DOI:
https://doi.org/10.14483/22486798.18224Publicado:
24-12-2021Número:
Vol. 26 Núm. 2 (2021): Pedagogías de la lengua (Jul - Dic)Sección:
Artículo CortoEl método pedagógico en Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno
The Pedagogical Method in Love and Pedagogy by Miguel de Unamuno
Palabras clave:
pedagogía, amor y pedagogía, método pedagógico (es).Palabras clave:
pedagogy, Love and Pedagogy, pedagogical method (en).Descargas
Referencias
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Recibido: 15 de julio de 2021; Aceptado: 15 de octubre de 2021
Resumen
Se analiza el método pedagógico de Unamuno en Amor y pedagogía. En todo acto de enseñanza debe existir un equilibrio entre el hombre que se quiere educar, los fines para los cuales se lo educa y los pasos que se empleará para lograr ese fin. En Amor y pedagogía, el lector puede deleitarse con el juego de broma y crítica de Unamuno hacia la realidad imperante de su época que contraponía la fe y la ciencia. A través de su obra, pone en boca del personaje principal diversos desatinos sobre la ciencia y la enseñanza en un intento por expresar su descontento por las tendencias de seguir pautas inflexibles y severas. El estudio abarcador, aunque sin pretensiones de minuciosidad, de los diferentes pasajes de la novela permite descubrir el ataque del filósofo a la ciencia y a la educación a través de los tres elementos que componen el procedimiento didáctico. Este ataque a la pedagogía se opone a los formalismos finiseculares imperantes en los que los modelos rigurosos y estrictos evidenciaban un enardecimiento desenfrenado por la enseñanza. Se concluye que Unamuno despreciaba la rigidez de la metodología introducida por desatender al ser humano al desestimar su singularidad y al homogeneizar a la sociedad.
Palabras clave
pedagogía, amor y pedagogía, método pedagógico.Abstract
The pedagogical method in Unamuno’s Love and Pedagogy is analyzed. In every pedagogic act, there should be a balance between the person we want to educate, the objectives for which the person is educated, and the methods through which we attain it. In Love and Pedagogy, the reader can indulge in the game between Unamuno’s joke and criticism towards the reality of his time, in which faith and science were poles apart. Through his work, Unamuno uses the protagonist’s voice to express his disagreement with the current science and pedagogy of the time to reveal his discontent in the tendency towards following strict and severe rules. The comprehensive, although not exhaustive study of diverse significant passages in the novel allow discovering the philosopher’s attack to science and pedagogy by means of the three elements that comprise the pedagogical method. This attack to pedagogy is against the formalisms of the end of the century, in which strict methods evinced an unrestrained enthusiasm for pedagogy. It is concluded that Unamuno despised the stiffness of the introduced methods because they left humankind unattended, since its singularity was underestimated while society was homogenized.
Keywords
pedagogy, Love and Pedagogy , pedagogical method.Introducción
La pedagogía, del griego paidagōgía, es la ciencia que se relaciona con la educación y la enseñanza; en realidad, incumbe a todas las caras de la ciencia. En otras palabras, es “todo lo que tiene que ver con la teoría del desarrollo y aprendizaje del ser humano” (Freiré Hermosilla et al., 2003, p. 47). Podemos asociarla con la capacidad humana de reflexionar, sumar, restar, argumentar, relacionar, indagar, entre otras facultades. Pensar la pedagogía en relación con la política y con las interacciones humanas es una experiencia de gran magnitud. Desde el ágora de Platón, la pedagogía fue complejizándose hasta llegar a esta enmarañada trama que es la pedagogía actual.
En el plano educativo, la tarea del pedagogo radica en su capacidad incondicional no solo de acompañar al niño en su experiencia de vida, sino también de apoyarlo en el descubrimiento de fenómenos diversos. Este acompañamiento pedagógico se lleva adelante con un propósito en mente: la libertad de la persona. No habrá libertad entre los seres humanos si estos no acceden al conocimiento. Solo el saber permite que la persona sea libre, y esta tarea de acompañamiento le compete al pedagogo.
En este ensayo se analiza Amor y pedagogía (2018 [1902]), de Miguel de Unamuno, en lo referente al método pedagógico que el autor emplea para desarrollar su obra. Se entiende como método pedagógico aquellas acciones que el pedagogo lleva adelante con un objetivo puntual, con una concepción antropológica determinada y con un método pensado para conseguir su meta.
