El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura

Autores/as

  • Elia Acacia Paredes Chavarría UNAM

Referencias

Flood,J. Et al. (1991) Handbook of research on teaching de English language arts. New York: Macmillan. Lunsford, Karen et al. (1992) Standards for reading professionals. Newark: IRA.

Flood, J. Et al. (1998) Boletín de sumarios. España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

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Paredes Chavarría, E. A. (2001). El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura. Enunciación, 6(1), 45–49. https://doi.org/10.14483/22486798.2442

ACM

[1]
Paredes Chavarría, E.A. 2001. El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura. Enunciación. 6, 1 (ene. 2001), 45–49. DOI:https://doi.org/10.14483/22486798.2442.

ACS

(1)
Paredes Chavarría, E. A. El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura. Enunciación 2001, 6, 45-49.

ABNT

PAREDES CHAVARRÍA, Elia Acacia. El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura. Enunciación, [S. l.], v. 6, n. 1, p. 45–49, 2001. DOI: 10.14483/22486798.2442. Disponível em: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/enunc/article/view/2442. Acesso em: 20 abr. 2024.

Chicago

Paredes Chavarría, Elia Acacia. 2001. «El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura». Enunciación 6 (1):45-49. https://doi.org/10.14483/22486798.2442.

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Paredes Chavarría, E. A. (2001) «El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura», Enunciación, 6(1), pp. 45–49. doi: 10.14483/22486798.2442.

IEEE

[1]
E. A. Paredes Chavarría, «El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura», Enunciación, vol. 6, n.º 1, pp. 45–49, ene. 2001.

MLA

Paredes Chavarría, Elia Acacia. «El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura». Enunciación, vol. 6, n.º 1, enero de 2001, pp. 45-49, doi:10.14483/22486798.2442.

Turabian

Paredes Chavarría, Elia Acacia. «El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura». Enunciación 6, no. 1 (enero 1, 2001): 45–49. Accedido abril 20, 2024. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/enunc/article/view/2442.

Vancouver

1.
Paredes Chavarría EA. El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura. Enunciación [Internet]. 1 de enero de 2001 [citado 20 de abril de 2024];6(1):45-9. Disponible en: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/enunc/article/view/2442

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Artículos

Enunciación, 2001-00-00 nro:6 pág:44-49

El legado del siglo XX a la enseñanza de la lectura
Anotaciones sobre una investigación de Karen Lunsford y Leo Pauls

Elia Acacia Paredes Chavarria

Docente investigadora preparatoria UNAM


Todo final invita a hacer una revisión del proceso seguido para arribar a una meta. Ante las indudables novedades que el último tercio del siglo XX nos ha legado en relación a la enseñanza-aprendizaje de la lectura , compartimos aquí el interés por recuperar el proceso de esa herencia didáctica de indudable trascendencia no sólo en la didáctica de la lengua, sino de todo trabajo educativo que implique al libro como herramienta, aunque en este recorrido nuestra visión tenga que hurgar más allá de nuestras fronteras dada la juventud que estos avances tienen todavía en nuestra Latinoamérica.

Durante la década de 1960 a 1970 , en general, la atención del curriculum de lengua se dirigió en el mundo a cómo convertir en lectores a los no lectores y la mayoría de los profesores usaron lecturas selectas, fichas de trabajo, manuales del profesor, exámenes y materiales complementarios en su enseñanza. Los libros usados en la educación media básica y superior recurrían ampliamente a trabajar la novela y el cuento y a utilizar glosarios de vocabulario de difícil comprensión. La mayoría de las clases de lectura consistían en lecciones de lectura dirigida: preparación para la lectura, lectura en silencio seguidos dé cuestionarios y discusiones y ejercicios sobre vocabulario y comprensión lectora pero mucho del trabajo del profesor se restringía a revisar tareas y aplicar exámenes.

