y habilidades. Me ha influido ya que sé que para donde esté y sin importar el momento que esté pasando cuento con muy buenos amigos.

Dubán Felipe Giraldo Agudelo, 19 años

Considero que hacer parte de GEA y sus procesos de formación, es tener la oportunidad de crecer tanto artísticamente como en el ser y poder expresar mediante las artes escénicas todas aquellas sensaciones y emociones que expresa nuestro sentir. Las nuevas experiencias de entrar en el mundo del folklor y me sigue motivando el reconocimiento y aprovechamiento de nuestras culturas tradicionales, y sus formas tan gozosas de danzarle a la vida. Me ha llevado a reconocer que no necesito la compañía de otras personas que quieran entorpecer sus progresos y por ende los míos, sabiendo que si quiero ser bueno en algo solo depende de mi disposición, ganas y disciplina.

Fanny Maritza Montoya, líder local

Me motiva el hecho de hacer lo que me apasiona, el compartir y complementar mis conocimientos y ejercer en el desarrollo de habilidades de quienes desean em- prender por el camino del arte; me motiva dar y recibir al mismo tiempo porque a medida que voy enseñando y compartiendo con los chicos también aprendo mucho más de ellos y de todas las líderes que forman parte de GEA. Cuando iniciamos con este proyecto los chicos en su mayoría no tenían conocimiento de folclor colombia- no ni de artes escénicas, a medida que vamos avanzando he notado el crecimiento del grupo en general teniendo en cuenta que son chicos comprometidos que desean aprender y se ha visto reflejado durante los talleres en los espacios que GEA aporta para ellos, se los he manifestado en los ensayos de la mejoría que han tenido debido a su disciplina y compromiso. Hay quienes han subido mucho más de nivel gracias a su esfuerzo

.He notado en sus vidas que se han desenvuelto con mayor facilidad y que los espacios les están brindando más seguridad y confianza en ellos mismos, no solo en el grupo si no en su vida cotidiana y a futuro.

Proyecto a la corporación con la consolidación de una escuela de arte, con sus semilleros y diferentes grupos en el que los chicos del grupo de proyección ya estén multiplicando lo que están aprendiendo y formando grandes artistas como lo están desarrollando ellos en este momento. Así es como veo a GEA en el futuro llena de grupos artísticos no solo en Sopetrán si no a nivel departamental y porque no, nacional e internacional. Yo estoy segura que por eso encajó tan bien con GEA. Porque ese ha sido mi sueño siempre y llegar a la corporación dónde se está abriendo esta posibilidad es mi mayor motivación.

Conclusiones

Territorio en este caso es el vértice de estos conceptos: la construcción y el trabajo en red, donde la regulación del mismo no está solo articulada con un contexto local, sino que requiere una amplitud mayor para trabajar aspectos políticos, sociales, el lenguaje, las experiencias, las diferencias, la diversidad y la relación del indi- viduo con su entorno, y ahí radica una riqueza todavía mayor en las nuevas formas de interacción global.

Para Red7 Pulsaciones en Red el “tejido sororo” implica establecer flujos de intercambio desde las diversas voces femeninas. Estas voces son las que configuran, consolidan y difunden el arte y la cultura como una alternativa para la transformación social de sus contextos, pero se conectan a través un trabajo colaborativo que fomenta la identificación positiva, el reconocimiento y la alianza de todas las mujeres que hacemos parte de esta red. Esto nos ubica como sujetos políticos que, en nuestro ejercicio del arte, estamos poniendo en práctica el feminismo contemporáneo. La experiencia estética desde la perspectiva de lo femenino conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer. (Lagarde, 2006, p. 126)2.

La glocalidad hace presencia en nuestros colectivos porque nos incita a seguir conectados pese a la alta movilidad que acarrea la globalización, salimos a formarnos, a encontrarnos en diferentes países en distintos entornos, salimos al mundo para ampliar nuestra mirada de lo local, para oxigenarla y retroalimentarla. Nos encontramos en creaciones, en eventos y proyectos formulados mediante el trabajo en red, somos cocreadoras de la realidad que habitamos así estemos en diferentes contextos. Sostenemos desde lo corporativo la dinamización local, pero esta célula hace su intercambio a través de ósmosis por todo aquello que encontramos afuera y lo ponemos dentro para seguir transformando paralelamente con las generaciones que vienen detrás.

Las alianzas que se realizan entre R7 y GEA ayudan a consolidar el trabajo en comunidad a través de distintos canales de comunicación, tanto físicos como semi- presenciales y virtuales es una fuente para constituir lazos socioafectivos de los grupos, cultivando valores como el apoyo, la amistad y la solidaridad, que van más allá de una estrategia de gestión técnica, van al cuerpo mental y emocional de sus integrantes y esto es lo que permite el logro de propósitos colectivos, resaltando las fortalezas de los integrantes y creciendo en la debilidades, no solo como individuos, no solo como grupo sino también comunidad.

Referencias

Banco de Proyectos Gestión Estratégica en Acción (GEA). (2019). Metodología colaboratorios GEA, 2019. https://grupogea.com.co/

Cairo, H. y Grosfoque, R. (2010). Descolonizar la modernidad, descolonizar a Europa: un diálogo Europa-América Latina. IEPALA.

Castañeda, S. M. P. (2006). La antropología feminista hoy: algunos énfasis claves. Coyoacán, México, D.F. Programa de Investigación Feminista, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM. UNAM.