La carrera intelectual de Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno, uno de los grandes pensadores de la generación del 98, ensayista, dramaturgo, novelista, poeta, filósofo y pedagogo, nace en Bilbao (España), en 1864, y fallece en 1936 en Salamanca. Se forma en Filosofía y Letras, en Madrid, aunque pasa gran parte de sus años en Salamanca, donde asume el puesto de rector de la Universidad del mismo nombre. Si bien es destituido de su puesto, desterrado a las Islas Canarias y refugiado en Francia, Unamuno retoma su rol como rector de la Universidad de Salamanca luego de siete años, donde prosigue con su carrera intelectual. Su bagaje cultural e intelectual se caracteriza por sus conocimientos en filología, además de filosofía e historia. Su pasión se centra en la filosofía de la historia de su país natal. Si bien se pronuncia como ferviente católico, Unamuno se distancia de esta fe ortodoxa a instancias de varias crisis sufridas durante su juventud. En Salamanca adquiere diversas experiencias pedagógicas que lo llevan a cuestionar la educación de la época, a la cual caracteriza como incapaz de aprovechar los recursos con los que cuentan los niños. El pedagogo destaca la falta de cambios metodológicos en la educación, y critica la postura de los docentes y de los padres de buscar solo definiciones, lo cual va en detrimento de la motivación de los estudiantes (Fernández Díaz-Rincón y Villar Ezcurra, 2019). El pensamiento de Unamuno está marcado por el contraste entre lo ideal y lo real, entre el corazón y la razón, tal como lo refleja en Amor y pedagogía (2018 [1902]).
En sus obras se filtran estudios que incluyen el pensamiento de filósofos como Kant, Hegel, Kierkegaard, Nietzsche, Schopenhauer e Ibsen. Milita en el partido socialista durante unos años, y a raíz de otra crisis, renueva su interés por lo espiritual. Su preocupación por la muerte y la nada caracterizan sus escritos. En ellos se percibe la tensión entre la fe y el raciocinio, temas centrales que lo preocupan a lo largo de toda su vida. Unamuno (2015 [1905]) escribe, entre otros, un ensayo sobre dos personajes fundamentales de la literatura universal titulado Vida de Don Quijote y Sancho, en el que especifica la tensión entre la ficción y la realidad, y señala que los dos personajes que representan la locura y el raciocinio comprenden la
unidad de la vida del ser humano que pretende ser inmortal (Fernández y Tamaro, 2004). En Amor y pedagogía el sentido de la inmortalidad se presenta a instancias del hijo que Avito va a engendrar. Si bien el filósofo reconoce la fe en Dios, también acepta el hecho de que la fe tradicional no puede sostenerse ante los avances de la ciencia. Para el pensador español la razón no le permite al ser humano creer ciegamente y observa en esta dualidad una paradoja de la condición humana.
Como destacado pensador de la generación del 98, Unamuno lucha por el futuro de España que se enfrentaba al mundo moderno. En ese sentido, el filósofo español plasma en sus obras literarias temas inherentes a la inmortalidad, la procreación y el desarrollo de la individualidad. Utiliza para ello un lenguaje preciso, una prosa adusta y sin adornos. Escribe novelas, obras de teatro y poemas que mantienen características comunes, entre ellas la inclusión de numerosos diálogos entre los personajes de las obras, lo cual dificulta distinguir entre el uso de un género y el otro. Amor y pedagogía es considerada una de sus obras primerizas en la que el filósofo intenta ridiculizar la pedagogía que pretende ser cientificista y que procura ordenar la vida de las personas racionalmente. Como sintetiza Sánchez Orantos (2018), “un modelo pedagógico que genera un ser humano sin pasiones, sin afectos, sin cuerpo, sin emociones. Un modelo solo mental y calculador (intelectualismo) será siempre un modelo humano deshumanizador” (p. 750). Esta reflexión, que resalta la pasión como motora de la educación, es el fundamento del pensamiento unamuniano.
Luego de ofrecer una sinopsis de la obra, se analizan algunos pasajes que ilustran el problema pedagógico planteado por Unamuno.
Amor y pedagogía
Para el abordaje del análisis de Amor y pedagogía resulta pertinente destacar las etapas de pensamientos por las cuales atraviesa Unamuno: en primer lugar, su defensa del método científico; su posterior desengaño, y finalmente, su cambio filosófico respecto de la crisis que aquejó a España en 1897. Don Miguel busca el sentido en el ser humano y centra su atención en la acción y en la filosofía, sin las cuales es difícil encontrar el significado de la vida (Fernández Díaz-Rincón, 2017).
La novela, considerada una burla satírica e irónica respecto del positivismo en el que vivió su autor, Miguel de Unamuno, desarrolla la vida de don Avito Carrascal, fiel defensor del método científico, y de don Luis Apolodoro Carrascal, el hijo genio.