Desde entonces se han incrementado mucho las investigaciones en lectura. En los setentas los investigadores trabajaron sobre cuáles eran los mejores métodos de lectura y exploraron la instrucción individualizada y la experiencia lingüística. Los "ochentas" se caracterizaron por atender las destrezas lectoras y practicar una enseñanza más centrada en el lenguaje con fuerte énfasis en las necesidades de los estudiantes. Durante este período se aprendió más acerca de las condiciones necesarias para que los estudiantes fueran mejores lectores y acerca de cómo actuaban los lectores expertos. En los "noventas" se considera que el acercamiento más efectivo para la enseñanza de la lectura consiste en combinar los mejores elementos de una variedad de métodos instruccionales que incluye a los anteriores.

Y aunque todavía subsisten los métodos tradicionales de enseñanza de la lectura, es importante hacer notar que cada vez más los programas de lectura incluyen textos más largos, glosarios reducidos y más trabajo de exposición oral. Adicionalmente, una elevado número de, profesores practican acercamientos holísticos con nombres tales como "lenguaje total", "instrucción basada en la literatura" y " artes integradas de lenguaje".

Estos acercamientos enfatizan la integración de la literatura, la lectura y la redacción a lo largo del curriculum y comparten en forma consistente el concepto actual de la importancia de la interacción social de la práctica lingüística y del aprendizaje centrado en el alumno. Se ha incrementado la atención a los escritos de los estudiantes y su respuesta a la lectura de textos completos, más que a selecciones breves.

Esta nueva postura ha generado una renovada atención positiva a la importancia del alumno y el lugar central de la lengua en los procesos de lectura y escritura. Cada vez más los alumnos se integran al modelo solidario de interacción en el aula común, y se enfatiza en todos los niveles la enseñanza de estrategias para enseñar a pensar.

En forma paralela a las innovaciones en los nuevos currículos, las innovaciones en la enseñanza de la lengua enfatizan las conexiones entre todas las artes del lenguaje o habilidades lingüísticas: leer, escribir, escuchar y hablar. Los conocimientos actuales sobre el proceso de la lectura nos han llevado a comprender que los estudiantes necesitan tiempo y estrategias para organizar sus ideas, para reflexionar acerca de lo que han leído y para recordar ideas importantes para un uso posterior. De esta manera, la redacción y la discusión son reconocidas como herramientas importantes para ayudar a los alumnos en su desarrollo lector. Ejemplos de estas tendencias se observan en la frecuencia con que se estimula a los alumnos a escribir o a discutir acerca de lo que están leyendo ya se trate de una narración, de una descripción o de una argumentación con la intención de beneficiar su comprensión del texto. No obstante estos avances, lograr que estas mejoras en la enseñanza de la lectura se consoliden está todavía lejos de ser una realidad. Sin embargo, hay elementos muy bien identificados que los educadores deberían conocer y dominar para poner adecuadamente en práctica la lectura entre sus alumnos. Aquí se incluyen nueve categorías que representan el conocimiento básico que requiere la atención de todos los profesores de lectura:

  1. Teorías de didáctica de la lectura.
  2. Conocimiento del desarrollo de la lengua y del aprendizaje.
  3. Conocimiento del proceso de la lectura.
  4. Creación de un ambiente propicio para la lectura.
  5. Planeación de una buena instrucción .
  6. Conocimiento de estrategias lectoras.
  7. Conocimiento de principios de evaluación.
  8. Comunicar información sobre Ta lectura
  9. Planear y enriquecer programas.

1.TEORÍAS DE DIDÁCTICA DE LA LECTURA.

Los educadores deben basar sus prácticas más en el modelo constructivista de interacción en la comprensión de la lectura. Deberían incorporar ideas acerca de lo que los estudiantes deberían saber y deberían hacer, así como conocer él proceso de lectura, de la instrucción lectora, de la evaluación y de la importancia de un desarrollo profesional continuado para formarse una filosofía total de la enseñanza de la lectura. Esta filosofía reflejaría una preocupación por las particularidades de cada alumno, las diferencias lingüísticas, la diversidad cultural y las responsabilidades inherentes a la enseñanza. Esta filosofía es la base de la que los educadores habrán de desprender juicios acerca de lo que los estudiantes necesitan para lograr buen éxito en el proceso lector.

