Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer

I am the woman i like to be: how the performance contributes to the configuration of myself as a woman

Eu sou a mulher que eu quero ser: da sua criação até a configuração da identidade como mulher

Autores/as

  • Martha Judith Noguera Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Palabras clave:

women, perfomance, pleasure (en).

Palabras clave:

mujer, performance, placer (es).

Palabras clave:

mulher, performance, prazer (pt).

Referencias

Beauvoir, S. (2016, abril). El segundo sexo. (10ª reimpresión). Editorial Sudamericana.

Castillo Ballén, Sonia (2015). Modos de relación sintiente Bocetos hacia una perspectiva del performance como ruta metodológica para la indagación de subjetividades. Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas, 10(1),131-152.[fecha de Consulta 25 de Julio de 2020]. ISSN: 1794-6670. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=2970/297042319006

Citro, S. (2009). Cuerpos significantes. Travesías de una etnografía dialéctica. Buenos Aires, Argentina: Editorial Biblos.

Darder, M. (2014, marzo). Nacidas para el placer. Rigden Edit, SL.

Despentes, V. (2007). Teoría King Kong. Editorial Melusina S.L.

Pinkola, C. (s.f.). Mujeres que corren con los lobos. Barcelona, España: Ediciones B.S.A.

Ziga, I. (2009). Devenir perra. Editorial Melusina S.L.

Cómo citar

APA

Judith Noguera, M. (2016). Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, 3(3), 150–161. https://doi.org/10.14483/cp.v3i3.12406

ACM

[1]
Judith Noguera, M. 2016. Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos. 3, 3 (ene. 2016), 150–161. DOI:https://doi.org/10.14483/cp.v3i3.12406.

ACS

(1)
Judith Noguera, M. Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer. corpo graf. 2016, 3, 150-161.

ABNT

JUDITH NOGUERA, Martha. Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer. Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, [S. l.], v. 3, n. 3, p. 150–161, 2016. DOI: 10.14483/cp.v3i3.12406. Disponível em: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/12406. Acesso em: 28 mar. 2024.

Chicago

Judith Noguera, Martha. 2016. «Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos 3 (3):150-61. https://doi.org/10.14483/cp.v3i3.12406.

Harvard

Judith Noguera, M. (2016) «Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer», Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, 3(3), pp. 150–161. doi: 10.14483/cp.v3i3.12406.

IEEE

[1]
M. Judith Noguera, «Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer», corpo graf., vol. 3, n.º 3, pp. 150–161, ene. 2016.

MLA

Judith Noguera, Martha. «Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos, vol. 3, n.º 3, enero de 2016, pp. 150-61, doi:10.14483/cp.v3i3.12406.

Turabian

Judith Noguera, Martha. «Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer». Corpo Grafías Estudios críticos de y desde los cuerpos 3, no. 3 (enero 2, 2016): 150–161. Accedido marzo 28, 2024. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/12406.

Vancouver

1.
Judith Noguera M. Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer. corpo graf. [Internet]. 2 de enero de 2016 [citado 28 de marzo de 2024];3(3):150-61. Disponible en: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/CORPO/article/view/12406

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soy la mujer que quieero seer


SOY LA MUJER QUE QUIERO SER:

de cómo la performance contribuye a la

configuración de mi yo mujer*


I AM THE WOMAN I LIKE TO BE:

how the performance contributes to the

configuration of myself as a woman


EU SOU A MULHER QUE EU QUERO SER:

da sua criação até a configuração

da identidade como mulher


JE SUIS LA FEMME QUE JE VEUX ÊTRE:

de comment la performance contribue à la

configuration de mon moi-femme



Martha Judith Noguera**

Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Facultad de Artes ASAB, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: judith2030@hotmail.com - judithnoguera2810@gmail.com


Revista Corpo-grafías: Estudios críticos de y desde los cuerpos / Volumen 3 – Número 3 / Enero – diciembre de 2016 / ISSN 2390-0288 / Bogotá, D.C., Colombia / pp. 150-161.

Fecha de recepción: 10 de octubre de 2015 Fecha de aceptación: 20 de octubre de 2015 Doi: https://doi.org/10.14483/cp.v3i3.12406

 

Cómo citar este artículo: Noguera, M.J. (2016, enero-diciembre). Soy la mujer que quiero ser: de cómo la performance contribuye a la configuración de mi yo mujer. Revista Corpo-grafías: Estudios críticos de y desde los cuerpos, 3(3), p-p 150-161/ ISSN 2390-0288.