Deleuze, G. (2014). Resumen/Deleuze y Guattari/“Rizoma”. http://milnovecientossesentayocho.blogspot.com/2014/11/resumen-deleuze-y- guattari-rizoma.html

Herner, M. T. (2009). Territorio, desterritorialización y reterritorialización: un abordaje teórico desde la perspectiva de Deleuze y Guattari.

Lagarde, M. (2006). Pacto entre mujeres sororidad. Revista Aportes para el Debate.

Ojeda, C. (2018). Rizoma - Gilles Deleuze y Félix Guattari. (¿Para qué sirve? Aplicaciones). [Video]. https://www.youtube.com/watch?v=uALNatD8U74

Sack, R. (1986). Human territoriality, its theory and history. Cambridge University press.

Soja, E. (1971). The political organization of space. Association of American geographer. Commission on College Geography.

Suárez, M. (2016). Valorización del patrimonio a través del análisis de políticas públicas para el desarrollo local: caso de los cenotes mayas en el municipio de Tulum [Tesis doctoral publicada en tesis doctorales en red, Universidad de Lleida, Lérida, España]. DOI: 10803/386575

Tamayo, N. (2018, 20 de diciembre). El experimento social que demuestra que el machismo es silencioso. El Espectador. https://www. elespectador.com/colombia-20/paz-y-memoria/el-experimento-social-que-demuestra-que-el-machismo-es-silencioso-article/

Notas

1 Voces de las distintas integrantes del grupo GEA, en relación con su trabajo.
2 Pacto entre mujeres sororidad (*) Marcela Lagarde y de los Ríos (**), Aportes para el debate https://www.asociacionag.org.ar/pdfaportes/25/09.pdf
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Recibido: 24 de marzo de 2019; Aceptado: 24 de marzo de 2020

Resumen

Este artículo tiene como objetivo dar a conocer al lec- tor una estrategia de trabajo en red y formativa, que ha permitido la continuidad de dos colectivos en el tiempo, mediante la interacción con medios tecnológicos que su- peran la barrera del cuerpo. Para ello se pretende recono- cer los conceptos fundamentales que dan forma a dicha interacción y son: el territorio, la sororidad y la configura- ción de red. Posteriormente, se dará un breve recuento de las organizaciones y la forma de trabajo, para al final rela- cionar algunas de las experiencias de los participantes de las organizaciones de GEA y R7, su sentir pensar, recono- ciendo sus voces sobre el trabajo con las organizaciones.

Palabras clave

territorio, sororidad, red colaborati- va, experiencia cultural, glocalidad..

Abstract

The aim of this article is presenting the reader how a networking strategy that has allowed to keep alive two groups over time, through interaction of technological media that overcome the body’s barrier. For this, the aim is to recognize the fundamental concepts that give shape to this interaction and are: the territory, the soro- rity and the network configuration. Subsequently, a brief account of the organizations and way of working will be given, to finalize by relating some of the experiences of the participants of the organizations of GEA and R7, their feeling, thinking, recognizing their voices on working with the organizations.

Keywords

territory, sorority, collaborative network, cultural experience, glocality..

Resumo

Este artigo tem como objetivo definir um parceiro para uma estratégia de trabalho em vermelho e formativo que tenha permitido a continuidade de grupos no tempo, a partir da interação com os meios tecnológicos que superam a barreira do cuerpo. Para definir se deseja reconectar os conceitos fundamentais que formam e interagem com o filho: o território, a irmandade e a configuração do vermelho. Posteriormente, selecione um breve retorno das organizações e forma de trabalho, para relacionar as algas com as experiências dos participantes das organizações de GEA e R7, no sentido de pensar, reconectando os vocais sobre a organização com as organizações.

Palavras-chave

território, sororidade, rede colaborativa, experiência cultural, glocalidade.

Ya nos hemos convocado bajo el principio del reconocimiento de la diversidad entre nosotras ahora hace falta reivindicar el principio de igualdad.

Pacto entre mujeres y sororidad. Marcela Lagarde (2006, p. 129)

Del territorio físico al territorio deslocalizado

La noción de territorio en esta reflexión se configura como un espacio que se construye desde lo vivencial como acción estética y como foco de las experiencias de un grupo de artistas, investigadoras y gestoras culturales, que se han tejido en red, para plantear un nuevo territorio que transita de lo físico (contexto local) a lo virtual networking (nacional e internacional) configurando así una nueva cartografía fundada en el trabajo colaborativo entre mujeres, que abren caminos para establecer nuevas vías de intercambio cultural.

Esta deslocalización no se da necesariamente desde el punto de vista del mercado, donde las empresas trasladan su sede para disminuir costos, se da desde la perspectiva del aprovechamiento de múltiples contextos locales para aumentar el margen de beneficios colectivos en el entorno global.