Cualquier filosofía sobre instrucción lectora deberá nutrirse de investigaciones con- temporáneas sobre el tema. Muchas de estas investigaciones son muy nuevas y el profesor deberá asimilarlas, ya que las creencias de cada profesional son su filtro acerca del mundo y envuelven tanto a ese mundo como su interpretación personal de la enseñanza. Cada profesor lleva consigo su propio cúmulo de experiencias personales que asoman también en su expresión como docente, y que, por lo general son difíciles de modificar si el cambio no parte de una profunda decisión personal.

Una idea cada vez más generalizada es la de que una verdadera instrucción lingüística implica el dominio de la comunicación, en todas las de habilidades del lenguaje (leer, redactar, hablar, escuchar), que tiene lugar en el contexto social de la escuela, la comunidad y la familia. La mayoría de los profesores también piensan que las experiencias lingüísticas en el aula se deben relacionar en todo lo posible con experiencias de la vida real.

Aportaciones de la psicología cognitiva han contribuido a nuevos y numerosos conceptos sobre la lectura. Dos de estas contribuciones son particularmente relevantes. Primero, que los individuos deben ser vistos como activos buscadores de significados más que como entes pasivos que responden a estímulos externos.

La mayoría de los significados individuales derivan de una situación que se plantea como para ser construida por ellos mismos y no como una situación preexistente e igual para todos esos individuos. Segundo, se ha dado gran importancia al desarrollo del conocimiento como parte crucial de un desarrollo intelectual individual.

Estas dos nociones se relacionan directamente con la teoría del esquema, una importante área de investigación que influye en el pensamiento contemporáneo sobre la lectura. Los esquemas son unidades de conocimiento que los individuos internalizan. Se trata de conocimientos sobre objetos, situaciones, acciones y secuencias de acciones. Las personas dan sentido a cualquier información nueva, ya sea presentada en un texto o de otra manera tratando de adecuar esa información a esquemas preexistentes en su interior. Entre los tipos de esquema que influyen en la comprensión lectora de un texto están el conocimiento general del mundo, el conocimiento específico de la materia o asunto, el conocimiento de la estructura de los textos y el conocimiento de lo que los autores hacen o de la causa por la que escriben.

Modelos interactivos de lectura dan por supuesto que los lectores llegan al significado usando información a través de varios recursos de conocimiento. La información se mueve simultáneamente en dos direcciones: el conocimiento previo y lá información que el lector espiga, hurga, busca en el texto para deducir significados. Los buenos lectores aprenden a confiar en el texto y en su conocimiento previo y equilibran ambos elementos para apropiarse de un texto o situación particular.

En el área de instrucción, los investigadores piden a los profesores que comprendan la importancia de la lectura, misma que virtualmente todos los alumnos pueden aprender, y que reconozcan la importancia de aplicar programas de lectura que consideren las necesidades de los lectores.También los educadores deberán estar conscientes de las diferencias individuales y usar métodos y materiales apropiados para alumnos con diferentes antecedentes y necesidades singulares.Los profesores tenderán a desarrollar lectores capaces, es decir, alumnos que valoren la lectura y que sean independientes, flexibles, estratégicos y motivados.

Para verdaderamente estar al día, conviene que los profesores lean revistas especializadas, participen activamente en simposios y congresos y busquen información a través de la observación y la investigación personales en el aula.

2.CONOCIMIENTO DEL DESARROLLO DE LA LENGUA Y DEL APRENDIZAJE.

El profesor de lengua debe tener un conocimiento experto en desarrollo del lenguaje, conocimiento, procesos de aprendizaje, lenguaje, lingüística y teorías sobre el aprendizaje humano según las cuales el lenguaje ayuda a organizar el pensamiento y su desarrollo a través de transacciones sociales. Estos conocimientos le permitirán conocer cómo el lenguaje afecta al pensamiento y comprender los fundamentos culturales y sociales del desarrollo cognitivo y su impacto en la manera como los alumnos dan significado a un texto.