*Artículo de reflexión derivado de investigación: El presente artículo reflexiona sobre la participación de la autora en dos procesos de investigación creación con el grupo Pasarela, los cuales contribuyen a la consolidación de una Línea de Investigación Doctoral.

 

**Licenciada en Educación Artística y magíster en Estudios Artísticos, docente de la Secretaría de Educación del Distrito, donde desarrolla su investigación y se pregunta por las prácticas pedagógicas y las disciplinas artísticas, particularmente de la danza. Se interesa por las artes del cuerpo y por la creación desde el performance. Su trabajo está adscrito a la Línea de Investigación en Estudios Críticos de las Corporeidades, las Sensibilidades y las Performatividades, a partir de este ha contribuido en la consolidación del campo de los estudios artísticos y estudios del cuerpo en el país, participando en proyectos de creación colectiva como Pasarela (2012-2014) y Conversación con mi sombra (2015-2016), performances críticos respecto de las representaciones sociales de feminidades y masculinidades frecuentes en el contexto colombiano.



Resumen

 

Este artículo expone la participación de la autora como performer en los procesos de investigación creación: Pasarela y Conversación con mi sombra del Grupo Pasarela1. Desde una mirada personal pretende evidenciarcómo el performance es una rutametodológica y de creación que contribuye a la indagación de sí misma, para la comprensión de la vida, en diálogo con autoras feministas y mujeres de su vida cotidiana. Narra la manera cómo estos dos procesos han trasformado sus maneras de sentirse mujer, encontrándose con el placer como un sentimiento que permite la independencia.

 

Palabras clave: mujer, performance y placer.


Abstract

 

This article gives account of the author as performer in the processes of research-creation: Runway and Conversation with my shadow of the Group Pasarela2. From the personal sight look to show how the performance is a route of methodology and creation which contributes to the inquiry of oneself, for the life comprehension in the dialogue with feminist authors and women of the daily life. It narrates the way as these two processes have changed their ways of felling as woman, meeting the pleasure as a feeling which allows for independence.

 

Keywords: woman, performance and pleasure.

 

Resumo

 

Este artigo dá conta da participação da autora como performer nos processos de criação et pesquisa: Pasarela e Conversación com mi sombra da companhia Grupo Pasarela3. De uma perspectiva pessoal quer comprovar como a performance é uma rota metodológica e de criação que contribui à sua própria investigação, para a compreensão da vida, em diálogo com as autoras feministas e as mulheres de sua vida diária. Ela narra o modo como estes dois processos tem transformado as maneiras para sentir-se mulher, descobrindo no prazer um sentimento que permite a independência.

 

Palavras-chave: mulher, performance, prazer.

 

Résumé

 

Cet article rend compte de la participation de l’auteure en tant que performeuse aux processus de recherche- création: Pasarela (Podium) et Conversación con mi sombra (Conversation avec mon ombre) du Groupe Pasarela4. À partir d’un regard personnel, il s’agit de mettre à jour comment la performance est une voie méthodologique et créative qui contribue à l’exploration de soi-même, dans un but de compréhension de la vie, en dialogue avec des auteures féministes et des femmes de la vie quotidienne de la chercheuse. L’article rapporte de quelle manière ces deux processus ont transformé ses manières de se sentir femme, par la rencontre avec le plaisir comme sentiment permettant l’indépendance.

 

Mots-clés: femme, performance, plaisir.

  1.  


    Una es más auténtica cuando más se parece a lo que siempre soñó de sí misma

    La Agrado. Monólogo en el filme Todo sobre mi madre.


    Al pensar en el subtítulo de este artículo dudé entre hacer alusión a la manera en que el performance me ha permitido concebir una configuración de mujer, de género o de la experiencia del placer, y, aunque siempre supe que deseaba hablar sobre el placer como una forma de reconstituirme, después de discutirlo con mis amigas y conmigo misma, decidí transcribirlo como lo presento ahora, porque considero que comprende todo lo anterior; el lector o lectora decidirá cuál sustantivo va mejor.