La perspectiva de lo femenino nos ha llevado a reflexionar y repensar el territorio para entenderlo como un espacio que se abre y flexibiliza, expandiendo las posibilidades para la creación estética desde la cooperación entre mujeres. Esto nos orienta a asumir una postura política hacia el reconocimiento mutuo entre nosotras, que valora los conocimientos, los saberes, los valores, las formas de producción, la participación en la reproducción, la estética, los conceptos filosóficos, los cuerpos y las sexualidades, las concepciones del mundo, las posiciones políticas, en fin, hacia todas las expresiones de las mujeres en términos de ser y hacer que, aún hoy, son desconocidas, ignoradas, silenciadas u omitidas en cualquier aspecto de la vida humana. (Castañeda, 2006, p. 41)

Figura 1

Figura 1

Para trazar nuestro territorio, se han abordado algunos conceptos, es así como nos encontramos con Deleuze (2014), cuando afirma que el mapa no es el territorio, e introduce la noción del rizoma:

El rizoma abre posibilidades, su forma se opone al sistema mismo de clasificaciones pues estas son de carácter estable. El mapa como forma de clasificación establece divisiones sobre el territorio, pero esta representación no es real. Cuando voy al territorio mismo, no veo estas divisiones. (Ojeda, 2018)

Así pues, en la representación gráfica del mapa como idea unificada, se confunde lo que yo trazo con lo que realmente es. Para Deleuze (2014), escapar de la idea estable de estas líneas, requiere de una apertura mental que permita entender el territorio como lugar con múltiples dimensiones, diferentes entradas, salidas, movimientos y fugas. Esta mirada en sí misma la presenta como una forma de resistencia. Esto desde una lectura de género, nos permite ubicarnos desde nuestra alteridad para ejercer miradas diferentes y ponerlas en práctica.

Desde otra perspectiva la territorialidad, como la definen los etólogos, es una conducta instintiva del reino animal. Sin embargo, el ser humano, por su capacidad de generar relaciones y símbolos comunes, ha instaurado diferencias de territorio que se dan no solo por una distribución geográfica, sino también por sus prácticas culturales (Suárez, 2016, p. 551). Solo cuando la sociedad humana comenzó significativamente a incrementar su escala y complejidad, la territorialidad se reafirmó como un poderoso fenómeno de organización y conducta.

Pero se trata de una territorialidad simbólica y cultural, no de la primitiva territorialidad de los primates y otros animales (Soja, 1971, p. 30). Según, el mismo autor, la territorialidad específicamente humana tiene tres elementos: el sentido de la identidad espacial, el sentido de la exclusividad y la compartimentación de la interacción humana en el espacio. Proporciona, entonces, no solo un sentimiento de pertenencia a una porción particular de tierra sobre el que se tienen derechos exclusivos, sino que implica un modo de comportamiento en el interior de ese espacio. Involucra unas formas de relación, unos acuerdos verbales o físicos, y una serie de valores que permitan la regulación en la diferencia.

Es entonces como este concepto humano migra a una nueva concepción del significado de territorio, que no es solo físico geográfico, o de apropiación, sino que está determinado también por territorios que, aunque habitan en el cuerpo y requieren del cuerpo no son altamente presenciales, y los encontramos en los avances tecnológicos visibilizados a través de las redes sociales, las cámaras, las aplicaciones de celulares, las plataformas y el software.

Esta territorialidad implica novedosas formas de interacción, conceptualización, y comunicación, que implica un cambio en la noción del tiempo en tanto los recursos hipermedia pueden funcionar de forma sincrónica y asincrónica, desnaturalizando la concepción del tiempo, que no cumpliendo con el conducto regular del empleado, o con un horario simultáneo entre países y regiones en cada contexto geográfico permite la comunicación e interacción de distintas formas simbólicas y conceptuales en un tiempo no lineal.

Por otra parte, y como ya se venía dilucidando en los años setenta la territorialidad, tal y como la define Sack (1986, p. 19), es una conducta humana que intenta influir, afectar o controlar acciones mediante el establecimiento de un control sobre un área geográfica específica. Para él la territorialidad humana cumple cuatro funciones básicas: fortalecer el control sobre el acceso al territorio, rectificar el poder por medio de su vinculación directa al territorio, desplazar la atención de la relación social de dominación y actuar como contenedor espacial de hechos y actitudes.

Esta territorialidad, así entendida, nos acerca entonces a los privilegios y beneficios y, por supuesto, a las desventajas o postergaciones que da, el pertenecer y no pertenecer a un espacio geográfico y simbólico. Para nosotras esta definición ha implicado hacer un proceso de distanciamiento del control, el poder, la dominación y el espacio ya que estas relaciones, que son a distancia, presenciales y semipresenciales, se instauran más que como una relación y un modelo vertical como una noción de comunidad; entendida en nuestro contexto como una unión de personas, de forma libre, con propósitos comunes, en las que se entretejen relaciones afectivas, creativas, académicas, políticas y sociales a través de diferentes canales.

Por ejemplo, el uso de los videos en distintas plataformas como medio de información, permite en la actualidad la expresión de la diversidad, de las múltiples identidades, de la reasociación y el surgimiento de comunidades emergentes, incluso dentro de nuestros grupos, que se asocian libremente creando nuevas formas de ser y de relacionarnos con los colegas o habitantes del planeta, aunque estén en otro continente.

Pero, además de comportarnos como comunidad, las organizaciones nos vemos fortalecidas por el concepto de comunidad de la comunicación, que bajo la influencia del pensamiento mexicano propicia espacios para que la comunidad cultural esté abierta al cambio y a la transformación, incita hacia lo nuevo que nos trae la globalización y las formas de comunicación tecnológicas; creando vínculos y relaciones de una calidad distinta a lo conocido entre nosotros mismos, en la sociedad y en la relación con el ámbito internacional que además propende por un pueblo culturalmente más activo, donde la comunicación es la médula de la sociabilidad y el núcleo de la cohesión del grupo (Suárez, 2016, p. 16).