Los avances de la psicología, la sociología, la lingüística y la educación han contribuido a modificar bastante el cuerpo de conocimientos de los profesores de lectura con conceptos que van desde facilitar el aprendizaje hasta desarrollar su dominio y la propia responsabilidad sobre el mismo. Los profesores deben hacer un esfuerzo por estar al día en estas aportaciones.

3.CONOCIMIENTO DEL PROCESO DE LA LECTURA.

También es importante que los educadores estén conscientes tanto del proceso de lectura como de la situación de los alumnos cuando ellos crean, instrumentan y valoran la instrucción lectora. Hay tres premisas fundamentales que no se pueden soslayar acerca de la lectura y su instrucción:

1.La instrucción sobre lectura es una interacción dinámica y social entre profesor y alumno con el propósito de ayudar a éste a desarrollar el conocimiento, las estrategias y las actitudes de un lector eficiente. La naturaleza de esta interacción depende del profesor, del conocimiento que tiene el profesor del alumno, del conocimiento y motivación del alumno y del contexto en que se le instruye.

2.La lectura es uno de los cuatro procesos esenciales de la comunicación; los otros son redactar, escuchar y hablar. Cualquier aprendizaje en uno de estos procesos se relaciona y soporta a los demás. Dado que la comunicación involucra tanto al pensamiento crítico como al conocimiento, la enseñanza necesariamente implica el desarrollo de estrategias de pensamiento. Puesto que la comunicación puede ubicarse en el área del conocimiento de contenidos, la enseñanza de la lectura debería permear toda el área de instrucción de contenidos del curriculum.

3.La meta final de la enseñanza de la lectura es el desarrollo de lectores independientes, estratégicos, críticos y motivados que extraigan significado y placer del texto y que consideren a la lectura como un valor a procurar durante toda la vida.

Un modelo social-constructivista, comprensivo e interactivo de lectura reconoce que la lectura implica muchos procesos, incluyendo elementos de conocimiento de palabras, sintaxis, esquemas o estructuras y estrategias de pensamiento. Detalles sobre el conocimiento de estos elementos son necesarios para una enseñanza efectiva de progreso lector y desarrollo de hábitos positivos de lectura en los educandos.

También es necesario que los profesores adviertan que los lectores avezados, mientras leen, están inmersos simultáneamente en numerosos procesos como por ejemplo: están reconociendo letras, reconociendo palabras, asignando significado a las palabras, combinando palabras para integrar unidades mayores de significado.

Algunos procesos relacionados con los significados de oraciones y de unidades mayores de significado de un texto, demandan atención, mientras que , por ejemplo otros procesos, como reconocer y acceder rápidamente al significado de la vasta mayoría de las palabras sobrevienen automáticamente y no demandan mucha atención. Si se pone demasiada atención a procesos que son automáticos en los buenos lectores, se afecta la lectura fluida y comprensiva.

Hay también actitudes de metacognición que conviene reforzar en el alumno como cuando, durante o al final de una lectura, puede usar estrategias que fijan de alguna manera conceptos clave que son retomados cuando la comprensión parece disminuir y el alumno puede regresar a su relectura para comprender mejor el texto. La falla en la aplicación de estas estrategias es característica en los malos lectores. Por esto es útil ayudar a los malos lectores a darse cuenta de este fenómeno y ayudarles a combinar estos actos de metacognición con otras estrategias dé lectura.

4.CREACIÓN DE UN AMBIENTE PROPICIO PARA LA LECTURA.

Un ambiente propicio para la lectura incluye ambientes físicos, intelectuales y sociales que apoyen el desarrollo lector. El ambiente físico promueve la lectura proporcionando materiales y amplias oportunidades para que los alumnos lean y escriban; un fuerte ambiente intelectual reta a los alumnos a aprender y explorar impresos, y un buen ambiente social propicia la necesidad de encontrar retos intelectuales.