     

    Lo que aquí relato recoge diálogos con mujeres de mi cotidianidad, escritoras feministas –que también hacen parte de mi manada– y las reflexiones de mi diario intensivo, ejercicio que surgió en el “Grupo Pasarela” como herramienta para la creación. Pero sobre todo recoge mi experiencia en la participación en dos performance: el primero titulado Pasarela y el segundo Conversación con mi sombra, ambos presentados y socializados en eventos nacionales e internacionales5, dejando preguntas en los espectadores, pero ante todo sensibilidades alteradas por acciones que retratan la condición de mujer en un contexto como el colombiano, pero que bien podría ser latinoamericano o mundial.


    Pasarela: el grupo, mi manada

     

    Pasarela, el grupo, hace parte de la Línea de Investigación Estudios críticos de las corporeidades, las sensibilidades y las performatividades6 y da cuenta de un proceso colectivo de creación investigación, a partir de las experiencias propias de quienes participamos como performers7, pero sobre todo representa para mí, como dice Itziar Ziga, una manada: “De las periferias vienen las manadas. Cuando la feminidad se convierte en manada se convierte en una feminidad subversiva”.

     

    Mi manada es el grupo Pasarela y el performance que hacemos se constituye en el recurso para la indagación, en este caso de mujer, permitiéndome desplazamientos frente a lo femenino que aprendí de la familia y la escuela. Desde este lugar, nuevo para mí, intento definir aquella en que me encuentro, mi propio femenino. No nos inscribimos en estudios de género, nos ubicamos en la periferia; sin embargo, hablamos en voz alta sobre la mujer.

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Pasarela: la pieza «yo nunca fui agraciada»

 

En el proceso se avivó el recuerdo de cuando era niña de irme de la casa, vivir sola e independizarme, con los años se había olvidado pero me encontré frente a unos recuerdos de escuela y un día este deseo volvió y se hizo tan fuerte que ya no pude escapar a él y preferí escapar a mi relación de ocho años.

 

Nota diario intensivo

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Registro fotográfico álbum familiar, 2002

 

Como pretexto para la primera pieza usé el tema de investigación que me ocupa, la escuela, y evoqué una serie de recuerdos que posteriormente desfilé vistiéndome de ellos, sin embargo, lo que estaba haciendo era vestirme de mi yo mujer; de esto pude darme cuenta luego, porque si algo tiene el performance como ruta de investigación es que acontece como experiencia única e irrepetible y te trasforma; en esta perspectiva las rutas señaladas pueden cambiar de rumbo, los recursos metodológicos mutar con la experiencia. Ya que por un lado inicie planteando una metodología etnográfic y termine con la Investigación basada en las artes y por otro, si para Itziar Ziga su metodología “es la pasión, la euforia y la rabia” yo comprendí que mi metodología tiene mucho de corazón caliente y de rebeldía, esa rebeldía de mi niñez que extraño y que el recurso del performance convoca; no obstante, una rebeldía que llega tamizada por la edad, por el tiempo, que no es otra cosa que experiencias ganadas.

 

Permitiendo la divagación, en este sentido la acción de vestirme de recuerdos no era otra cosa más que recordarme a la niña y la mujer que soy y que fui. Lo que empezó con una pregunta por la escuela desembocó en una indagación sobre mí misma, y lo que encontré fue el placer femenino, mi placer, que brotaba de mi piel, que se asomaba como insinuando algo de una necesidad de la cual me habían hablado mal y que me había negado a conocer y que luego desarrollaría en la segundo performance: Conversación con mi sombra. Del cual ahondare más adelante

 

Pues bien, para la acción individual acudí a esos recuerdos de infancia cuando me ponía trapos en la cabeza simulando una melena larga propia de mujeres que se me ofrecían como ejemplo en las novelas mexicanas o a través de las princesas de series animadas; jugábamos con mis amigas a ser grandes,fantaseábamos con tener novios y ensayábamos entre nosotras formas de besar.


Siempre estuvo presente la idea de ser independiente. Hacía cuentas para saber con cuánto dinero me podía ir de la casa; soñaba con una casa grande donde viviría con mis amigas: allí podíamos danzar, nadar y patinar.

 

Esas ideas de buena mujer no estaban aún incorporadas en mí, como dice mi amiga Isabella, desde la operancia de un lugar de sumisión que los discursos hegemónicos asignan a las mujeres adultas, como tener una familia o hacer feliz a un hombre. Los juegos eróticos a los que recurríamos no eran otra cosa que exploraciones de identidad.