Estas formas de comunicación nos exigen que seamos cada vez más abiertos, con las maneras de pensar, con la disponibilidad de tiempo, con el lenguaje, con las formas de relación por los distintos canales de comunicación. Nos exige que además de física, seamos una comunidad virtual, que respete la diversidad cultural y que priorice lo que nos une desde el cuerpo y desde el corazón.

 Fotografía de Mónica Cecilia Suárez

Fotografía de Mónica Cecilia Suárez

Mujeres en acción sorora

El segundo concepto relevante ha sido la incorporación de la sororidad como perspectiva de género y como la posibilidad para la configuración de un nuevo campo para la creación estética, la circulación y la formación artística, entre otras cosas, porque visibiliza a las mujeres como: “sujetas con vida propia y con una participación determinante en la producción de la cultura” (Castañeda, 2006).

Dolores Juliano, por ejemplo, sugiere entender que las mujeres constituyen un sector subalterno y que, como tal, tienen la capacidad de “renegociar o impugnar su situación” por lo que “son sujetos activos en el campo de las relaciones sociales…” que, desde esa posición desigual de poder, elaboran estrategias para romper su invisibilización, revertir su situación de subalternidad y lograr el reconocimiento de sus obras (Castañeda, 2006, pp. 38, 39). La autora, Marcela Lagarde(2006), introduce también:

Una pedagogía entre mujeres en la que cada una puede ser maestra de otras y a la vez ser discípula de otras maestras. Esta visión en que se reconoce la posibilidad de aprender algo de las otras, tiene por lo me- nos dos bases: una consiste en reconocer los saberes de las mujeres y los saberes concretos de cada una; la otra consiste en conceder rango de autoridad a las mujeres por su sabiduría intelectual, sus conocimientos, sus habilidades subjetivas para vivir, sus hallazgos y sus descubrimientos. Implica también visibilizar de los aportes de cada mujer a su propia vida y a su mundo. Como el esfuerzo es grupal y colectivo, al valorar y reconocer a cada mujer y sus aportes, contribuimos a crear la autoridad de las mujeres: dimensión simbólica legítima de identidad, cimiento de autoestima personal y colectiva. (p. 39)

La sororidad la incorporamos desde la perspectiva del apoyo entre mujeres, en la que se gesta la colectividad de lo femenino, considerando que la posición de la mujer tiene un débil tejido en términos del desarrollo en nuestro entorno, en aspectos como el económico, debido a las condiciones de pobreza, así como desplazamiento, responsabilidad de los hijos y acceso a la neducación.

Las mujeres sobresalen en esta historia de resiliencia, se hacen cada vez más autónomas, se toman espacios, son protagonistas, líderes, gestoras de muchas iniciativas desde los diferentes ámbitos de la red; forman colectivos, corporaciones, comunidades, fundaciones, movimientos políticos y distintas organizaciones por todo el territorio colombiano (Red Feminista, Vamos Mujer, GEA, Estamos Listas, entre otras), donde se vislumbra la gran fuerza que van tomando los diferentes feminismos y las variadas formas de la sororidad.

Con respecto al trabajo en R7 y GEA podemos decir que aunque en un principio fue una cuestión del azar, comprendimos que reunirnos en género ha sido una estrategia de apoyo político y social en nuestro entorno, especialmente en el trabajo realizado en el municipio de Sopetrán (Antioquia), en el que al desarrollar proyectos nos vimos en la necesidad de vincular organizaciones de mujeres tanto en la contratación como en la ejecución de actividades, promoviendo de esta manera el acceso al trabajo, la disminución de la pobreza, la participación femenina, el disfrute del manejo del tiempo libre de las mujeres urbanas y rurales, y en especial el trabajo con las adolescentes y niñas que se han acercado a las Corporación Grupo GEA, y observan un liderazgo distinto y una oportunidad para desarrollar sus talentos.

Por otra parte, el hecho de que las profesionales que estamos en las redes seamos del género femenino nos ha evocado preguntas sobre nuestra labor en los municipios y en el contexto latinoamericano. Reflexiones sobre la mujer en distintos lugares geográficos nos han hecho replantear la forma en que instauramos equilibrios en los sistemas de trabajo, la manera en que podemos empoderar a las mujeres más jóvenes permitiendo que asuman responsabilidades y roles, no sobre el género masculino, sino haciendo énfasis en la importancia de que como mujeres tenemos valores competentes, y resaltando que aunque somos diferentes es posible integrarnos a distintos grupos religiosos, políticos, económicos con las cualidades implícitas que trae estar contenidas en un cuerpo femenino. De igual manera, existen grandes retos frente a los aspectos de la identidad, en especial al trabajar la danza con los jóvenes, el tratamiento del cuerpo, la valoración de la diferencia en la comunidad LGTBI, el enfoque creativo más allá del cuerpo-género, han sido puntos de reflexión sobre la creación y las prácticas de vida saludables tanto físicas como mentales que han sido necesarias para el desarrollo del trabajo creativo y de gestión cultural.