Carrascal se propone crear un genio recurriendo a sus teorías y a su “pedagogía sociológica” (Unamuno, 2018 [1902], p. 12). Para lograrlo, decide imitar el proceso por el cual las abejas designan a su reina. Según el defensor de la ciencia, un hijo nace como todos los demás, pero es en la manera en que se lo educa que se diferencia del resto. Carrascal piensa en Leoncia, una mujer a quien considera ideal para engendrar un genio: fuerte, bella y sana. Sin embargo, el científico pedagogo conoce a Marina, una amiga de Leoncia y queda perplejo ante su presencia al punto de decidir que ella será la madre de su hijo genio. Marina no presenta “los caracteres antropológicos, fisiológicos, psíquicos y sociológicos” que él había pensado para la futura madre de su descendiente (p. 13). Por el contrario, Marina es sensible, simple, rústica, todo lo opuesto a Leoncia. Y, desde que Avito sucumbe a los encantos de Marina, este comienza su lucha por combatir la tensión entre lo que el corazón le dicta y lo que su razón le indica. Finalmente, ambos conciben a Apolodoro, quien es educado según los métodos pedagógicos cientificistas de su padre. Por otro lado, su madre, que difiere en los métodos empleados por Avito, enseña al niño a rezar y le brinda sus mimos, a pesar de que Avito impide que ella bese al niño por los microbios que puede transmitirle al pequeño.
Cuando el genio comienza a emitir sus primeras palabras, su padre sigue el progreso del lenguaje de Apolodoro como le indica la ciencia. Y la crianza de Apolodoro prosigue con el cariño que le infunde su madre, quien lo acaricia y ama, y con la pedagogía de su padre, quien, siguiendo los lineamientos del método científico, se aboca a estimular la mente de su hijo frotándole periódicamente los lóbulos parietales para activar la circulación de la sangre.
Avito confía la educación de Apolodoro a un filósofo llamado Fulgencio, para quien “el fin del hombre es la ciencia” (Unamuno, 2018 [1902], p. 37). Según don Fulgencio, el niño debe estar expuesto a todo lo que la madre naturaleza tiene para mostrarle. Para ser un buen pedagogo, insiste don Fulgencio, es necesario recordar la propia niñez; solo así es posible acercarse a los niños. Sin embargo, lejos de recordar su niñez, Avito se sorprende ante lo absurdo que resulta el pensamiento de su hijo. Para empeorar más la situación, su esposa espera un segundo hijo. Este hecho suena a desgracia para Avito, pues no acepta que sea niña y que empeore la educación del genio.
Avito experimenta una lucha interior respecto de su confianza en la pedagogía. Carrascal advierte que “la pedagogía es adaptación”, mientras que “el amor es la herencia” (p. 54). Ante estas afirmaciones, el padre del futuro genio se da cuenta de que no puede ser padre y maestro al mismo tiempo: “¿No hay pedagogía de amor, pedagogía amorosa y amor de pedagogía, amor pedagógico a la vez que pedagogía pedagógica y amor amoroso?” (p. 54). Avito insta a su hijo a ser único e irrepetible y a ser una persona de ciencia. Por otro lado, el poeta Menaguti estimula al niño a “hacer obra de amor” (p. 77), pues para el trovador no existe otro genio que no sea el poético. Don Miguel interpela el rol del amor en la pedagogía y lo defiende como la única manera de acompañar a las personas en su búsqueda de la felicidad (Goicoechea Gaona y Fernández Guerrero, 2014).
Indudablemente, los planes de Avito de formar un genio comienzan a desmoronarse. Apolodoro percibe que hasta en el mismo sueño, momento en el que puede dejar que su mente imagine y flote en el descanso, su pensamiento viene cargado de pedagogía. El futuro genio se pregunta si con la muerte acontece lo mismo. Para su padre, esta es la finalización de la vida, no significa problema alguno. Sin embargo, este enjambre de ideas que Avito le inculca solo logran confundirlo y lo llevan a abortar todo intento de imaginación. Apolodoro concluye que el universo es “un calidoscopio” (Unamuno, 2018 [1902], p. 79) que estimula los sentidos y lo impulsan a indagar y experimentar.
Ya joven, el genio se enamora de la hija del poeta Menaguti a quien considera su “verdadera pedagogía” (p. 97); hecho irracional para Avito. Su madre es quien entiende las razones de la naturaleza, cuestión inentendible para Avito, que sostiene que los genios no pueden enamorarse. Apolodoro, sumido en la desgracia de ser incapaz de gozar de la libertad, se confunde, recurre al poeta para aclarar sus dudas, y concluye que la única manera de derrotar a la pedagogía, representada por su padre, y a la muerte es quitándose su propia vida. Él se piensa un “genio abortado” (p. 112), por lo tanto, estima que debe renunciar pues no es fiel a sus propósitos. Y así lo hace.