Los estudiantes estarán más motivados para leer y experimentarán mayores adelantos cuando estén convencidos de que la lectura es importante tanto porque es un medio de aprendizaje, como porque es una actividad que ensancha la calidad y riqueza de sus vidas. Un ambiente de lectura enfatiza la importancia y el valor de los libros en todos los aspectos de la vida. Infortunadamente las encuestas suelen indicar que a menudo los alumnos hacen poca lectura en clase y fuera de ella; que los lectores más voraces leen casi treinta veces más que los menos voraces, y que, como una parte sustancial del vocabulario se adquiere a través de la lectura, los estudiantes que leen poco tienen menos oportunidades de desarrollar su vocabulario. Esta situación debe cambiar. Para convertirse en lectores ávidos, ciudadanos bien informados y pensadores críticos, los estudiantes necesitan leer bastante, tanto en clase como fuera de ella, con propósitos y materiales tan relevantes en el mundo real como sea posible. Para lograr esta meta, se requiere poner atención al ambiente de lectura en las aulas y un muy buen conocimiento de todo tipo de literatura por parte del profesor; así como el desarrollo de una motivación sustancial por parte de los alumnos.

Algunas actividades instruccionales son más efectivas que otras en contribuir a crear un ambiente de lectura. Las tareas de gramática, vocabulario y cuestionarios frecuentemente ocupan una buena parte del tiempo que debería dedicarse a la instrucción de la lectura; pero estas tareas aisladas no contribuyen a crear un ambiente de lectura porque están lejos de todo lo que es realmente la lectura.Es cierto que son actividades relacionadas de alguna manera con la lectura; pero serían más efectivas si quedaran incorporadas en lecciones integradas y hacia propósitos específicos.

Finalmente, los profesores deben reconocer que ellos forman parte del ambiente de lectura y, por ende, ellos deben darse cuenta de que juegan un importante papel como modelos de sus estudiantes cuando demuestran que ellos valoran la lectura y proporcionan una rica variedad de lenguaje y literatura en el aula.

5.PLANEACIÓN DE UNA BUENA INSTRUCCIÓN.

Así como es importante que el profesor conozca acerca de sus herramientas de trabajo tales como materiales, tareas y métodos de instrucción, también es esencial que los profesionales de la lectura sepan cómo organizar estas herramientas dentro de un ambiente que promueva un aprendizaje provechoso y agradable.

La organización de un programa de lectura efectivo requiere de un balance entre conocimiento, afectividad y dimensión social. El profesor debe saber guiar a los estudiantes a la lectura de una manera que despierte confianza y autoestima. Los estudiantes deben sentirse parte de una comunidad inmersa en tareas auténticas de lectura que implican retos, pero que no son pesadas. Equipos flexibles de estudiantes pueden ayudar a promover esta clase de aprendizaje positivo. El profesor debe comprender qué actividades se realizan mejor en forma grupal, en pequeños grupos, por parejas o individualmente. Las ventajas y desventajas de cada forma dependerán de las necesidades de los estudiantes y de los propósitos del profesor al agrupar a los alumnos.

Al organizar y planear su instrucción el profesor tendrá en mente los tipos de textos que los alumnos enfrentan. La mayoría de los textos que los alumnos leen en la escuela son o narrativos o descriptivos. Los textos narrativos cuentan historias, a menudo en una secuencia de acción-resultado-reacción dentro de un orden temporal.

Los textos descriptivos, dentro de los que se incluyen los expositivos, son más complejos. No hay reglas muy precisas sobre la cantidad, tipo, organización o información que debe tener una descripción. Como la estructura de estos textos varíá ampliamente una lectura previa de uno de ellos no es suficiente para proporcionar claves de la estructura de otro texto semejante. Muchos estudiantes encuentran dificultad en la lectura de textos descriptivos de tipo científico y actualmente los investigadores conceden mucha atención a examinar aspectos de estos textos que los hacen difíci- les y buscan estrategias que faciliten su comprensión.