Sistema de red colaborativa

Trabajamos en un tercer concepto: la Red, y esta noción abre una nueva posibilidad de configurar ese nuevo territorio desde el que estamos trabajando, ya no desde la dimensión geopolítica, en donde las fronteras fungen no solo como la representación gráfica de un espacio físico dividido, o solo sobre la dimensión simbólica y cultural sino también como un borde invisible pero inviolable que se construye desde la centralidad de múltiples regiones, múltiples realidades, disímiles contextos, distintos lenguajes, diferentes horarios, opuestas realidades, ahí donde asumir la responsabilidad cumplir con los objetivos, las tareas, las actividades, las propuestas se convierte en un acto de compromiso a través de la distancia. Cada una de las personas en el trabajo en red, asume responsabilidades según sus fortalezas, su formación, su tiempo disponible y su capacidad de respuesta. En nuestro sistema intentamos que la veracidad de la palabra esté asociada a las acciones, y cada año nos enfocamos al logro de pequeñas y grandes metas comunes.

Figura 4.

Figura 4.

Figura 5.

Figura 5.

En el año 2015 nace R7 Pulsaciones en Red, como un espacio de tejedoras de la cultura, cuyas fundadoras son: Lina María Beltrán (Colombia), Miriam Gómez (Colombia), Campanita tilín tilín (Colombia), Katherine Laiton (Colombia), Marcela Paz Fernández (Chile), Mónica Cecilia Suárez (Colombia), Natasha Álvarez (Ecuador) y Paola Andrea Os- pina (Colombia), acompañadas por Rozo Prada (Colombia). Este proyecto de R7 nace en Buenos Aires, Argentina. Las integrantes colombianas en su mayoría son egresadas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Facultad de Artes-ASAB, la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad de Antioquia, y Rozo Prada de Estudio XXI, en los programas de Artes Escénicas, pero que por distintas circunstancias migraron a otros países. La organización inicial- mente se configura como una red de creación, investigación y gestión de las artes escénicas, para hacer actividades conjuntas que visibilicen el arte y la gestión cultural, ya que cada integrante trabajaba en organizaciones diferentes tales como teatros, compañías, instituciones educativas o realizaba trabajo autónomo como artistas independientes.

Figura 6.

Figura 6.

Con el tiempo la red migra al concepto de lo femenino y la identidad latinoamericana, con la inclusión de Brasil y el foco de las actividades desarrolladas, entre las que se resaltan creaciones colectivas desarrolladas por internet en distintos países y de forma simultánea, un ejemplo de ello es la experiencia de creación virtual “Ha- bitando la casa”, donde cada integrante, en proyección simultánea entre países, realizó un performance en un espacio de su propia casa. Y, posteriormente, la primera parte de “Sacbé, el Camino de la Serpiente”, una pieza sobre el cuerpo, patrimonio y teatro, cuyo proceso comienza en México, se trabaja en modo virtual por distintos medios y se realiza en Chile.

Actualmente, aunque el grupo inicial se ha modifica- do se han vinculado a R7 Pulsaciones en Red, artistas como Fanny Maritza Montoya (Colombia) y María Camila Assad Marín (Colombia), y otros artistas internacionales que han apoyado los eventos realizados.

En el presente, en Colombia existe un nodo local-nacional del cual hacen parte algunas de estas tejedoras, y profesionales interdisciplinarias como María Cristina Tamayo y Lina María Arteaga Baena. Es así como estás mujeres, bajo el sustento de una organización local: la Corporación Grupo GEA: Gestión Estratégica en Acción, cuya directora ejecutiva y representante legal es Mónica Cecilia Suárez, han podido dar continuidad y servir de apoyo a los procesos de intercambio internacional. Considerando que para que exista dicha actividad internacional es necesario agruparse en el contexto local-nacional, ya que es ahí donde se da el primer fortalecimiento. La corporación tiene su domicilio principal en el municipio de Sopetrán (Antioquia), en medio de las montañas andinas, es una entidad conformada por mujeres: artistas, gestoras culturales, sociólogas, pedagogas, contadoras y comunicadoras, que reflexionan en torno a problemáticas sociales y usan el campo cultural como una herramienta para la búsqueda de transformaciones sociales.

Desde la legalización en el 2013, la organización viene trabajando en temas como la violencia, la diversidad étnica y poblacional y la ruralidad, atravesados por estudios locales y territoriales, y fortalecidos por la cooperación internacional. Ha desarrollado proyectos locales en el occidente antioqueño: Sopetrán, San Jerónimo y Olaya; en el suroeste: en los municipios de Andes y Jardín; en el norte: Belmira; en el oriente: Guarne; en el Área Metropolitana: Medellín en el corregimiento de Santa Elena y en la comuna 10, de Prado Centro.

En el campo del arte la corporación desarrolla puestas en es- cena integradoras los lenguajes del teatro, la danza con- temporánea, la danza folclórica, las artes visuales y el diseño como herramienta expresiva y de comunicación, así como procesos terapéuticos de arte terapia, sistemas de comunicación visual con señalética rural y gestión cultural a una variada escala.

En su trayectoria, GEA ha logrado consolidar un programa de formación artística para jóvenes del municipio de Sopetrán, ha desarrollado publicaciones internacionales, participaciones en congresos internacionales tales como el Congreso de Patrimonio Rural que se realiza cada año en un país diferente, así como procesos de investigación-creación a nivel regional con organizaciones gubernamentales de Antioquia, pero quizá uno de sus más importantes logros ha sido establecer y mantener nuevas rutas de intercambio cultural entre gestoras, aristas y organizaciones culturales en Chile, México, Brasil, Canadá, Alemania, Estados Unidos y Argentina.

