DOI:

https://doi.org/10.14483/22486798.2486

Publicado:

01-01-2004

Número:

Vol. 9 Núm. 1 (2004): Naturaleza del lenguaje

Sección:

Artículo de Revisión

Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso

Autores/as

  • Luz Helena Rodríguez Núñez Universidad Distrital, Universidad Aútonoma de Colombia e Instituto Caro y Cuervo

Palabras clave:

competencia comunicativa, discurso, análisis del discurso, poder, ideología, estrategias del discurso. (es).

Palabras clave:

communicative competence, discourse, analysis of the discourse, power, ideology, strategies of the discourse. (en).

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Rodríguez Núñez, L. H. (2004). Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso. Enunciación, 9(1), 27–36. https://doi.org/10.14483/22486798.2486

ACM

[1]
Rodríguez Núñez, L.H. 2004. Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso. Enunciación. 9, 1 (ene. 2004), 27–36. DOI:https://doi.org/10.14483/22486798.2486.

ACS

(1)
Rodríguez Núñez, L. H. Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso. Enunciación 2004, 9, 27-36.

ABNT

RODRÍGUEZ NÚÑEZ, Luz Helena. Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso. Enunciación, [S. l.], v. 9, n. 1, p. 27–36, 2004. DOI: 10.14483/22486798.2486. Disponível em: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/enunc/article/view/2486. Acesso em: 5 nov. 2024.

Chicago

Rodríguez Núñez, Luz Helena. 2004. «Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso». Enunciación 9 (1):27-36. https://doi.org/10.14483/22486798.2486.

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Rodríguez Núñez, L. H. (2004) «Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso», Enunciación, 9(1), pp. 27–36. doi: 10.14483/22486798.2486.

IEEE

[1]
L. H. Rodríguez Núñez, «Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso», Enunciación, vol. 9, n.º 1, pp. 27–36, ene. 2004.

MLA

Rodríguez Núñez, Luz Helena. «Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso». Enunciación, vol. 9, n.º 1, enero de 2004, pp. 27-36, doi:10.14483/22486798.2486.

Turabian

Rodríguez Núñez, Luz Helena. «Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso». Enunciación 9, no. 1 (enero 1, 2004): 27–36. Accedido noviembre 5, 2024. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/enunc/article/view/2486.

Vancouver

1.
Rodríguez Núñez LH. Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso. Enunciación [Internet]. 1 de enero de 2004 [citado 5 de noviembre de 2024];9(1):27-36. Disponible en: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/enunc/article/view/2486

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Artículos de reflexión

Enunciación, 2004-08-00 nro:9 pág:27-36

Competencia comunicativa y análisis crítico del discurso

Luz Helena Rodríguez Nuñez*

Resumen

El artículo hace una revisión crítica de la literatura que circula con respecto al tema de la competencia comunicativa y el análisis crítico del discurso. El objetivo del texto es presentar la necesidad y fundamentación de este enfoque de análisis del lenguaje como una herramienta que el maestro de lengua materna debe incluir en las prácticas educativas conducentes al cabal desarrollo de la competencia comunicativa, toda vez que se enfrenta al reto de educar a una generación marcada por el poder discursivo de la información, de los medios de comunicación y de un mundo globalizado.

Palabras clave:
competencia comunicativa, discurso, análisis del discurso, poder, ideología, estrategias del discurso.

Abstract

The article makes a critical review of the literature that exists surrounding thé topic of communicative competence and the critical analysis of the discourse. The purpose of the text is to present the need and basis or foundations of this approach of analysis of language as a tool that the language arts teacher shall include in the educational practices that are geared towards the whole development of the communicative competence, provided that he or she is faced with the challenge of educating a generation that is characterized by the discursive power of the information, of the mass media and of a globalized world.

Keywords:
communicative competence, discourse, analysis of the discourse, power, ideology? strategies of the discourse.


INTRODUCCIÓN

Propuestas como las de los lingüistas pioneros Edward Sapir (1977) y Benjamín Worf explicaban, a principios del siglo XX, que el sistema de una lengua, el tipo de construcciones sintácticas que éste permite y sus campos semánticos reflejaban una suerte de teoría específica sobre la realidad. Worf aplicaba esta tesis, de manera general, a toda una lengua, en explicaciones como: "un hablante de hopi (lengua amerindia) ve el mundo de manera diferente que un hablante inglés, porque las estructuras de las dos lenguas recortan el mundo de manera radicalmente diferente" (Fowler et. ai, 1983, p. 3).

Elucidaciones similares sobre las relaciones entre lengua y cultura han tenido necesariamente que ser repensadas, pues, las realidades sobre las que se construyeron, es decir, la existencia de culturas e identidades claras, específicas, distantes entre sí, tienden cada vez más a relativizarse: hoy en día ya no es tan obvio que dos hablantes de diferentes lenguas piensen el mundo de manera totalmente distinta.

