El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad

Art and culture in the post-agreement: response and potentiality

Arte e cultura no pós-acordo: resposta e potencialidades

Autores/as

  • Santiago Niño Morales. Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Palabras clave:

art, conflict (en).

Palabras clave:

arte, conflicto (es).

Palabras clave:

arte, conflito (pt).

Cómo citar

APA

Niño Morales., S. (2016). El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad. Calle 14 revista de investigación en el campo del arte, 11(20), 1–13. https://doi.org/10.14483/udistrital.jour.c14.2016.3.a01

ACM

[1]
Niño Morales., S. 2016. El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad. Calle 14 revista de investigación en el campo del arte. 11, 20 (sep. 2016), 1–13. DOI:https://doi.org/10.14483/udistrital.jour.c14.2016.3.a01.

ACS

(1)
Niño Morales., S. El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad. calle 14 rev. investig. campo arte 2016, 11, 1-13.

ABNT

NIÑO MORALES., Santiago. El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad. Calle 14 revista de investigación en el campo del arte, [S. l.], v. 11, n. 20, p. 1–13, 2016. DOI: 10.14483/udistrital.jour.c14.2016.3.a01. Disponível em: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/c14/article/view/12113. Acesso em: 19 abr. 2024.

Chicago

Niño Morales., Santiago. 2016. «El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad». Calle 14 revista de investigación en el campo del arte 11 (20):1-13. https://doi.org/10.14483/udistrital.jour.c14.2016.3.a01.

Harvard

Niño Morales., S. (2016) «El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad», Calle 14 revista de investigación en el campo del arte, 11(20), pp. 1–13. doi: 10.14483/udistrital.jour.c14.2016.3.a01.

IEEE

[1]
S. Niño Morales., «El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad», calle 14 rev. investig. campo arte, vol. 11, n.º 20, pp. 1–13, sep. 2016.

MLA

Niño Morales., Santiago. «El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad». Calle 14 revista de investigación en el campo del arte, vol. 11, n.º 20, septiembre de 2016, pp. 1-13, doi:10.14483/udistrital.jour.c14.2016.3.a01.

Turabian

Niño Morales., Santiago. «El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad». Calle 14 revista de investigación en el campo del arte 11, no. 20 (septiembre 17, 2016): 1–13. Accedido abril 19, 2024. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/c14/article/view/12113.

Vancouver

1.
Niño Morales. S. El arte y la cultura en el post- acuerdo: respuesta y potencialidad. calle 14 rev. investig. campo arte [Internet]. 17 de septiembre de 2016 [citado 19 de abril de 2024];11(20):1-13. Disponible en: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/c14/article/view/12113

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EL ARTE Y LA CULTURA EN EL POST- ACUERDO: RESPUESTA Y POTENCIALIDAD

En el momento histórico que el país presencia las posibilidades de todos los campos de conocimiento para hacer parte del propósito nacional, orientado a superar décadas de conflicto interno armado están a prueba. No es menor el compromiso para la creación, el arte y la cultura.
El arte colombiano ha estado presente en el doloroso tránsito del país por la miríada de terribles momentos que han caracterizado su violencia. La mirada, la escucha, el sentir profundo de que es capaz el arte le ha permitido memoria, vergüenza, conciencia, esperanza, cuestionamiento y acción transformadora, por vía de la obra y la acción artística.
Desde diversas perspectivas la investigación y la creación en múltiples campos han avanzado en el desarrollo de acciones, procesos y resultados orientados a aquello que Jean Paul Lederach llama la transformación del conflicto, una reestructuración de las formas de presencia de las fuerzas sociales que pretende, no anular las diferencias y el conflicto como expresión de las diferencias sociales, políticas, económicas o culturales, sino reconociendo su presencia pero en condiciones de proscripción de la expresión violenta.