Este esfuerzo local-internacional se da gracias a que Fanny Maritza Montoya y Lina María Arteaga dinamizan los procesos de formación local con los jóvenes líderes del municipio de Sopetrán, y Paola Andrea Ospina ha liderado y sostenido los procesos en R7 desde la perspectiva internacional; es decir, que a través de la corporación y de la red se hace una apuesta para el funcionamiento glocal, concepto que utilizamos en este contexto porque dichos intercambios a la vez que nos permiten el fortalecimiento de aspectos locales, tales como la identidad, las tradiciones folclóricas, el reconocimiento de las manifestaciones locales, la potencialización del discurso regional, la valorización de la nacionalidad, nos permite reconocernos ante lo diferente, ampliando la mirada de lo que hay fuera del territorio geográfico nacional, y desde lo global nos deja entrever y crear nuevos enlaces para identidades regionales dentro del contexto latinoamericano, tales como la relación entre los países a partir de las cordillera andina, las identidades basadas en los mares: como la identidad del Caribe o del Pacífico; los intercambios a través de rutas comerciales tradicionales y no tradicionales; la identidad como mujeres latinas; las experiencias del patrimonio colectivo: tales como el patrimonio intangible y el patrimonio natural, para luego intercambiarlos en eventos y participaciones internacionales y ponerlos en diálogo con las experiencias desde el cuerpo y la creación.

En red extendida a escala nacional por la movilidad que tienen hoy sus integrantes, se sigue oxigenando a partir de un foco contenedor local, que en este caso es la Corporación GEA:

Hoy somos mujeres y jóvenes vivenciando la oportunidad de conocer y trabajar con personas muy diversas, creativas, empoderadas en todo su potencial fe- menino/masculino – transformador; experimentando desde las artes y las ciencias sociales, investigando, creando, dando lugar a que continúe el tejido en re- des con la población a quien nos dirigimos, a través de talleres, seminarios, y variadas propuestas artísticas. GEA, propone una metodología de “Coolaboratorios”, los cuales son un espacio para informar, nutrir e intercambiar conocimientos; también, donde se gestan múltiples iniciativas que impulsan el trabajo colaborativo e interdisciplinario proponiendo una plataforma integradora con impacto positivo sobre las miradas del contexto local. Los temas sociales, ambientales y culturales, motivan el diálogo interdisciplinario y la producción de conocimiento. En las redes, hacemos alianzas con otras organizaciones, trabajamos desde la diferencia de cada persona, aceptándose como una riqueza, en un intercambio de saberes. Enseñamos desde la subjetividad, integrando la lúdica, el patrimonio, la literatura, el arte corporal y las artes visuales. Las acciones propuestas de este tejido producen reacciones sobre todo en lo que pensamos y hacemos con respecto a variados temas que, por supuesto nos conciernen, como lo son lo cultural, lo social, lo político y ambiental. Para este trabajo en red lo importante es cuestionar al sistema, a nosotras mismas y a la gente, sobre qué estamos haciendo, cómo, por qué, qué lugar queremos ocupar, para así llegar a reconocernos. Desde la red que somos, pretendemos articular las innovaciones en la enseñanza, sacando las mejores capacidades y conocimientos en cada uno de los campos que abordamos para im pactar y generar transformación en la sociedad. Entre nuestras fortalezas están, la convicción por el arte, la educación, la capacidad crítica, el liderazgo hacia la justicia y el cambio social.

El trabajo en redes también es reconfortante, porque se logra en conexión con los demás, nos pensamos como conjunto, todas y todos somos importantes en este proceso, tenemos una voz y una acción para aportar; cuestionamos nuestros propios valores aprendidos y naturalizados en un entorno y contexto específico, buscamos que cada uno de los territorios desde donde hacemos acciones se transformen en un territorio sagrado, valorando la herencia de nuestros ancestros, donde cada uno de nosotros y la comunidad construimos proyectos de vida. A nivel nacional estamos ubicadas en Sopetrán, Medellín-Corregimiento de San Antonio, Envigado, Bogotá, Granada, Anolaima, Mosquera, y a nivel internacional en Chile y Estados Unidos 1 .

En el trabajo con red es fundamental que se respete la identidad de cada contexto local y que existan garantías para habitarlo, es por eso que se le apuesta al desarrollo sostenible, en el que se viva en paz, aportando una formación integral, incluyente y de calidad. Es importante entregar el conocimiento de una manera asertiva y con clara y amorosa comunicación para que sea rotatorio en las nuevas generaciones, y que perdure en el tiempo, por ello se trabaja actualmente con jóvenes desde los 12 años; se invita a los padres de familia y a la comunidad para que sean partícipes de los procesos y sobre todo se genera confianza para que crean en sus capacidades, y todas y todos las aprovechemos en función del trabajo colectivo.

Este proceso de GEA no solo ha logrado la configuración, construcción y discusión de nuevos saberes y comunes experiencias locales, sino que también articulado a R7 Pulsaciones en Red ha permitido conectar con otros nodos y canales de trabajo colaborativo e interdisciplinar, construyendo así vínculos significativos para ir encontrando las convergencias, las narrativas y experiencias, que nos conectan y nos permiten transitar entre las fronteras para recorrer el continente latinoamericano desde los peregrinajes estéticos en red, hasta la producción intelectual.

Figura 7.

Figura 7.