 

Me hice mayor y estas fantasías cambiaron, se olvidaron, y a pesar de no buscar conquistar hombres, olvidé la idea de ser independiente. Interponía barreras como parte del miedo que, según Itziar Ziga (p. 18), “forma parte de nuestra socialización del proceso por el cual se nos domestica como sirvientas temerosas del orden patriarcal”. Rapé entonces mi cabeza como un soldado –decía mi padre enojado–, como parte del camuflaje que fui construyendo. Esta es una opción: “camuflarse, renunciar a la imagen que deseas de ti misma para vivir más tranquila” (Ziga, p. 69). Al tiempo que me rapaba, me vestía con jeans anchos y camisetas tipo polo las cuales asociaba a lo masculino y con esto no solo renunciaba a la imagen que deseaba de mi misma sino también a mi feminidad, a mi sensualidad, a mi deseo y placer. A algunos hombres les resultaba atractiva, pero porque les resultaba rara, sin embargo, no se atrevían a acercarse porque proyectaba la imagen de mujer ruda, con carácter, y “los hombres las prefieren frágiles, alguien para proteger” –comenta mi amiga Isa– o, en palabras de Simone de Beauvoir (p. 276) cuando escribe sobre la construcción social de la mujer a partir de las novelas, “si deseas esbozar una amistad, un devaneo, debes evitar cuidadosamente dar la impresión de que tomas la iniciativa; a los hombres no les agrada los “chicos frustrados”, ni las sabihondas, ni las mujeres con cabeza, la audacia, la cultura o la inteligencia excesiva o el demasiado carácter los espanta”.

 

Lo cierto es que nunca he buscado que nadie me proteja aun en los entornos más hostiles; mi forma de protección era parecer lo opuesto a lo que consideraba femenino, lo que deseaba era parecer un hombre para tener los privilegios de independencia de ellos.

 

En el performance, cuando se nos pidió movernos sensualmente, recurrimos a la imagen de la puta y de las actrices porno, de las bailarinas de barra y tanga; sin embargo, fueron los hombres del grupo a quienes estos movimientos se les dieron con más naturalidad – ¿cuánto daño nos ha hecho esta educación moralista?; nos roban un pedazo natural de las mujeres, la posibilidad del goce de nuestro cuerpo–. Citando a Mireia Darder (p. 21):

Nadie se plantea recordarnos que debemos desarrollar nuestro instinto sexual, lo cual no significa dar la espalda a la emoción ni a la ternura. Muchas mujeres se han olvidado de jugar y del placer, y aún más del placer que puede surgir

desde su propio cuerpo.

Sin embargo, no tomó mucho tiempo que mis movimientos develaran ese algo que estaba por resolver, la sensualidad empezó a aparecer, yo servía de referente para las demás aunque no me percataba de eso. Mi amigo Rai me hizo poner un corsé archivado en mi armario; esto motivo a las demás, entonces le llamamos la “puti-pasarela”.


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Performer: Martha Noguera

Performance: Conversación con mi sombra. Pieza individual: ¿Por qué no me escuchas, por qué no me sigues?

Grupo de creación en performance “Pasarela”

 

Pasarela fue una forma de trasvertirnos, trasvertirme ya no para camuflarme sino para hacer presencia, jugar a lo que queremos ser, lo que como mujeres se nos ha negado; fue un espacio para vestirnos de putas y sentir como tal –de ligueros, medias de malla, corset–; allí cada una develó secretos de su armario.

 

¿Cuántas veces lo hacemos en la vida cotidiana?,

¿trasvestirnos sin el mayor disfrute? Aquí lo disfrutamos. Las risas nos inundaron y la diosa Baubo nos visitó –en el libro Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estés, es la diosa que pone a hablar de sexo a las mujeres y las inunda de risas, de carcajadas–, perdimos el miedo a hablar de penes, de vergas y vaginas; no queríamos parecernos a ellas, queríamos explorar la puta que todas las mujeres llevamos dentro; no simulamos, vivimos la experiencia, y a partir de esa acción entendí que el performance es una herramienta para la vida que te da la experiencia, te configura desde y con lo que eres, en mi caso me condujo al camino de mi ser mujer y me permitió iniciar un camino de reconciliación.