Por el contrario, la tendencia globalizante y la internacionalización de la economía determinan relaciones de interdependencia entre la circulación del capital y la cultura. Estas relaciones alientan la reducción de la diversidad y sostienen acciones culturales de tendencia homogeneizante. Es el caso de la televisión, la prensa o Internet.! En estos espacios, la inversión del capital debe verse reflejada en "producciones culturales" que se puedan vender en muchos países y, por ello, [están abocadas a dar gusto a públicos provenientes de igual número de idiosincrasias, reflejando identidades que hablan de todos y de nadie a la vez.

La materialización de esta tendencia en tratados como el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA)(1) o el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE. UU tiene fuertes incidencias'en el manejo de la diversidad cultural y lingüística de los países participantes. Por ejemplo, Paulo Slachevsky (2004), ponente por la Coalición chilena para la diversidad cultural, ante la II Reunión Temática con la Participación de la Sociedad Civil del ALCA, expone 18 puntos en los que se debe reparar al ¡respecto. Resalta que la defensa de la identidad cultural de cada nación es un fin por sí mismo que apunta al desarrollo integral de cada país, y advierté sobre los peligros que se corren cuando la cultura es absorbida por el comercio, los riesgos de la!s tendencias estandarizantes y la naturaleza impostergable de este tipo de reflexión en el interior de cada nación.

De tal suerte, la reflexión sobré la cultura y sus formas modernas de comunicación (uso del lenguaje) debe, necesariamente, involucrar una tesis fundamental: no es posible desvincular este tipo de estudios de los factores ideológicos(2) presentes en cada una de las manifestaciones concretas objeto de análisis.

En consecuencia, y pasando al plano de la educación en lengua materna, pensamos que todo intento de cualificar la competencia comunicativa de nuestros estudiantes es incompleto si dejamos de lado el desarrollo de un pensamiento crítico que les permita leer y escribir la realidad desde esta perspectiva. El joven está inmerso en el mundo regido por los medios de comunicación, la tecnología y la información. Por ello, debe encontrar en la escuela y la universidad las herramientas suficientes para saber cómo incluirse en las reglas de ese mundo: necesita saber qué, entre todos esos discursos, considera propio o extranjero, pero, más allá, necesita saber las implicaciones ideológicas y los valores que comportan dichas manifestaciones. Es preciso que los estudiantes sean conscientes de que una gran parte de sus imaginarios (Martín-Barbero, 2002)(3), de sus actos, de sus opiniones y saberes han sido instalados como presupuestos en sus mentes por ese mundo mediático con el que su generación se siente tan identificada (Cassany, 2003)(4).

ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO (ACD)

El ACD es una tendencia moderna(5) de análisis del lenguaje que tiene como fin describir y explicar el papel de la comunicación en los diversos modos de reproducción del poder (6) y en las diferentes maneras de dominación (7) (o de resistencia a los mismos). Tiene como objeto de estudio, ya no los sistemas lingüísticos vistos como complejos autónomos, sino el lenguaje propio de la vida cotidiana de las personas en sus espacios naturales, reales o virtuales. La prensa, la conversación casual, las letras de la música alternativa, el graffiti, los discursos políticos, la publicidad, el Internet, son ejemplos de los múltiples eventos comunicativos en los que se puede develar el fuerte tejido que conforman allí el lenguaje y el poder.

El ACD no es un método único sino un enfoque que ha obtenido su identidad frente a otros estudios del lenguaje y que adquiere consistencia en varios planos (Wodak, 2003).

a. En el plano programático, donde se seleccionan los fenómenos que se someterán a observación, las explicaciones que de los mismos se hace desde la teoría y la manera como se relaciona la teoría con la observación.
b.En el plano social, donde se ubican los escenarios reales de los análisis.
c.En el plano histórico, allí el ACD, como investigación social, se relaciona con otros paradigmas en su convicción interdisciplinar, asi como con el contexto en el que surge y concibe sus investigaciones.

Una de las máximas de esta tendencia es que la mayoría de las relaciones sociales tienden a ser perpetuadas, transformadas o reproducidas por medio de eventos comunicativos dirigidos por el ejercicio del poder que ejecuta un grupo que está en situación privilegiada frente a otro que no comparte dicha situación (Pardo, 2001).

Se prevée entonces, que el acceso o no a formas determinadas de comunicación o información es un hecho de inequidad, bien sea política, cultural, étnica, religiosa, económica, cognoscitiva o de género. Así, por ejemplo, son los senadores quienes hablan en el Congreso y tienen el poder de decidir a quién y cuándo citan a alguien para darle la palabra; los consejos de redacción de los periódicos deciden qué informan, cómo y a quién entrevistan; los jefes determinan la toma de la palabra en las reuniones con sus subalternos, y los profesores hablan la mayor cantidad de tiempo en sus clases, determinando cuándo y cuántos de sus estudiantes pueden hacerlo también.