Voces de nuestros jóvenes

Este grupo está conformado por 12 jóvenes, 4 viven en la zona rural y 8 en la zona urbana. Ubicados en el municipio de Sopetrán son jóvenes que se destacan por su liderazgo, sobresaliendo en la comunidad por los diferentes grupos juveniles y participación políticas (representantes estudiantiles, líderes del grupo juvenil parroquial, la plataforma juvenil, candidatos al Concejo Joven Municipal, entre otras actividades). Son alegres y extrovertidos. Todos vienen de familias trabajadoras y donde se les han inculcado grandes valores, los padres de familia son partícipes del trabajo artístico y desde la Corporación GEA se han creado estrategias informativas para que ellos conozcan el proceso de sus hijos. Estos jóvenes han ido desarrollando diferentes habilidades y han mejorado su técnica y su talento demostrando respeto, amor y pasión por las artes escénicas, son muchachos muy respetuosos que sueñan en ser grandes artistas, aportar y fortalecer la cultura colombiana día a día.

Figura 8

Figura 8

Para ustedes ¿qué significa hacer parte de los pro- gramas de formación de Gea?

José David Uribe Restrepo, 17 años

Hacer parte de los programas de formación de la Corporación Grupo GEA ha significado un gran privilegio para mí porque aparte de que influencia en mi vida personal, espiritual y profesional, me ayuda a tener un panorama más extenso sobre los beneficios que le proporcionó a la sociedad, bien sea por medio de una muestra escenográfica o mi simple presencia, asimismo contribuyendo a la adquisición de un círculo social más amplio con el que comparta gustos y experiencias. Me motiva seguir siendo parte del grupo, el hecho de que veía la necesidad de adquirir más formación en cuanto a la danza. Con el transcurrir de mi paso en el grupo se manifestaron otras formaciones como la teatral, hecho tal me impulsó a tener más gusto y pasión por todo este cuento escénico, del cual deseo seguir siendo parte y lo proyecto a futuro de manera profesional.

Estar en el grupo ha influido positivamente en mi vida, ya que me ha ayudado a ser más humano, a concientizarme de los hechos que acarrean para con los otros y conmigo mismo, mis comportamientos. Me ha ayudado a ser consciente de mi corporalidad, mis movimientos, mis pensamientos, mis comportamientos, el grupo ha contribuido a que yo me sepa escuchar y aprender a escuchar de todas las formas posibles a los demás...

Laura Tobón Arteaga, 15 años

Siempre he estado rodeada de proyectos artísticos en donde he aprendido y conocido personas con mucho talento, pero algo que destaca la Corporación GEA es que en ella se formó una familia, es maravilloso saber que estás rodeada de personas que te quieren y viceversa, sientes confianza y no solo de contar algo si no de equivocarse sabiendo que no se burlaran, al contrario, te ayudarán y aconsejaran, vale la pena estar allí, como todo grupo hemos tenido problemas, momentos estresantes y demás pero lo hemos sabido manejar y a pesar de esto seguimos juntos. GEA me abrió las puertas para conocer a más personas, puedo decir que mis amigos los conocí en esta corporación, si estoy, triste, feliz, etc., acudo a ellos, tenemos una relación muy fortalecida, también me aportó en el saber, algo que me encanta es que no solo te enseña a cómo hacer un paso de baile, sino que también te dan a entender por qué debe ser así y como se creó.

Figura 9.

Figura 9.

Yenifer García Paniagua, 15 años

Para mí ser parte de los programas de formación de GEA ha sido muy fructífero ya que al principio solo ingresé por estar, pero ahora estoy muy comprometida con la corporación y sé que todos esos proyectos me ayudan a mejor cada día más y ser una persona razonable, ya que no solo se basan en lo artístico, si no en lo personal, y nos enseñan cómo ser mejores cada día. Al principio no me motivaba nada, solo quería invertir mi tiempo libre en algo, ahora me motivan los aprendizajes que vamos adquiriendo poco a poco, los grandes amigos que quedan, y conocer a fondo mis capacidades y habilidades. Me ha influido ya que sé que para donde esté y sin importar el momento que esté pasando cuento con muy buenos amigos.

Dubán Felipe Giraldo Agudelo, 19 años

Considero que hacer parte de GEA y sus procesos de formación, es tener la oportunidad de crecer tanto artísticamente como en el ser y poder expresar mediante las artes escénicas todas aquellas sensaciones y emociones que expresa nuestro sentir. Las nuevas experiencias de entrar en el mundo del folklor y me sigue motivando el reconocimiento y aprovechamiento de nuestras culturas tradicionales, y sus formas tan gozosas de danzarle a la vida. Me ha llevado a reconocer que no necesito la compañía de otras personas que quieran entorpecer sus progresos y por ende los míos, sabiendo que si quiero ser bueno en algo solo depende de mi disposición, ganas y disciplina.

Fanny Maritza Montoya, líder local

Me motiva el hecho de hacer lo que me apasiona, el compartir y complementar mis conocimientos y ejercer en el desarrollo de habilidades de quienes desean em- prender por el camino del arte; me motiva dar y recibir al mismo tiempo porque a medida que voy enseñando y compartiendo con los chicos también aprendo mucho más de ellos y de todas las líderes que forman parte de GEA. Cuando iniciamos con este proyecto los chicos en su mayoría no tenían conocimiento de folclor colombia- no ni de artes escénicas, a medida que vamos avanzando he notado el crecimiento del grupo en general teniendo en cuenta que son chicos comprometidos que desean aprender y se ha visto reflejado durante los talleres en los espacios que GEA aporta para ellos, se los he manifestado en los ensayos de la mejoría que han tenido debido a su disciplina y compromiso. Hay quienes han subido mucho más de nivel gracias a su esfuerzo

.He notado en sus vidas que se han desenvuelto con mayor facilidad y que los espacios les están brindando más seguridad y confianza en ellos mismos, no solo en el grupo si no en su vida cotidiana y a futuro.