6.CONOCIMIENTO DE ESTRATEGIAS LECTORAS.

Si la meta que se persigue es la de ayudar a que los estudiantes lean, se comuniquen y aprendan , la instrucción leótora habrá de dirigirse a las necesidades de todos los alumnos y en1 consecuencia integrará la lectura a través de los temas de todas las áreas. Para que los estudiantes sean capaces de leer y comprender lá amplia variedad de textos que encuentren dentro y fuera de la escuela, deben desarrollar hábitos de lectura y habilidades integradas y flexibles. Los profesores podrán guiar el uso de estrategias apropiadas para la lectura de contenidos por área y desarrollarán mejores habilidades de lectura como una parte integrada a la instrucción de contenidos de esas áreas. Por ello los profesores tendrán que estar familiarizados con la naturaleza compleja, interactiva y social del proceso de lectura y reconocer la importancia de los aprendizajes que los alumnos aportan al proceso de construcción de significados conforme ellos leen. Se entrenará a los alumnos para que identifiquen significados de las palabras difíciles a través de claves del mismo texto y se dosificarán estas prácticas avanzando de textos sencillos a otros más largos y complejos.

En lo que respecta a la enseñanza del vocabulario hay diversidad de opiniones. Algunos piensan que el vocabulario se desarrolla mejor estimulando ampliamente la lectura, mientras que en el extremo opuesto otros proponen una instrucción directa sobre un pequeño número de palabras. El asunto se ve opacado por el hecho de que a pesar de la indudable relación entre conocimiento del vocabulario y la comprensión de lectura, la intención de mejorar la comprensión con la enseñanza de vocabulario, sólo ha tenido éxitos ocasionales. Dada esta situación, un programa instruccional multifacético en que los estudiantes sean estimulados a leer bastante, en que se les enseñen métodos para aprender palabras por sí mismos y se les interese en la apreciación de las palabras, parece ser la mejor senda a seguir.

En los últimos 15 años se ha publicado una gran cantidad de teoría y de investigaciones sobre la comprensión de la lectura. Aunque en algunos casos prevalecen desacuerdos y todavía nos falta mucho por aprender, ya podemos citar varios puntos sobre los cuales hay amplia aceptación. Estos puntos son importantes y tienen influencia directa en el aula. El primero de estos puntos atañe a la distinción entre instrucción y práctica. La instrucción consiste en enseñar a los alumnos a hacer cosas que ellos no podían hacer antes; la práctica consiste idealmente en hacer que los alumnos hagan una variedad de tareas para (Jesrarrollar eficientemente una actividad. Infortunadamente, con frecuencia se piden prácticas a los alumnos sin haberles proporcionado una instrucción adecuada. No se puede soslayar la importancia de la instrucción y los profesores deberían tender a proporcionar una instrucción clara y efectiva. Un camino que los profesores pueden seguir es el de dar instrucción en una plática muy explícita con la técnica conocida como "explicación directa del proceso de la comprensión del proceso", "pensando en voz alta" o "modelando" los procesos de pensamiento usados en la comprensión. Una secuencia apropiada de enseñar-aprender puede ser:

  1. Comenzar con una especie de instrucción explícita clara.
  2. Continuar con una práctica guiada en la cual el profesor y los estudiantes trabajan juntos para completar una tarea.
  3. Concluir con práctica y aplicaciones en las cuales los alumnos completen las tareas independientemente. De esta manera el profesor gradualmente relega el control de la situación a los estudiantes involucrándolos así en la toma de responsabilidad de su propio aprendizaje.

El segundo punto se centra en la necesidad de mejorar en los estudiantes la comprensión de textos particulares y prepararlos para comprender la variedad de textos que ellos encontrarán en el futuro.

Las técnicas que pueden mejorar la comprensión incluyen actividades de prelectura tales como preguntas acerca del tópico tratado en el texto para activar en loa alumnos el conocimiento previo; actividades durante la lectura tales como hacer que los estudiantes respondan preguntas basadas en el texto, y actividades de postlectura tales como aquéllas que permiten retroalimentar sobre los problemas y caminos que se siguieron para comprender el texto.

