Editorial

Ingeniería, 2007-00-00 vol:12 nro:1 pág:1-1

La visión multidimensional de la ingeniería

Octavio J. Salcedo Parra
Director

El mundo globalizado ha favorecido flujos mayores y más rápidos de información. La ingeniería, como rama del conocimiento, no ha sido ajena a esos flujos, por el contrario, se ha beneficiado de un mayor acceso a la información, a la vez que ha facilitado el diseño y la puesta en marcha de la tecnología necesaria para el flujo y el almacenamiento de la información. La ingeniería y los desarrollos tecnológicos que enmarcan la "era de la información" se constituyen en actores con nuevos roles y con nuevas responsabilidades.

En algún tiempo los desafíos de la ingeniería tuvieron que ver exclusivamente con el diseño y la puesta en marcha de infraestructura. Las consecuencias o el porqué de la infraestructura siempre fueron respuestas venidas desde lo político o lo económico. Hoy, cuando el positivismo se revalúa y el conocimiento se permea entre ciencias duras y blandas, la división y exclusividad de acciones y responsabilidades no es tan claramente diferenciada.

Ingeniería se concibe, hoy, inscrita en la sociedad del conocimiento y su relación es directa con la sociedad, pasa por los desarrollos y el pensamiento tradicional, pero su objetivo es la sociedad. De allí que los desafíos de la ingeniería, ya no, sean exclusivamente de perfeccionar diseños, cálculos o materiales, sino, que propendan por el desarrollo de los social: por mayores accesos de las personas a la tecnología, por disminuir la brecha digital y otros cuestionamientos que antes parecían distantes de las preocupaciones de cualquier ingeniero.

Un mundo en el que la sociedad ahora se concibe dentro de lo ambiental, con humanos que piensan en lo sostenible, desde diferentes ópticas, también es pertinencia de la ingeniería. ¿De quién, si no, de los ingenieros es la mayor responsabilidad de las tecnologías limpias?. Ambientalistas o no, pensar en las generaciones venideras debe acompañar cualquier persona. Vivimos las consecuencias ambientales de una acelerada industrialización que nosotros como ingenieros ayudamos a construir. Hoy somos artífices no de un fenómeno productivo, si no de una sociedad de la información, nuestras responsabilidades van más allá de producir más con menos. Somos parte de una de una sociedad más informada y más relacionada, pero ingenieros ¿será que sí, hemos pensado en nuestra responsabilidad ahora y con las generaciones venideras?

El dilema o las cuestiones no pasan por simple aumento de responsabilidades o por más formas de inmiscuirse, sí pasan por el compromiso ético que se renueva y cambia en un proceso de la sociedad, hoy más dinámica y con revaloraciones morales e identitarios de los individuos. Somos individuos más informados, somos individuos menos apegados al territorio, nos nutrimos de más formas de pensar, pero el compromiso ético y con la vida no puede, ni debe diluirse. El avance de la ingeniería también debe ser un avance en preguntarnos cuál es la vida que estamos contribuyendo a construir.

Octavio J. Salcedo Parra
Director