El poder, la dominación (abuso de éste) y el control (mecanismo de perpetuarlo) están, generalmente, legitimados por agentes o instituciones de la sociedad que se encuentran en capacidad económica, política (Slachevsky, 2004)(8), social o circunstancial de hacerlo. De hecho, un discurso de poder,que cuente con el favor de los medios periodísticos, contaría también con la legitimidad social que se atribuye a los noticieros como informativos neutrales y objetivos de los hechos importantes que Ocurre lo mismo con las sanciones del sistema juridico, los discursos gubernamentales, los sermones religiosos y las arengas sindicales: su legalidad se debe al poder otorgado por el grupo o la sociedad a la rama legislativa, la oficialidad, la escritura o, simplemente, a la dignidad del autor del discurso.

De tal suerte, son dos las esferas en que los grupos dominantes o resistentes reproducen el poder y el control: o bien es la construcción misma de las representaciones sociales con que desea influir a los otros, o bien, en el uso del poder que tienen para limitar sus derechos a participar de la comunicación.

La primera esfera fomenta una estrategia en el discurso cuyo fin es generar actitudes positivas frente a valores o ideologías, mientras que la segunda se consolida por la vía de apropicación de los contextos específicos. En palabras de Teun Van Dijk:

Encontramos dos relaciones básicas entre el poder y el discurso: una es el poder de controlar el discurso (apropiación de contextos) y otra el poder del discurso para controlar la mente de las personas (estrategias discursivas). Desde luego, estas dos relaciones son análogas: las personas controlan el discurso especialmente para controlar las mentes de las personas y así, indirectamente, controlar sus acciones. En lugar del poder como la fuerza para las acciones de las personas , el poder moderno es, esencialmente , poder discursivo (Van Dijk, 2004a) (Nuestras cursivas).

En este sentido, el esfuerzo de los lingüistas es, ante todo, hacer explícitas las estrategias de poder del discurso y su relación con el poder de controlar dichos discursos. Conviene aclarar, antes de seguir adelante, qué se entiende y cómo se interpretan algunas de las estrategias de la primera esfera:

2.ESTRATEGIAS DISCURSIVAS

La esfera de las estrategias del discurso se evidencia a partir de marcadores lingüísticos. El analista crítico del discurso reconoce que la mayoría de las estrategias modernas tienen en común el aferrarse a un plano retórico que indica lo adecuado y eficaz que es actuar por vía de la persuación: el sentido así transmitido simula partir de unas creencias compartidas, de un beneficio comunitario, tradicional; de unidad social, de una presunta tendencia natural. Entonces, aquello que se expresa se hace de tal forma que apreciera estar a corde con los intereses de todos , o ser algo completamente justo y equitativo.

Recuérdese, por ejemplo, el primer argumento con que los Estados Unidos justificaba su última guerra: ésta era contra un pueblo el cual, según ellos: "odiaba nuestras libertades". Donde el determinante con función modal nuestras hace pensar en un beneficio comunitario y pretende incluir en él a todo el mundo occidental. Además, nuestras lleva implícito su opuesto: ellos. El par opositivo nosotros/ellos es equivalente a los atacados/ quienes nos atacan de donde se derivará la representación de nosotros =los atacados= los buenos y la representación negativa de ellos = quienes atacan = los malos. Por su parte, las libertades, así, en plural, no refieren ni a sus excesos expansionistas, ni a su culto al consumo o alguna otra libertad, sino al modo de vida capitalista —particularmente al modo norteamericano— y a determinadas formas de religiosidad. En este sentido, la alusión a la libertad justifica su acciójn bajo el argumento de la violación de un valor fundamental, que, a su vez, hace parte del concepto de justicia para casi todas las culturas y naciones de Occidente. En consecuencia, esa guerra intentaba legitimarse retóricamente en defensa de un bienestar común e irrefutable que había sido atacado por quienes lo negaban e intentaban acabarlo.

Ahora bien, este tipo de estrategias retóricas se construyen con ayuda de cualquiera (o todos) de los niveles estructurales de la lengua y, por esto, se consideran de carácter transversal. Sin embargo, constrúyase con ayuda de uno o varios de estos niveles su fin último suele ser presentar los mensajes de manera velada, en ocasiones, muy difícil de percibir.

Por ello, entre otros criterios, éste se considera uno dé los fundamentales j para el ACD: "en los objetivos descriptivos, expliativos y prácticos de los estudios del Análisis Crí¿co del Discurso radica un esfuerzo por descubriir, revelar o divulgar aquello que es implícito, qué está escondido o que por algún motivo no es inmediatamente obvio en las relaciones de dominación discursiva o de sus ideologías subyacentes" (Van Dijk, 1995, p. 17).