No obstante, el arte y la cultura se enfrentan a un reto mayor, en una ampliación de la categoría propuesta por Lederach y que la investigadora y artista israelí, Cynthia Cohen, denomina transformación creativa del conflicto, se propone un proceso promotor de las densas formas de construcción simbólica y cultural en los escenarios de violencia para proceder a diversas acciones de re-significación en la cultura que conduzcan al despliegue de capacidades de la creación y la imaginación, latentes o manifiestas, explícitas o subyacentes, que restituyan el valor de la vida y permitan la rehumanización de sí y del otro en cualquier escenario social.
Pero ¿Cuál es el lugar de incidencia del arte y la cultura en una expresión tan compleja de la sociedad humana, cual es la violencia? Para Johan Galtung, la violencia es multidimensional: en su dimensión manifiesta o visible, la violencia directa, la capacidad de intervención del arte es limitada; sin embargo, en su dimensión oculta o latente, en el escenario de la violencia cultural y estructural, el lugar del arte es determinante. En particular la violencia cultural, aquella quas ad mosantis sunti cus, sus. Ent vit, corepudi dolor miniendis dolum, eos re millabor magnatq uostio et, quatis maximinvent. Dolo vellorit am quibus eum quos re num fuga. Solorerum fugiatemquas et quis nimpernatus ipiet aliam, offic te dolesed itatur repedit untium, cum hitatet ipicae. Neque porro essitam rehentus alis aceptaspid et recte pa nobis etur? Qui qui omnimpe lestint, sitias dolentor aut lanturi ilitiandit que et ut molor alitistio exeritae voluptatur? Eceped que re, quodit eosti nihilit, cus porporion re quatemp orestintio. Feriantio molorruptas voleceatest, tem. At etur? Quid utam es et pro voloribus explabo. Inctatio berum que lignit voluptur? Et laciant facepererunt qui voluptat volorep eratem ipsus auta dolupta inctus essequo officiendant quas ullorporem aspe estrum aspelestrum fuga. Nequiat ureiuscias molorios debis digenimenda que ea dolorro que nullam, consequi delest, eum assit acestiur? Eque prati blant. Sunt. bus, sam, omnihit, sament. Dunt voluptas accabor atiorepre aci doluptur? Atque pliquia spelese ndionec ernatusam, volla autecepel eaquas reperibus cor si dolore nia nos est, inumquis sed mil imi, sint facessintini doluptium ut pligeni hilignihilit apedignis desequament excerci aspiciet veria el idus aut aborpor roviducius ilit perro odit dolo doloribus ex entia volessi nullis nobitiust qui dis vollorum cus et hiliant facit res dio. Rumquaeperi rent quaes am aut odit ut odis restiur auda mo is aut es am, suntinullaut omnim facienis eseque qui vel eari convertida en costumbre o hábito, altamente incorporada y naturalizada por el conjunto de valores y la cosmovisión de la cultura, el arte tiene oportunidad de movilizar transformaciones en lenguajes y sentidos dentro de la dimensión simbólica de la sociedad. En ello, el arte, tiene un lugar propio, único e imposible de replicar por cualquiera otra actividad humana.
Según Gloria Patricia Zapata, el arte y la cultura despliegan por lo menos tres acciones en el momento histórico que el país presencia, las posibilidades de todos los campos de conocimiento para hacer parte del propósito nacional, orientado a superar décadas de conflicto interno armado están a prueba. No es menor el compromiso para la creación, el arte y la cultura


La primera consiste en desplegar el arte como una acción de denuncia, de amplificación de las voces silenciadas por el peso de la muerte y la indiferencia. La segunda acción, consiste en la posibilidad del arte para reedificar la memoria y reconstituir, para una comunidad y toda una sociedad, un llamado al recuerdo imperecedero del horror, pero también del valor, la esperanza y la dignidad. Finalmente, según la autora, el arte puede involucrarse mediante una extensa posibilidad de medios y recursos con las comunidades de víctimas y excombatientes, en sus territorios y en el contexto de sus prácticas para trabajar con ellos y junto a ellos, posibilidades de resignificación de su nuevo papel en la sociedad y aportando hacia alternativas para promover sus capacidades para reconstruir sus proyectos de vida y hacerlos sostenibles.
Como nunca antes el arte y la cultura están siendo reclamados por el momento inédito del país. La estatura de la capacidad humana, creativa e investigadora de los artistas se requiere, sin ella los alcances de la reconstrucción del tejido social del país serán, cuando menos, incompletos.


Santiago Niño Morales.

Recibido: 23 de septiembre de 2015; Aceptado: 11 de noviembre de 2015

EL ARTE Y LA CULTURA EN EL POST- ACUERDO: RESPUESTA Y POTENCIALIDAD

En el momento histórico que el país presencia las posibilidades de todos los campos de conocimiento para hacer parte del propósito nacional, orientado a superar décadas de conflicto interno armado están a prueba. No es menor el compromiso para la creación, el arte y la cultura.

El arte colombiano ha estado presente en el doloroso tránsito del país por la miríada de terribles momentos que han caracterizado su violencia. La mirada, la escucha, el sentir profundo de que es capaz el arte le ha permitido memoria, vergüenza, conciencia, esperanza, cuestionamiento y acción transformadora, por vía de la obra y la acción artística.

Desde diversas perspectivas la investigación y la creación en múltiples campos han avanzado en el desarrollo de acciones, procesos y resultados orientados a aquello que Jean Paul Lederach llama la transformación del conflicto, una reestructuración de las formas de presencia de las fuerzas sociales que pretende, no anular las diferencias y el conflicto como expresión de las diferencias sociales, políticas, económicas o culturales, sino reconociendo su presencia pero en condiciones de proscripción de la expresión violenta.