 

Mientras desfilaba en la pasarela narraba el evento familiar de cuando mi hermana quedó embarazada a los 15 años y cómo a partir de ese suceso desarrollé un miedo a quedarme embarazada que luego iba a estar presente en las relaciones que construía impidiendo que en el plano sexual obtuviera un placer necesario para comprenderme como mujer. Tal como dice Mereida Darder (p. 14) “he llevado el peso del gran tabú: no te puedes quedar embarazada mientras eso no ocurra no hay problema”. En las escuelas, antes de enseñar una lista interminable de métodos anticonceptivos donde fácilmente nos perdemos, deberían instruirnos sobre el placer, enseñarnos a poner límites, a comprender aquello que necesitamos y a aquello que no queremos de un hombre; advertir que con la adultez, la madurez, el placer cobra otras formas y significados, que la acción de copular va más allá del propósito mamífero de la reproducción y que esa es solo una de las formas del abanico del placer que hoy se me abre en multicolores. Seguramente ella, mi hermana, lo ha experimentado desde su rol de mamá: un placer que yo aún desconozco.

 

El performance del grupo Pasarela, con la pieza “Recuerdos de escuela”, me ofreció un espacio para vestirme con trapos y simular la mujer fatal que creía no habitaba en mí, de la cual me escondía porque en algún momento del camino frente a una prevención por la sexualidad me dijeron que era malo –podía pasar por una mujer fácil y hoy me pregunto: ¿y qué si soy fácil en el plano sexual?– No deseo responder a órdenes hegemónicos y patriarcales del deber ser buena mujer confinada a la categoría de “hembra” , pero tampoco a estructuras heredadas de la revolución industrial donde se le dio participación a las mujeres en el sector productivo, constituyendo otros deberes ser como mujer independiente que estudia y trabaja; salir de la cocina, de la casa, perder el deseo por parir, de amar a un hombre, en últimas perder el útero, y sin embargo, seguir siendo considerada como eso otro en donde “él es el sujeto, él es lo absoluto, ella es lo otro” (Beauvoir, p. 18), y en consecuencia ser incapaz de decidir entre otras cosas sobre su propio sexo y placer.

 

Conversación con mi sombra:

¿por qué no me escuchas?, ¿por qué no me sigues?

 

Durante el proceso de pasarela yo tenía una relación afectiva que decidí terminar. Me fui a vivir con mi perra Martina y una extraña, Vivian –con quien nos hemos hecho grandes amigas–. Después de la separación vino un tiempo para mí, para construirme, de recomponerme, y este placer que empezaba a asomarse en la investigación creación permeó la vida. Encontré placer en cocinar para mí misma y mi amiga, armar mi casa, extrañar a mi familia; placer en las lecturas que acumulé en la biblioteca esperando el tiempo, el tiempo había llegado, era mi tiempo, tiempo para mí, “tiempo pa’ matar” como dice Willie Colón. Terminé mi maestría y volví a bailar.

 

En este tiempo de soledad, de tránsitos y nuevas búsquedas emprendimos nuestro siguiente proyecto: Conversación con mi sombra, de la misma manera: partiendo de las experiencias de cada performer y con la idea de trabajar con un grupo de Argentina, esta vez con un tema declarado: queríamos hablar de mujer porque como lo plantea Silvia Citro (p. 149): una característica del performance es la tendencia de unir “el arte con la vida… unir el arte a las vicisitudes políticas y culturales que afectan a una sociedad o a grupos específicos en un momento determinado” y yo que me sentía tan trasparente, tan sin nada qué decir frente a la mujer que soy:

 

Lunes festivo, estoy sola con Martina y llueve esta soledad es necesaria me debe fortalecer como ser humano no se trata de un asunto de género, hombres y mujeres se deben encontrar en una situación como esta para reflexionar sobre sí mismos, por su puesto soy mujer y mi reflexión es desde ahí. Amo serlo ser mujer y hallarme en esta soledad, con la lluvia sonando en el tejado, el arroz de leche hirviendo, amo mi piel, mi gusto, mi olfato, mi oído, no hace mucho decía que no me gustaba la mujer que soy y hoy empieza a gustarme la mujer que encuentro (Diario intensivo, junio 15).