Esta característica de presentar las intenciones de dominación o control de manera indirecta es la que hace que los mensajes de poder sean Más peligrosos pues se recibe por el otro a espaldas de su connciencia, pero con la facultad de controlar su mente a fuerza de serles presentados una y otra vez, en virtud del control social de los contextos (9).

3. MARCADORES DISCURSIVOS COMO ESTRATEGIAS DE PODER

Para correlacionar poder y discurso, el ACD hace uso de categorías estructurales que se convierten en los marcadores textuales con los que se descubre aquello que está oculto en las relaciones de dominación y poder¡ (Van Dijk, 1995, p.4). Entre estas categorias encontramos los niveles y registros de lengua. Trataremos aquí a manera de ilustración, las primeras categorías.

Los niveles de lengua fueron considerados por diversas corrientes lingüísticas como las partes que debería contemplar cualquier gramática. Los componentes fonéticos -fonológico(10), sintáctico (11) y semántico (12) fueron suficientemente estudiados por la lingüística estructural y generativa. No corrió con la misma suerte el componente pragmático (13), debido a la dificultad de sistematizar el uso para incorporarlo en sistemas norvativos como las gramáticas. Sin embargo, los estudios de pragmática (provenientes, a su vez de la filosofia analítica o del lenguaje ordinario [Leongómez,1988] 14) aportan para los efectos que nos interesan categorías universales con las que se pueden desarrollar los análisis críticos.

En efecto, un analista puede encontrar que hechos del primer nivel (fonético- fonológico) como la entonación, el ritmo, el tono, la intensidad, la duración, la rima o la aliteración son formas lingüísticas por medio de as cuales se controla al otro. Para tomar un ejemplo cotidiano: sutilmente un superior puede disponer del tiempo libre de sus subalternos manejando determinada entonación y ritmo lento al decir: "Bien. To-do-es-ta-rá-lis-to- pa-ra.-ma-ña-na", sin siquiera tener que proferir los verbos: necesito, quiero u ordeno, en cuyos casos la función imperativa no sería aparentemente sugestiva sino totalmente evidente. A su vez, el empleado puede contestarle con un tono cínico y armar, así, su propio discurso de resistencia, al dar una respuesta como: " corno mande el jefe".

En ambos casos, lo que hae que se entienda el poder o resistencia que opera mediante el par de enunciados indirectos es el conocimiento que ambos hablantes tienen del contexto: el rol de cada uno, la naturaleza de la relación, la función pragmática de los enunciados usados, entre otros. Por ésta, entre otras razones, es qúe se afirma que el discurso involucra tanto lo que ocurre a nivel textual corno contextual: de no ser así sería casi imposible entender la mayoría de situaciones comunicativas de la vida cotidiana.

De manera similar, la sintaxis opera como marcador supuestamente no intencional de mensajes altamente cargados de ideología. Una construcción sintáctica puede ser rrarcador de relevancia, jerarquía y posición especifica de los actores o la acción. De hecho, Tony Trew (1979) (15) , británico pionero de los estudios críticos, realizó investigaciones sobre la forma como los titulares de los periódicos presentaban las noticias y puso en evidencia que estilos sintácticos determinados comportaban sesgos sobre la version de la realidad que, de acuerdo con los intereses de los periódicos analizados, se quería dar. Estos studios presentados en el hoy clásico libro Lengutje y control (Fowler, 1983), cotejaban titulares que referían al mismo hecho, como:

"Negros amotinados fueron muertos a tiros por la policía", aparecido en el The Times y "La policía mata a tiros a 11 personas en motín de Salisbury" de The Guardian.

El aspecto sintáctico que se analiza en este caso tiene que ver con las implicaciones de haber escogido determinado tipo de voz. Mientras que en The Times el titular opta por la voz pasiva, el The Guardian lo hace de manera activa. La forma activa ubica el foco de atención en el sujeto que realiza la acción, para el ejemplo, la atención recae en que fue la policía quien mató a tiros a las personas. Por el contrario, en The Times el centro de atención recae sobre la naturaleza de aquéllos a quienes afectó la acción y el calificativo, que, en algún sentido, puede entrar a justificar la acción misma, es decir: eran negros y estaban amotinados.

En este mismo sentido, la selección de una forma lexical (palabras) es también un marcador definitivo. Se podría decir que es casi infinita la lista de opciones para calificar o nominar que colocaría en orillas ideológicas distintas a sus enunciadores. La diferencia está entre preferir: desplazado o invasor, inmigrante o extranjero, reunido o amotinado; donde lá selección trasciende la carga semántica que cada miembro del par tiene.