No obstante, el arte y la cultura se enfrentan a un reto mayor, en una ampliación de la categoría propuesta por Lederach y que la investigadora y artista israelí, Cynthia Cohen, denomina transformación creativa del conflicto, se propone un proceso promotor de las densas formas de construcción simbólica y cultural en los escenarios de violencia para proceder a diversas acciones de re-significación en la cultura que conduzcan al despliegue de capacidades de la creación y la imaginación, latentes o manifiestas, explícitas o subyacentes, que restituyan el valor de la vida y permitan la rehumanización de sí y del otro en cualquier escenario social.

Pero ¿Cuál es el lugar de incidencia del arte y la cultura en una expresión tan compleja de la sociedad humana, cual es la violencia? Para Johan Galtung, la violencia es multidimensional: en su dimensión manifiesta o visible, la violencia directa, la capacidad de intervención del arte es limitada; sin embargo, en su dimensión oculta o latente, en el escenario de la violencia cultural y estructural, el lugar del arte es determinante. En particular la violencia cultural, aquella quas ad mosantis sunti cus, sus. Ent vit, corepudi dolor miniendis dolum, eos re millabor magnatq uostio et, quatis maximinvent. Dolo vellorit am quibus eum quos re num fuga. Solorerum fugiatemquas et quis nimpernatus ipiet aliam, offic te dolesed itatur repedit untium, cum hitatet ipicae. Neque porro essitam rehentus alis aceptaspid et recte pa nobis etur? Qui qui omnimpe lestint, sitias dolentor aut lanturi ilitiandit que et ut molor alitistio exeritae voluptatur? Eceped que re, quodit eosti nihilit, cus porporion re quatemp orestintio. Feriantio molorruptas voleceatest, tem. At etur? Quid utam es et pro voloribus explabo. Inctatio berum que lignit voluptur? Et laciant facepererunt qui voluptat volorep eratem ipsus auta dolupta inctus essequo officiendant quas ullorporem aspe estrum aspelestrum fuga. Nequiat ureiuscias molorios debis digenimenda que ea dolorro que nullam, consequi delest, eum assit acestiur? Eque prati blant. Sunt. bus, sam, omnihit, sament. Dunt voluptas accabor atiorepre aci doluptur? Atque pliquia spelese ndionec ernatusam, volla autecepel eaquas reperibus cor si dolore nia nos est, inumquis sed mil imi, sint facessintini doluptium ut pligeni hilignihilit apedignis desequament excerci aspiciet veria el idus aut aborpor roviducius ilit perro odit dolo doloribus ex entia volessi nullis nobitiust qui dis vollorum cus et hiliant facit res dio. Rumquaeperi rent quaes am aut odit ut odis restiur auda mo is aut es am, suntinullaut omnim facienis eseque qui vel eari convertida en costumbre o hábito, altamente incorporada y naturalizada por el conjunto de valores y la cosmovisión de la cultura, el arte tiene oportunidad de movilizar transformaciones en lenguajes y sentidos dentro de la dimensión simbólica de la sociedad. En ello, el arte, tiene un lugar propio, único e imposible de replicar por cualquiera otra actividad humana.

Según Gloria Patricia Zapata, el arte y la cultura despliegan por lo menos tres acciones en el momento histórico que el país presencia, las posibilidades de todos los campos de conocimiento para hacer parte del propósito nacional, orientado a superar décadas de conflicto interno armado están a prueba. No es menor el compromiso para la creación, el arte y la cultura

La primera consiste en desplegar el arte como una acción de denuncia, de amplificación de las voces silenciadas por el peso de la muerte y la indiferencia. La segunda acción, consiste en la posibilidad del arte para reedificar la memoria y reconstituir, para una comunidad y toda una sociedad, un llamado al recuerdo imperecedero del horror, pero también del valor, la esperanza y la dignidad. Finalmente, según la autora, el arte puede involucrarse mediante una extensa posibilidad de medios y recursos con las comunidades de víctimas y excombatientes, en sus territorios y en el contexto de sus prácticas para trabajar con ellos y junto a ellos, posibilidades de resignificación de su nuevo papel en la sociedad y aportando hacia alternativas para promover sus capacidades para reconstruir sus proyectos de vida y hacerlos sostenibles.

Como nunca antes el arte y la cultura están siendo reclamados por el momento inédito del país. La estatura de la capacidad humana, creativa e investigadora de los artistas se requiere, sin ella los alcances de la reconstrucción del tejido social del país serán, cuando menos, incompletos.

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