Amor y pedagogía muestra, en consecuencia, la muerte de la pedagogía y la muerte de la filosofía. Allí aparece la concepción del hacer sobre el pensar; y surge la figura de ese hombre que se muere fagocitado por la ciencia.
Método pedagógico en Amor y pedagogía
La práctica pedagógica es entendida “como una praxis que implica la dialéctica entre el conocimiento y la acción de cara a conseguir un fin, tendiente a una transformación cuya capacidad de cambiar el mundo reside en la posibilidad de transformar a los otros” (Freiré Hermosilla et al., 2003, p. 39). En todo método pedagógico debe existir un sano equilibrio entre el hombre que se quiere formar, los fines para los cuales se lo educa y la metodología que se empleará para lograr ese fin. Estos tres elementos deben ser armoniosos.
Miguel de Unamuno, personificado en Avito Carrascal, presenta un modelo pedagógico cuya estructura permite distinguir los fines de su método científico: crear un genio, un hombre de ciencia, pura razón, pero carente de libertad para dejar sus sentidos cobrar vida. En Amor y pedagogía, Miguel de Unamuno advierte sobre la ciencia que hasta lleva vidas, la idea de que el fanatismo mata al diálogo y que produce un efecto indeseado –la muerte–. Unamuno exalta la exacerbación de la ciencia y su efecto mortal sobre el hombre. Su metodología es perfectamente descriptiva, la narración y los diálogos de la obra son de una riqueza impresionante. Sin duda, Unamuno exalta la relevancia del docente que acompaña al educando en su viaje por la educación, papel fundamental cumplido por el maestro y que fue menospreciado en su época (Ladrón de Guevara López de Arbina, 2001). De hecho, el trabajo del docente quedaba en manos de quien no podía hacer otra labor según la concepción de educación que prevalecía en la época de Unamuno. Cabe preguntarnos, ¿qué diferencia existe entre la concepción de docente de mediados y finales del siglo XX y la actual?
Conclusiones
En Amor y pedagogía el lector puede deleitarse con el juego de broma y crítica de Unamuno hacia la realidad imperante de su época que contraponía la fe y la ciencia. A través de la obra, Unamuno pone en boca de Avito Carrascal diversos desatinos sobre la ciencia y la pedagogía en un intento, quizás, por expresar su descontento por las tendencias de seguir un método rígido y severo. La novela se torna un ataque a la ciencia y a la pedagogía, a la vez que ridiculiza ambos campos del saber. Para algunos críticos, la obra es “una lamentable, lamentabilísima equivocación” (2018 [1902], p. 6). Los argumentos de semejante evaluación se centran en los personajes “desdibujados” que Unamuno crea en su novela. Por una parte, Avito intenta formar un hijo genio bajo estricto uso de la ciencia; por otra parte, el mismo padre permite que su hijo conozca al filósofo Fulgencio, sin advertir los riesgos que este encuentro puede generar. Este ataque a la pedagogía es una embestida a los formalismos finiseculares imperantes en los que los métodos rígidos y estrictos evidenciaban un enardecimiento desenfrenado por la pedagogía (Maroco Santos, 2018).
Unamuno desprecia la rigidez de los métodos introducidos pues se desatiende al ser humano al desestimar su singularidad y al homogeneizar a la sociedad. Por otro lado, tal como concluye Maroco Santos (2018), se fomentaba una aproximación simplista a la realidad de modo que resultaba casi imposible lograr una imagen concreta del contexto social. Del mismo modo, Unamuno demuestra su desacuerdo en lo que respecta la particularidad de quienes educan. Para el filósofo y pedagogo español, el que sabe también conoce cómo enseñar, posición que se contrasta con el mecanicismo y el formalismo en el que Unamuno se encuentra inserto. Sin duda, su concepción de “la formación de la persona humana como telos del acto educativo” lo ubica en un lugar más que destacado de la pedagogía (Maroco Santos, 2018, p. 1114). Ciertamente, en línea con lo señalado por Ladrón de Guevara López de Arbina (2001), la visión unamuniana concebía la regeneración de la sociedad, lo cual da cuenta de su fiel compromiso con la educación humanística que resiste todo intento de frivolidad de las prácticas pedagógicas de su tiempo.
Reconocimientos
El presente artículo deriva del Seminario Controversias Pedagógicas en el Devenir Tempo-Espacial, del Doctorado en Pedagogía, perteneciente al Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), provincia de Córdoba, Argentina. El mencionado seminario se cumplimentó en febrero y marzo de 2021. Cabe destacar que la autora es beneficiaria de la beca doctoral otorgada por el Programa de Becas de Posgrado del Instituto de Investigación de la UNVM.
Referencias bibliográficas
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