DOI:
https://doi.org/10.14483/2256201X.3360Publicado:
01-01-2006Número:
Vol. 9 Núm. 19 (2006)Sección:
Notas & ComentariosGente y bosques en armonía: el diálogo de saberes en el desarrollo local
People and forests in harmony: the dialogue of knowledge in local development
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Referencias
Bebbington, A. y A. Kopp. 1998. Redes de contactos y desarrollo social mediante la ordenación forestal sostenible: marcos para enfoques pluralistas. Unasilva 194, Vol 49: 11-18.
Bermúdez O., M. L. Mayorga, B. Jacanamijoy, A. Quigua y T. Fajardo. 2005. El diálogo de saberes y la educación ambiental. Instituto de Estudios Ambientales --IDEA. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 155 p.
Rolling, C. 1993. Investing in research for sustainability. Ecological Applications, 3 : 552-555
Kaj, A. 1993. Ecosofía Makuna. En: Frallois Correa. Editor. La selva humanizada. ICAN, FEN, CEREC. Bogotá, Comombia. 259 p.
Rolling, C. 1993. Investing in research for sustainability. Ecological Applications, 3 : 552-555
Kaj, A. 1993. Ecosofía Makuna. En: Frallois Correa. Editor. La selva humanizada. ICAN, FEN, CEREC. Bogotá, Comombia. 259 p.
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Notas técnicas
Colombia Forestal, 2006-12-00 vol:9 nro:19 pág:213-216
Gente y bosques en armonía: el diálogo de saberes en el desarrollo local
Max Alejandro Triana
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
mtriana@udistrital.edu.co
Hablar de las formas en que las comunidades han construido sus imaginarios en torno al bosque pasa por la comprensión de una relación de múltiples significados que a través de los siglos se ha forjado con variaciones significativas construidas desde lo local. El éxito de iniciativas que propenden a la conservación de nuestros bosques requiere ingredientes en que sea entendida, compartida y respetada la visión de las comunidades sobre sus bosques y el significado de desarrollo al que opten.
Esa comunión entre saberes y el trabajo transdisciplinario constituyen la base para el fortalecimiento de los sistemas de vida de las comunidades. En un mundo donde los matices tienden a borrarse, el rescate de las formas en que campesinos, indígenas y afrodescendiente.s han usado los bosques constituye una herramienta indispensable no solo para la conservación de hoy, sino para que comunidades conscientes proyecten su uso futuro en escenarios cambiantes (ecológico, político, social, cultural, etc.).
La Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible no debe ser solo un emprendimiento de académicos y "trabajadores por la sostenibilidad", sino ante todo el gran marco en que las comunidades reflexionen, se reconozcan y ventilen sus visiones sobre el desarrollo, el ambiente y su papel en la conservación global.
Hoy la ruta de la armonía entre los bosques y las comunidades está plagada de conflictos derivados del desbalance entre los componentes social, ambiental y económico, que en el interior de las comunidades se traducen en falta de condiciones de vida dignas, generando la espiral del empobrecimiento y destrucción de los recursos naturales y de sus culturas.
El papel de las instituciones educativas superiores debe conducirse cada vez más hacia una sinergia entre sus funciones básicas de docencia, investigación y proyección social, con base en una lectura adecuada de las grandes ideas-fuerza que desde la realidad se están gestando. Algunas de estas ideas se abordan en este texto.
LA CRISIS DE CONFIANZA EN EL CONOCIMIENTO
En el desempeño y quehacer de la labor hacia territorios o localidades más sostenibles, existen nichos de conocimiento desde donde el planteamiento de soluciones técnicamente adecuadas, socialmente pertinentes y -económicamente viables está al alcance, debido entre otras razones a la escala en la que se decide actuar, desde donde generalmente es posible controlar las variables que podrían interferir el proceso. En el otro contexto, existe un mar de confusión, asociado a la complejidad de la realidad que viven hoy las comunidades y su conflictiva relación con los bosques. Se plantea entonces una paradoja, pues en el primer caso las implicaciones teóricas derivadas de los modelos contribuyen a fortalecer los cuerpos conceptuales del desarrollo sostenible, mientras que en el segundo caso se apuesta a realidades sentidas en carne propia por las comunidades.
La alternativa ha sido elegir entre uno u otro acercamiento a la problemática, destacándose por naturales razones la tendencia a la simplificación, perdiendo así los forjadores de conocimiento credibilidad ante la sociedad. Se crea entonces un abismo entre los que construyen la realidad, ordenan el territorio y dirigen los procesos de cambio, y los que generan modelos y alternativas para un mundo ideal.
Solo cuando comienzan a abordarse las problemáticas desde perspectivas múltiples comienza a vislumbrarse la figura completa de las alternativas a seguir. Estas miradas amalgaman de forma coherente el saber ancestral de las comunidades, el conocimiento de la academia y lo nuevo que brota en el dinamismo inesperado de la de realidad.
LA INCERTIDUMBRE PERMANENTE
Como lo afirma Morin (2001), en un mundo incierto donde se desarrolla un juego constante entre el orden, el desorden y la organización, debemos reorientar la visión del universo, de nuestro entorno y de nuestros procedimientos, de manera que se minimice al máximo la ilusión y el error.