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Performer: Martha Noguera

Performance: PASARELA. Pieza individual: Re- cuerdos de infancia

Grupo de creación en performance “Pasarela”

 


En ese momento me encontraba leyendo Mujeres que corren con lobos y Comer rezar y amar, y me preguntaba por mi instinto, por la llama que mantiene vivo el movimiento de la vida, por mis pasiones. Me hice llamar “Baba Yaga”, abrí una cuenta en una aplicación para buscar sexo, descubrí la masturbación como técnica para el placer sexual, eventualmente bailaba y fortalecía los lazos de amistad con mi manada. Para ese proceso la maestra Sonia nos pidió soñar y nos encontrábamos frecuentemente para trabajar a partir de elementos de técnicas escénicas como el teatro Butoh, que proponía ella como directora; emergieron temas como la violencia sexual, el amor propio, las relación con lo masculino y sus exigencias, acciones que me conmovían profundamente y que me hacían pensar en mi propia experiencia, pero sin mayor resultado. Y mientras, yo seguía ahí, trasparente, como si nada me pasara, y una noche ocurrió, soñé, y fue a partir de este sueño que decidí trabajar –como manera de continuar con el erotismo que habíamos dejado en la pieza anterior–, pero esta vez desde lo salvaje.


¿Por qué no me escuchas porque no me sigues? era la voz de mi instinto que me llamaba en el sueño. Sentía que mi acción contenía al resto de las acciones –el grito desde las entrañas de Karen, el arrullo cansado de Gilette, los senos con carne de Cheryl, el reclamo a su cuerpo de Linna–, ese espíritu que nos contiene como mujeres: la sororidad hecha de capa amarilla, corsé y ligueros, que caminaba como un animal y se agarraba el pelo, gemía y se maquillaba hasta llegar a lo monstruoso.

 

Justo allí, cuando la creación había culminado y sido presentada, comprendí y pude reconciliarme con mi ser femenino rebelde, esa sensación de no encajar, de querer ser hombre, el miedo a embarazarme más que a parir, el miedo a ser objeto de deseo y –en consecuencia– violentada con la sensualidad que me habita; finalmente, no fue un simulacro, el performance me ofreció una experiencia real, sucedió allí. Es decir, el performance afectó mis prácticas, la vida misma; como lo postula Silvia Citro (p. 146), es un arte unido a la vida que como campo de estudio y método de investigación tiene vínculos entre prácticas estéticas y el contexto social.

 

En este sentido al perforase como método de investigación creación no se le puede otorgar un carácter efímero como lo comprende Phelan ya que si bien las imágenes suceden una vez la experiencia queda, retorna es móvil y trasforma.

[…] así diríamos que se enfatiza en sujetos constituyentes más que acabadamente constituidos o determinados, capaces de ejercer una libertad en situación, en tanto seres- en – el –mundo, que por su misma espesura carnal están siempre espacial y temporalmente situados, pero no por ellos sitiados en este mundo que los precede y los conforma (Phelan, citado por Citro, p. 148).


Para Citro el performance se comprende “Fundamentalmente como prácticas capaces de inducir comportamientos, sentimientos y significaciones culturales. De este modo las performance son entendidas constitutivas por ejemplo de las identidades de los perfomers y sus audiencias”. En este sentido, el performance fungió las veces de catalizador e impulso para –en palabras de mi amiga performer Vivian Peña– la toma de decisiones. Me mostró eso que estaba allí esperando ser descubierto; fue un método para la vida, no tanto a la manera de una terapia o como forma de sanación –pues no me sentía ni veía enferma–, sino como una fase de mi reconfiguración; no solo es la obra final que se muestra a un público: yo misma era el público de mi puesta en escena, todo lo que aconteció y sigue aconteciendo detrás del telón, entre líneas, como el subtexto de una novela, lo que no se ve en apariencia, lo que no se muestra; es todo lo que me queda como mujer en mi cotidianidad.