Otro tanto aportan los artículos definidos, pues su uso en realidades tan complejas como las nuestras siempre se torna simplificador, homogeneizante, sin claridad sobre los referentes a los que aluden. ¿A qué se refiere un noticiero regional cuando anuncia que no se ha puesto de acuerdo la guerrilla con el gobierno?, ¿si en Colombia existen tantas guerrillas como subgrupos o frentes en su interior? La interpretación de tales enunciados tiene sentidos diferentes de acuerdo con la región del país donde haga presencia la guerrilla colombiana, y esta ambigüedad u homogenización de la referencia (según convenga) puede ser usada de acuerdo con fines específicos.

Pero si bien los aspectos categoriales pueden ser importantes marcadores de poder, junto con ellos cobran fuerza las estrategias semánticas que tienen que ver con la construcción de ironías, metáforas y sentidos que se instalan en la mente de los destinatarios de estos discursos, a tal punto de convertirse en los presupuestos sobre los que se consolidan sus modelos mentales (Van Dijk, 2004).

Una emisora de música clásica de Bogotá construye su estrategia de publicidad como un hecho de supuesta inclusión, que, en el fondo, no era más que la reafirmación de su carácter elitista. El eslogan decía: "Emisora HJCK, una emisora para la inmensa [aparente llamado a la inclusión] minoría [reafirmación de la exclusión]". Otro ejemplo que nos sirve para ilustrar este aspecto es lo sucedido recientemente en España con el ataque terrorista en Madrid, el 11 de marzo. Es un caso de manejo del discurso del poder que interrelaciona los niveles semánticos y pragmáticos de su construcción.Una vez sucedidos los ataques, el Gobierno español y los medios de comunicación emplearon todo su poder para dar el siguiente mensaje: "El atentado fue obra de ETA", pero lo hicieron con tal empeño y a espaldas del conocimiento que el pueblo español tiene sobre la forma de actuar de su guerrilla y las alianzas políticas en las que se movía su presidente del momento (Aznar) que ocurrió lo mismo que con la ironía: se entendió precisamente lo contrario y se ubicó por la misma vía al posible autor. El resultado: se desvirtuó el sentido que quería imponer el texto oficial (de poder) y se impuso el que provino de la interpretación del contexto (y probablemente el de otros textos de resistencia ó alternativos): "El atentado no pudo ser obra de ETA, luego fue de Al Qaeda". Las consecuencias de tal interpretación se hicieron sentir en las decisiones políticas que terminaron con la no reelección de Aznar y el retorno del partido socialista, antibélico que ganó las elecciones a los dos días del atentado.

Y es que, en el nivel pragmático y de la enunciación es donde podemos ver un gran número de marcadores discursivos que pueden ser usados pata la persuasión de acuerdo con unos fines: uso de formas de cortesía, la toma de turnos en la conversación, la modalización, el tipo de actos de habla o el estilo con que se estructura el discurso son constituyentes de verdaderos programas cognitivos.

Tomemos el caso de la toma de turnos. La toma de turnos se da, tanto en niveles macro de la sociedad (el Congreso, la prensa, la academia) como en comunidades pequeñas de habla (la mesa, una entrevista de trabajo). En ambos escenarios sociales se comparten y ponen en evidencia muchas reglas de jerarquía y poder.

Así, cierto tipo de familia moderna colombiana, constituida en su clase media por padres profesionales trabajadores, hijos que estudian en jornadas continuas y empleadas domésticas que se encargan de las funciones antes delegadas a la madre, han sufrido cambios en los roles y las jerarquías de poder que ocupan sus miembros y, en consecuencia, en la toma de turnos o derechos conversacionales de cada uno de ellos. Los hijos toman la palabra cuando lo consideran necesario, utilizan expresiones generacionales, intervienen sin restricción de tiempo, objetan, se dirigen a sus padres con tonos y miradas inadmisibles dos generaciones atrás y opinan sobre temas antes vedados.

Por otro lado, marcadores cómo la tematización se convierten en categorías que proveen al analista información muy valiosa. Pensemos én su significado para la prensa y para la historia. Allí sus enunciadores tienen el poder de definir qué temas se publican en un diario o en un libro, pero no sólo eso: tienen, también, la posibilidad de definir la situación temática (el cómo informan, en qué sentido) con que expondrán los temas seleccionados.

Un análisis del índice temático que presenta en el mismo día El Tiempo, El Espectador, la página web de las AUC, la del ELN y algún periódico amarillista sorprenderá por su diferencia. Para determinados intereses existirá una lista de temas y situaciones temáticas tan diversas como la orientación ideológica de cada medio. Por esto, cuando los lectores no encontramos en el periódico un tema, por sentido común, optamos por buscarlo en otro medio que represente otros intereses, donde no se le haga "el quite" o donde, en el ordenamiento general de lo informado, no se le dé una importancia mínima (no es lo mismo que el tema aparezca en primera plana que en la parte inferior de la sección de avisos clasificados).