La incertidumbre será permanente, y bajo esa constante se debe actuar. Ello implica la búsqueda y diseño de herramientas adecuadas que permitan desarrollar nuevos conocimientos y saberes en este contexto dinámico. El manejo adaptativo (Holling, 1993) y la incorporación de estrategias que tomen en cuenta la complejidad de los procesos sistémicos son fundamentales para la toma de decisiones con riesgo mínimo.
Se deben construir nuevos modelos conceptuales que puedan responder adecuadamente en ambientes inciertos, adaptándose en la acción y modificándose en función de los cambios de contexto y de la nueva información. Esto conlleva una búsqueda constante y transdisciplinar que camine de la mano con el conocimiento tradicional y valore la diversidad de formas de "manejo del mundo" (Kaj, 1993).
LA SOCIEDAD DE REDES
Durante las últimas décadas se han visto grandes cambios en el contexto social, económico, político, entre otros, apalancados por la globalización y la conformación de redes. En el ámbito socioeconómico y cultural, inherente al desarrollo de relaciones armónicas entre las comunidades y los bosques, Bebbington y Kopp (1998) han evidenciado que el acceso a la información y a redes de contactos es un importante dinamizador de procesos de desarrollo local y un marco ideal para vislumbrar nuevos enfoques pluralistas.
El reto de lograr territorios más sostenibles que contribuyan al alivio de la pobreza y la equidad, sin que ello implique el deterioro de los bosques, exige de las comunidades y los actores involucrados de una nueva visión, la cual busque construir habilidades, destrezas, aptitudes y capacidades locales que permitan aprovechar las nuevas oportunidades de intercambio que se presentan.
El fortalecimiento de los lazos campesino-campesino, indígena-indígena y las experiencias pluriculturales que de ello se derivan constituyen una enorme oportunidad que posibilita el ensamblaje y enriquecimiento de procesos de construcción de nuevas formas de abordar la sostenibilidad.
CONCLUSIONES
En el marco de la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible queda claro que es urgente la construcción de nuevas y diversas es: trategias para afrontar las formas de enseñanza acordes con un mundo en constante cambio, que se presenta complejo y plural.
El papel de la educación como agente de cambio cultural queda patente y coloca sobre los hombros de los formadores un gran compromiso, el cual deberá enfrentarse desde la conjunción con los saberes tradicionales de las comunidades.
Como se ha expresado, el diálogo de saberes (Bermúdez et al., 2005) constituye la base sobre la cual deberán estructurarse esas nuevas propuestas y estrategias dirigidas a la sostenibilidad de los sistemas naturales. Esos nuevos saberes compartidos representan la materia prima para la construcción de una nueva visión de futuro mucho más incluyente, basada en el respeto a la diferencia y a la libertad de cada comunidad de afrontar ese futuro con su propia concepción de desarrollo.
El aprovechamiento del potencial endógeno de los territorios y las redes de contactos posibilitan a través el intercambio de información, la generación de propuestas innovadoras que permiten afrontar la complejidad y la incertidumbre con mínimo riesgo, el estímulo a la creatividad, el fortalecimiento de las capacidades locales, el cultivo de las relaciones interpersonales e interculturales y la concentración y focalización de esfuerzos en emprendimientos conjuntos contribuyen a la consolidación de la identidad territorial y la instauración de una nueva visión compartida.
La crisis de confianza y la homogeneización de la educación representan serios obstáculos para el desarrollo conjunto de estrategias para la construcción de un desarrollo más acorde con la cultura y las formas de "manejar el mundo" de las comunidades. La primera debe ser enfrentada a través del redimensionamiento de la educación en la sociedad y su contribución al desarrollo, potenciando la formación en aquellas dimensiones que no es posible enseñar ni desde la teoría ni desde la educación tradicional, sino con la práctica e intercambio con y entre las comunidades. Estos saberes están asociados al rescate de valores más allá del conocimiento, que estructuran una identidad y hacen personas integrales. El combate a la uniformización debe partir de propuestas locales concertadas desde la valoración de lo propio, impulsando la innovación y la creación de formas autónomas de abordar la sostenibilidad del desarrollo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Bebbington, A. y A. Kopp. 1998. Redes de contactos y desarrollo social mediante la ordenación forestal sostenible: marcos para enfoques pluralistas. Unasilva 194, Vol 49: 11-18.
- Bermúdez O., M. L. Mayorga, B. Jacanamijoy, A. Quigua y T. Fajardo. 2005. El diálogo de saberes y la educación ambiental. Instituto de Estudios Ambientales --IDEA. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 155 p.
- Rolling, C. 1993. Investing in research for sustainability. Ecological Applications, 3: 552-555
- Kaj, A. 1993. Ecosofía Makuna. En: Frallois Correa. Editor. La selva humanizada. ICAN, FEN, CEREC. Bogotá, Comombia. 259 p.
- Morin, E. 2001. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Cooperativa Editorial Magisterio, UNESCO. Colección Mesa Redonda. Bogotá, Colombia. 134 p.
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