Otras técnicas adicionales incluyen la enseñanza a los alumnos de patrones o modelos de distintas estructuras textuales y la explicación de reglas para resumir un texto o construir organizadores gráficos como los mapas de lectura.

De entrambos puntos parece ser más exitoso aquél en que se interacciona con los alumnos.

El tercer punto trata sobre acercamientos a la instrucción que resultan en un máximo de comprensión y aprendizaje. Por ejemplo, en un acercamiento "ciego" se enseña a los alumnos cómo usar una estrategia, pero no se les dice nada acerca de su propósito ni en qué circunstancias ha de ser usado. Un acercamiento "informado" enseña a los alumnos a usar una estrategia y les da alguna información sobre su propósito. Un acercamiento de "autocontrol" enseña a los alumnos como, por. qué y cuándo usar una estrategia y cómo monitorear si dio buenos resultados. No es de sorprender que el acercamiento de "autocontrol" lleve más tiempo de enseñanza, pero generalmente produce una comprensión más profunda e incrementa el aprendizaje en los alumnos.

Sea cual sea el método particular que se emplee, la instrucción sobre comprensión lectora deberá ser consistente con teorías e investigaciones contemporáneas. Los alumnos deberán conocer un pequeño número de estrategias dosificadas y desarrollar más experiencia en la aplicación de esas habilidades con textos más sofisticados con el tiempo. La instrucción se enfocará a cinco amplias estrategias que los buenos lectores nos han legado:

  • Determinar lo que es importante.
  • Resumir la información.
  • Graficar inferencias
  • Generar preguntas
  • Monitorear la comprensión.

Aunque muchos programas no alcanzan todavía a actualizarse en este sentido, tal parece que estrategias como éstas habrán de constituir una parte significativa de la instrucción de la comprensión lectora en el futuro.

Finalmente, la vasta mayoría de investigaciones sobre comprensión de textos expositivos se ha enfocado al estudio de exámenes. Apenas recientemente los estudios se han dirigido más al asunto de cuál método de subrayado, de tomar notas, de resumir y otros por el estilo es el más efectivo para tener mejor éxito en los exámenes. Los resultados de estas investigaciones sugieren que ningún método sobre el asunto es siempre efectivo o necesariamente superior. Ahora se reconoce que el método más apropiado, para una situación en particular, depende del lector, del texto y de la tarea de que se trate.

Estudiar es, de hecho, un trabajo metacognitivo de comprensión acerca del cual los alumnos necesitan información y explicación claras.Ellos deben conocer por sí mismos las estrategias de estudio más efectivas según una situación en particular. Muchos factores influyen en el buen éxito del estudio.Un conocimiento preciso de la naturaleza del acto lector redunda en un estudio más efectivo. La profundidad en el proceso de la información a la que una técnica de lectura nos obliga y la dimensión en que se logra la aprehensión del significado del texto más allá de la mera memorización superficial habrá de ejercer gran influencia. Mucho de lo que los estudiantes consiguen del estudio se relaciona con lo que ellos ponen en éste.

7.CONOCIMIENTO DE PRINCIPIOS DE EVALUACIÓN.

Existen dos propósitos distintos cuando se evalúa: calificar y la evaluación auténtica. Se califica para informar de la enseñanza y del aprendizaje para evaluar la efectividad de programas.

Una evaluación auténtica usa una variedad de parámetros como indicadores tanto del aprendizaje formal como del informal, que ilumina el progreso del alumno en su lectura y se centra en situaciones de la vida real.

La evaluación de folderes o "portafolios" (colección de tareas dosificadas realizadas por los alumnos a través del curso) individuales de los estudiantes, funciona dentro de esta línea de evaluación conocida como auténtica. Las técnicas de evaluación que son sensitivas a la multiplicidad de situaciones toman'en consideración las diferencias lingüísticas y culturales. Los profesores capaces y bien informados y los alumnos reflexivos son los mejores recursos para determinar el aprovechamiento en la materia.