 

En mi experiencia previa a los performance y en los diferentes espacios en los que me encontraba, cuando mencionaban feminismo, feminidad, femenino, mi amiga e investigadora sobre mujer, Natalia Amaya, me invitaba a reflexionar sobre el uso de estos términos; sin embargo, en ese momento estas categorías me eran indiferentes y me asustaban, pensaba en radicalismos y batallas interminables que no me interesaba dar. En el fondo no era otra cosa que una manera de negar mi femenino, como mujer, negándome la posibilidad del placer. Itzar Ziga, acudiendo a las voces de otras, señala que “Estaba investigando qué mujer quería ser y esta fue una fase de mi búsqueda muy interesante porque me di cuenta que soy feliz siendo femenina”.

 

“Yo nunca fui agraciada”, así comienza el relato de mi acción, sin embargo, cuando me encuentro con mis propias imágenes –y las de mis colegas y amigas– del performance, veo unas mujeres tan mujeres y al tiempo tan fuertes que me conmueve, me conmociona.

 

Vale la pena destacar el trabajo colectivo como parte de esta metodología que encontramos como reflexión, en palabras de Sonia Castillo del “sí misma” y la manera como ella la “maestra” nos conduce a partir de sus preguntas que son también las nuestras, pero no contamos con la experiencia y el valor para nombrarlas y llevarlas a la experiencia.

 

Mujer, esa palabra bajo la lente del placer y después del proceso de los performance, cobra en mí otros sentidos; no es solo una palaba, son una serie de prácticas y, si bien no me interesan las batallas aun cuando termino metida en ellas, sí me interesa conseguir mi propia voz, me intereso por mí misma en relación con las otras y los otros, en construir mi femenino desde la experiencia, reflexionando sobre las imposturas que el medio me ofrece. Ya no me empequeñezco ante las miradas ajenas y celebro no haber renunciado por el camino a parecerme a lo que soñé de mí misma: me encuentro en el camino de la no renuncia, de la insumisión.

  1. Festival Grado Cero: teatralidades expandidas (Bogotá, 2012); Coloquio Internacional Arte, Emociones y Género (Bogotá, 2013); Primer Encuentro Nacional de Investigaciones sobre el cuerpo “El Giro cor- poral” (Bogotá, 2013); Jornadas de intercambio: investigaciones sobre y desde el cuerpo en las artes escénicas y performáticas (La Plata, Argentina, 2014); Jornadas de performance-investigación: hacia una reflexión socio-cultural de y desde los cuerpos (Buenos Aires, Argentina, 2014); V Semana de la alteridad, el cuerpo como territorio: las mujeres y el desplazamiento forzado en Colombia (Manizales, 2015) y II Encuentro Latinoamericano de investigadores/as sobre cuerpo y corporalidades en las culturas (Bogotá, 2015).


  2. La línea está concebida como un laboratorio de investigación-creación de perspectiva crítica, cuyo interés principal de indagación lo constituye el tejido social y político de las sensibilidades o inter-sensibili- dades y de las estésis o modos del sentir, que se ponen en marcha tanto en prácticas artísticas como en prácticas creativas y estéticas de la vida diaria y de las culturas, en Colombia.


  3. Miembros del grupo Pasarela: Natalia Amaya García, Celia Gilette Medellín, Karen Díaz Lizarazo, Raimundo Villalba, Martha Judith Noguera, Linna Carolina Rodríguez, Elsy Rodríguez Vergara, Cheryl Benítez Barajas, Mary Andrade Riaño, Damián Pinilla, Gustavo Mantilla Reyes y Mónica Vanegas.


Referencias


Beauvoir, S. (2016, abril). El segundo sexo. (10ª reimpresión). Editorial Sudamericana.

 

Castillo Ballén, S. (2015). Modos de relación sintiente: Bocetos hacia una perspectiva del performance como ruta metodológica para la indagación de subjetividades. Cuadernos De Música, Artes Visuales Y Artes Escénicas10(1), 131-152. https://doi.org/10.11144/Javeriana.mavae10-1.mrsb

 

Citro, S. (2009). Cuerpos significantes. Travesías de una etnografía dialéctica. Buenos Aires, Argentina: Editorial Biblos.

 

Darder, M. (2014, marzo). Nacidas para el placer. Rigden Edit, SL.

 

Despentes, V. (2007). Teoría King Kong. Editorial Melusina S.L.

 

Pinkola, C. (s.f.). Mujeres que corren con los lobos. Barcelona, España: Ediciones B.S.A.

 

Ziga, I. (2009). Devenir perra. Editorial Melusina S.L.

 

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