De la misma manera, la historia y los historiadores modernos han admitido la imposibilidad de construir o rescatar un discurso ideológicamente neutral. Por ello, el significado que tiene para los colombianos la historia contada por Alvaro Gómez Hurtado o por Gerardo Molina no es la misma, entre otros, por los olvidos de cada quien o por la manera en que cada uno referencia (tematiza) los hechos. Ocurre de igual forma con la Historia Universal, donde hay omisiones o alusiones sesgadas a hechos cruentos, masacres o genocidios que no conviene para algunos intereses recordar pero que, en nombre de la objetividad del texto, se incluyen pero con situaciones temáticas amañadas, construidas de tal forma que los móviles, los hechos y las consecuencias reflejen la versión que interesa defender.

Ahora bien, junto a los aspectos ya señalados encontramos otro conjunto significativo de marcadores y estrategias que el analista crítico —o el estudiante de lengua materna al que se le enseña esta perspectiva— puede identificar como relevantes en sus estudios. A manera de síntesis, referiremos los aspectos sugeridos por Siegfred Jáger y Teun van Dijk (citados poi. Wodak y Meyer, 2003) véase la Tabla 1.

Por su parte, Ruth Woáak (como compilador) y Martin Reisigl (2003), a partir de su investigación sobre el discurso histórico, proponen que los análisis partan de la identificación de las siguientes estrategias discursivas:

  • La estrategia referehcial o de nominación.
  • Las estrategias de predicación que aparecen en las atribuciones estéreotipadas y valorativas de rasgos positivos o negativos, (como en el ejemplo citado arriba sobre las correlaciones entre nosotros/ellos en el discurso político norteamericano).
  • Las estrategias de argumentación, que se reflejan en determinados topoi utilizados para justificar una inclusión o exclusión.
  • Las estrategias de puesta en perspectiva, de enmarcado o representación del discurso utilizado por los medios para informar (como en el análisis de la sintaxis usada en The Guardian y en The Times, ya citado).
  • Las estrategias de lintensificación y mitigación que tratan de intensificar o mitigar la intención real de las afirmaciones.

Vemos cómo, en uno u otro caso, se trata de correlacionar poder y discurso por medio de diferentes marcadores lingüísticos. El cambio dé categorías entre los tres autores señalados se debe al énfasis que, los mismos textos pobre los que ellos han desarrollado sus investigaciones, les han dejado ver como más relevantes para cada caso.

4.LAS ESTRATEGIAS DEL DISCURSO Y EL CONTEXTO

Ahora bien, un concepto de disciirso completo debe involucrar tanto al discurso (y sus estrategias) como al contexto. No es posible la existencia de uno solo de los miembros del par, pues, como ya se ha visto, el ACD no entiende el uno sin el otro.

En efecto, el conocimiento de las leyes que rigen los contextos sociales es definitivo para la interpretación acertada de las funciones de poder que cumplen los marcadores discursivos. Pero, más allá, el concepto de contexto que maneja el análisis crítico intenta explicar la manera como el uso de las estrategias que se registran en los discursos penetran en la mente de los destinatarios con el fin de influir en su acción social, en sus actitudes y en la consolidación de su opinión (Van Dijk, 1995)

La influencia que ejercen los discursos de poder, no es, pues, momentánea, ni circunstancial. De hecho, en la medida en que éstos son fuertemente persuasivos, influencian a un gran número de personas. Van Dijk llama a estas creencias generalizadas, representaciones sociales: "no son sólo creencias personales e individuales sino representaciones mentales socialmente compartidas tal como el conocimiento, las normas, los valores y las ideologías" (Van Dijk, 2004b).

De tal manera, cuando un discurso de poder empieza a funcionar de acuerdo con sus fines (ha convencido a muchos de posiciones sexistas, racistas, clasistas; ha justificado una guerra, ha sentado posiciones frente a grupos de desplazados o inmigrantes, ha hecho saber el significado de las jerarquías en una relación) y se puede considerar como parte de las creencias aceptadas, no hay que declararlo una y otra vez. Esta representación social formará parte de los presupuestos compartidos por la comunidad: si ya sus miembros consideran común una actitud frente, por citar un caso colombiano, a la denominada "limpieza social", no tendrán que explicarla cada vez que hablen entre sí. Eventualmente lo harán frente a miembros nuevos, pero lo que sí harán es manejar el presupuesto en cada caso que requiera su acción, de esta forma, en el evento de tener que organizar al grupo para que ejerza "limpieza" én determinada zona de la ciudad, no se volverá a declarar el presupuesto, sino que sus discursos activarán la representación mental negativa que estas personas tienen sobre los indigentes, vagabundos, drogadictos, homosexuales o ladrones.

Las representaciones sociales que, a la postre, conforman las ideologías, circulan repetidas veces y por medio de diversos discursos para poder incluirse como parte de los presupuestos de las personas. De allí la importancia de los espacios mediáticos para su transmisión, en la medida en que éstos hacen presencia casi permanente en la vida pública y privada del hombre moderno y se convierten en el instrumento efectivo de repetición (bombardeo) que asegura el ir construyendo el modelo mental deseado.