8.COMUNICAR INFORMACIÓN SOBRE LA LECTURA

Dada la importancia crucial que tiene la lectura en muchos aspectos de la vida, es muy importante que se divulgue ampliamente información apropiada sobre la lectura, por lo que es conveniente el frecuente intercambio de información sobre el tema entre los docentes.

Por supuesto que ios profesores también deben entablar una constante comunicación con sus alumnos señalándoles progresos y fallas de tal manera que los alumnos cooperen y finalmente sean responsables de su propio aprendizaje, pero también los padres y los colegas deben formar parte de ese diálogo. Cuando los padres participan junto con la escuela, el aprendizaje se ensancha. Es aconsejable apoyar la participación de los padres y proporcionarles materiales que les orienten en su apoyo a la escuela, pero da todavía mejores resultados la comunicación directa con ellos.

Esa comunicación constante acerca de la lectura debe también ser compartida por las autoridades de una institución y debe extender sus lazos entre los investigadores de la lectura y los profe-sores de base.

9.PLANEAR Y ENRIQUECER PROGRAMAS.

La investigación cada vez más debe ser no sólo compartida entre investigadores y profesores, sino que ha de convertirse en una herramienta central en manos de todos los profesionales de la lectura, desde los encargados de elaborar los programas educati- vos hasta las misma autoridades y por supuesto los profesores. Debe reconocerse que la investigación es una herramienta para todos los profesores, consultores, supervisores y coordinadores tanto como para los mismos investigadores. La investigación promueve la reflexión y al mismo tiempo el desarrollo y enriquecimiento de los programas.

En síntesis, la escuela y las investigaciones actuales nos proporcionan una comprensión más nueva y profunda de la lectura que la que se tenía hace veinte años. En estos trabajos recientes se subraya la definición de la lectura (y de las otras habilidades lingüísticas) como una actividad constructiva que demanda un activo involucramiento del alumno en el uso de estrategias de pensamiento y de aprendizaje. Tanto la lectura como las habilidades de la lengua son vistas ahora como procesos complejos de resolución de problemas y de construcción de significados que dependen bastante del conocimiento previo y que subrayan la necesidad de habilidades y estrategias cognitivas. Estas habilidades y estrategias se desarrollan y nutren mejor en contextos en los que son usadas realmente o en contextos que se asemejan lo más posible a situaciones reales. Esto significa que la instrucción y práctica de la lectura debe tener lugar en situaciones en las que el propósito de la lengua es el de promover comunicación acerca de tópicos de interés e importancia para los alumnos. Ello también significa que la instrucción y la práctica de la lengua y de las otras habilidades lingüísticas deben estar integradas a través de todo el curriculum así como están integradas en el mundo fuera de la escuela.

En consecuencia, todos los profesores, de cualquier área, deben estarpreparados para; enseñar estrategias de lectura en sus materias; ayudar directamente alos alüftinos en; saber cómo aprender de un texto determinado; preparar a los alumnos para la lectura independiente fuera de clase, y enseñarles a identificar y usar estrategias apropiadas cuando su comprensión del texto es problemática.

Otra perspectiva no menos, relevante sobre la lectura se ha comenzado a practicar desde hace algún tiempo en diversas escuelas europeas. Es lá que se desprende del análisis discursivo, tema que ameritará una atención especial en nuestro próximo número. Dado que el análisis discursivo se aplica también a distintos tipos de texto, las propuestas que hoy hemos revisado coincidirían con éste en la conclusión de que todos los profesores de todas las asignaturas, son responsables de procurar una amplia lectura de los textos que les competen y de otros de cultura general, y que tal vez sea esa la tarea preponderante que tendremos que saber aplicar todos los profesores en la educación del futuro.

Flood,J. Et al. (1991) Handbook of research on teaching de English language arts. New York: Macmillan. Lunsford, Karen et al. (1992) Standards for reading professionals. Newark: IRA.
________(1998) Boletín de sumarios. España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.


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