Proyecto a la corporación con la consolidación de una escuela de arte, con sus semilleros y diferentes grupos en el que los chicos del grupo de proyección ya estén multiplicando lo que están aprendiendo y formando grandes artistas como lo están desarrollando ellos en este momento. Así es como veo a GEA en el futuro llena de grupos artísticos no solo en Sopetrán si no a nivel departamental y porque no, nacional e internacional. Yo estoy segura que por eso encajó tan bien con GEA. Porque ese ha sido mi sueño siempre y llegar a la corporación dónde se está abriendo esta posibilidad es mi mayor motivación.

Conclusiones

Territorio en este caso es el vértice de estos conceptos: la construcción y el trabajo en red, donde la regulación del mismo no está solo articulada con un contexto local, sino que requiere una amplitud mayor para trabajar aspectos políticos, sociales, el lenguaje, las experiencias, las diferencias, la diversidad y la relación del indi- viduo con su entorno, y ahí radica una riqueza todavía mayor en las nuevas formas de interacción global.

Para Red7 Pulsaciones en Red el “tejido sororo” implica establecer flujos de intercambio desde las diversas voces femeninas. Estas voces son las que configuran, consolidan y difunden el arte y la cultura como una alternativa para la transformación social de sus contextos, pero se conectan a través un trabajo colaborativo que fomenta la identificación positiva, el reconocimiento y la alianza de todas las mujeres que hacemos parte de esta red. Esto nos ubica como sujetos políticos que, en nuestro ejercicio del arte, estamos poniendo en práctica el feminismo contemporáneo. La experiencia estética desde la perspectiva de lo femenino conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer. (Lagarde, 2006, p. 126) 2 .

La glocalidad hace presencia en nuestros colectivos porque nos incita a seguir conectados pese a la alta movilidad que acarrea la globalización, salimos a formarnos, a encontrarnos en diferentes países en distintos entornos, salimos al mundo para ampliar nuestra mirada de lo local, para oxigenarla y retroalimentarla. Nos encontramos en creaciones, en eventos y proyectos formulados mediante el trabajo en red, somos cocreadoras de la realidad que habitamos así estemos en diferentes contextos. Sostenemos desde lo corporativo la dinamización local, pero esta célula hace su intercambio a través de ósmosis por todo aquello que encontramos afuera y lo ponemos dentro para seguir transformando paralelamente con las generaciones que vienen detrás.

Las alianzas que se realizan entre R7 y GEA ayudan a consolidar el trabajo en comunidad a través de distintos canales de comunicación, tanto físicos como semi- presenciales y virtuales es una fuente para constituir lazos socioafectivos de los grupos, cultivando valores como el apoyo, la amistad y la solidaridad, que van más allá de una estrategia de gestión técnica, van al cuerpo mental y emocional de sus integrantes y esto es lo que permite el logro de propósitos colectivos, resaltando las fortalezas de los integrantes y creciendo en la debilidades, no solo como individuos, no solo como grupo sino también comunidad.

Referencias

Banco de Proyectos Gestión Estratégica en Acción (GEA). (2019). Metodología colaboratorios GEA, 2019. https://grupogea.com.co/

Cairo, H. y Grosfoque, R. (2010). Descolonizar la modernidad, descolonizar a Europa: un diálogo Europa-América Latina. IEPALA.

Castañeda, S. M. P. (2006). La antropología feminista hoy: algunos énfasis claves. Coyoacán, México, D.F. Programa de Investigación Feminista, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM. UNAM.

Deleuze, G. (2014). Resumen/Deleuze y Guattari/“Rizoma”. http://milnovecientossesentayocho.blogspot.com/2014/11/resumen-deleuze-y- guattari-rizoma.html

Herner, M. T. (2009). Territorio, desterritorialización y reterritorialización: un abordaje teórico desde la perspectiva de Deleuze y Guattari.

Lagarde, M. (2006). Pacto entre mujeres sororidad. Revista Aportes para el Debate.

Ojeda, C. (2018). Rizoma - Gilles Deleuze y Félix Guattari. (¿Para qué sirve? Aplicaciones). [Video]. https://www.youtube.com/watch?v=uALNatD8U74

Sack, R. (1986). Human territoriality, its theory and history. Cambridge University press.

Soja, E. (1971). The political organization of space. Association of American geographer. Commission on College Geography.

Suárez, M. (2016). Valorización del patrimonio a través del análisis de políticas públicas para el desarrollo local: caso de los cenotes mayas en el municipio de Tulum [Tesis doctoral publicada en tesis doctorales en red, Universidad de Lleida, Lérida, España]. DOI: 10803/386575

Tamayo, N. (2018, 20 de diciembre). El experimento social que demuestra que el machismo es silencioso. El Espectador. https://www. elespectador.com/colombia-20/paz-y-memoria/el-experimento-social-que-demuestra-que-el-machismo-es-silencioso-article/

Notas

Voces de las distintas integrantes del grupo GEA, en relación con su trabajo.
Pacto entre mujeres sororidad (*) Marcela Lagarde y de los Ríos (**), Aportes para el debate https://www.asociacionag.org.ar/pdfaportes/25/09.pdf
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