El eslogan de un partido político colombiano puede ser un buen ejemplo de lo dicho. El texto dice: "Lo que la gente está pensando: conservatismo colombiano", y es enunciado én una publicidad transmitida por televisión después de algunas escenas que muestran personajes colombianos típicos de clase media en circunstancias cotidianas en las que dicen cosas como: "yo quiero que mis hijos se eduquen, si eso es ser conservador, yo soy conservador" o "me gusta la seguridad, si eso es ser conservador, yo soy conservador".

"Lo que la gente está pensando" retoma las circunstancias del bienestar social —implícitas en este fragmento de texto (bajo la forma lo que) e ilustradas en el comercial con las escenas familiares sobre educación y seguridad—, de una forma retórica, aludiendo a ellas como aspectos del terreno común social, como los presupuestos que el partido conservador si sabe interpretar y que ubica en el pensamiento de la gente, es decir, en aquellos colombianos que son gente. La aseveración final "[...]: conservatismo colombiano", así, después de dos puntos, funciona como una declaración de identidad: la gente y el bienestar son el conservatismo.

Se podría conjeturar que este discurso es un intento por crear presupuestos en las personas que muevan modelos mentales como parte de una representación social positiva frente a una ideología en crisis como el conservatismo. De serlo, se consideraría un claro intento por modificar el contexto mental de un grupo amplio de receptores a los que va dirigido este discurso. Sin embargo, para sustentar esta afirmación, tendríamos que hacer una investigación completa. Aquí la referencia sólo tiene como fin ilustrar la manera como se presentaría el análisis de la relación discurso-contexto, en el marco del ACD.

5.EL ACD Y EL DESARROLLO DE COMPETENCIA COMUNICATIVA

Saber interpretar, argumentar o proponer puntos de vista, aspectos que conforman las denominadas competencias básicas (Bogoya et al., 2001), son procesos que se consolidan en el interior mismo de la competencia comunicativa. Pero si deseamos que los jóvenes apliquen estos procesos en toda lectura que hagan de discursos provenientes de los medios, de los libros o de la cotidianidad, debemos procurar que sea como consecuencia de una claridad que los lleva a preguntarse sobre lo que estos textos les dicen sobre la identidad, sobre los valores y sobre la ideología expresa u oculta en los mismos.

No desarrollaremos la competencia comunicativa de un estudiante, solamente con la posibilidad de que él produzca o comprenda la estructura e información textual, o que identifique la pertinencia o adecuación de los discursos. Nos parece aquí que la idea de desarrollar a cabalidad la competencia de los jóvenes se hará si, en uso de los métodos de develamiento utilizados por el ACD junto con las destrezas logradas en la aplicación de los saberes textuales y pragmáticos, logramos que los muchachos:

a. Comprendan la iritención que precede a la construcción de los discursos.
b.Identifiquen el punto de vista desde el que se producen los enunciados de otros y los propios.
c.Tomen conciencié del poder y caracterización del contexto (mentai, social, cultural) en el que circula el texto, tanto en Lu producción como en su comprensión.
d.Utilicen el conocimiento metalingüístico no sólo para interpretar o producir textos, sino para develar estrategias de persuasión o representación apuestos.
e.Propongan, si es el caso, discursos alternativos, críticos o de resistencia frente a los discursos de poder

Hemos querido presentar de manera sucinta algunos aspectos relevantes del Análisis Crítico del Discurso, porque consideramos que en una realidad donde la circulación de los discursos de poder es abierta y casi ilimitada es una falacia creer que se domina la lengua, o que se entienden los textos, sin trascender en ellos, como si fueran neutros o se constituyeran al margen de una ideología. En este sentido, la perspectiva crítica debe hacer parte de ese saber que los estudiantes poseen sobre la lengua materna y que les permite considerase competentes en el manejo de la misma.

Estamos seguros que, de propiciar espacios y proveer herramientas para la reflexión crítica sobre el lenguaje, las generaciones que ocupen nuestras aulas podrán aportajr cada vez más al rescate y construcción de los elementos que propicien identidad y les den claridad irente a los múltiples discursos por los que navegan cotidianamente y en los que la red tejida por el discurso y el poderes cada vez más compleja.

BIBLIOGRAFÍA

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NOTAS

*Licenciada en lingüística y literatura, Universidad Distrital. Docente investigadora de la Universidad Autónoma de Colombia. Magister en lingüística española del Instituto Caro y Cuervo. Luheronu@yahoo.com.

  1. Los esfuerzos para unir las economías de las Américas en una sola área de libre comercio se iniciaron en la Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en Miami, EE. UU, en diciembre de 1994. Los Jefes de Estado y de Gobierno de las 34 democracias de la región acordaron la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas, o ALCA, en la cual se eliminarán progresivamente las barreras al comercio y a la inversión.
  2. Se entiende aquí por ideología una categoría que tiene como función ser una concepción del mundo con posibilidad de penetrar en la vida cotidiana de los hombres y de motivar sus prácticas sociales. La ideología imputa sentido a las acciones comunicativas y a las otras acciones sociales del ser.
  3. Al respecto estamos de acuerdo con la siguiente afirmación de Martín-Barbero: "En el mundo Latinoamericano las industrias culturales son un dispositivo clave en la construcción de las identidades colectivas. Éstas atraviesan, de punta a punta, la construcción de nuestros sueños, de los imaginarios a partir de los cuales nos sentimos felices e infelices, satisfechos o insatisfechos con lo que hacemos".
  4. Daniel Cassany hace referencia a esta necesidad pero orientada específicamente hacia el plano de la lectura: "Ante el mundo multicultural, globalizado, dinámico y conflictivo en el que vivimos, la única respuesta educativa posible es la necesidad de formar a una ciudadanía autónoma y democrática que tenga habilidades criticas de lectura, escritura y pensamiento. [...] La persona crítica es la que mantiene una actitud beligerante en la consecución de sus propósitos personales, a través de la lectura y la escritura, pero también la que participa de modo constructivo en el desarrollo de una comunidad plural, respetuosa y progresista" pp. 113-132.
  5. El ACD se trabaja en Europa desde hace 25 años. Los antecedentes del Análisis Crítico del Discurso en el marco de la lingüística, se encuentran en los enfoques interdisciplinarios que analizaron las relaciones del lenguaje con el pensamiento, la sociedad y la cultura.Particularmente en aquellas que estudiaron el lenguaje cotidiano, de los pequeños grupos, de los medios de comunicación y de los niños y la escuela: sociolingüística (M. A. K. Halliday, Basil Berstein), pragmática lingüística (Austin, Searle, Grice), etnografía del habla (Dell Hymes, Gumperz) y análisis del discurso (Teun van Dijk).
  6. Se entiende aquí por poder, el control que un grupo o persona ejerce sobre otras para influir en su actuar. Se basa en la posesión de bienes sociales como el dinero, el estatus o el reconocimiento (Van Dijk, 2004). El poder no siempre es total pues es imposible controlar todos los discursos o todos los bienes simbólicos que circulan en la sociedad, pero sí se caracteriza por poseer grandes campos de control. Así mismo, es relevante referir que, por lo general, los discursos de poder generan discursos de disentimiento del mismo, en diferentes matices, que aquí llamaremos discursos de resistencia.
  7. La dominación es una forma de abuso del poder.
  8. Un ejemplo de capacidad económica y política que permite producir y reproducir bienes simbólicos es, el de las denominadas industrias culturales de los países económicamente débiles, frente a las de países poderosos, en circunstancias propias de las tendencias globalizantes. La ponencia presentada por Paulo Slachevsky, ante el Comité de representantes gubernamentales sobre la participación de la sociedad civil-ALCA, como parte de la Coalición chilena para la diversidad cultural, lo expresa en los siguientes términos:"Las culturas locales [...] viven momentos complejos en la globalización, incrementándose los procesos de reproducción cultural de las culturas dominantes por sobre la producción local, desconfigurándose los sellos propios de las identidades locales, imponiéndose lógicas mercantiles como eje regulador en el conjunto de la producción y la distribución cultural. En términos económicos, no hay —ni habrá—, igualdad de competencia entre el producto masivo global y la producción cultural local". (Nuestras cursivas).
  9. Algunas practicas mediáticas se asemejan mucho a las de Naranja mecánica, solo que el experimento se hace en casa, el incorregible es el espectador y el instrumento de laboratorio es el televisor. Todos los terricolas sufrimos el experimento y todos tenemos archivadas en nuestra memoria las imágenes de los aviones que se estrellaban una y otra vez sobre las torres gemelas en Septiembre 11 de 2011.
  10. Componente dedicado a la descripción de las unidades fónicas, entendidas como los universos de sonido significativo de las lenguas.
  11. La sintaxis estudia las relaciones nómadas con que se interrelacionan las unidades sígnicas de las lenguas.
  12. Estudio del significado y del sentido.
  13. El componente pragmático estudia la lengua en su dimensión del usop que le dan los hablantes corrientes de las mismas.
  14. Allí se puede leer una síntesis de los aspectos clave de la filosofía del lenguaje ordinario.
  15. Teun Van Dijk creador de la mas importante corriente de análisis del discurso en el mundo y la mas reconocida en nuestro país, reconoce siempre que los trabajos de Tony Trew junto con los de Roger Fowler, Gunther y Kress son los antecedentes más importantes de su propuesta de análisis crítico.

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